A boyfriend of other planet | l.s

cuatro

 "Bebé, creo que deberías ser un poco más cortés con las personas" murmuró Louis a su oído, acariciando su espalda en pequeños círculos, conocía lo suficiente a Harry como para saber que el contacto físico con él lograba calmarlo. Nunca admitiría que eso hacía crecer su ego.

Harry no dijo nada y se apoyó en sus caricias, los celos aumentaban cuando veía a alguien con su Boo, no soportaba que cualquier ser tocara a su pequeñito.

"Cariño, intentó pedirte una cita" protestó "y nosotros estamos en una.

"Sólo me pidió que le dijera dónde estaban los baños"

Ya, que el puchero en los carnosos labios color sandía lo derretía, era su tercera cita del mes y ya se había acostumbrado a tener a un Harry celoso y posesivo besando su frente y agarrando su culo ante cualquier mirada de más que pudieran darle. Incluso si no era ese tipo de mirada.

Pero así, empezaba a querer mucho a esa jirafa de piernas torpes.

"Mejor volvamos a tu departamento, pedimos una pizza y luego podré joderte duramente en esa alfombra nueva que compraste" si, adoraba ese lado irracional y directo de él.

Esa propuesta no estaba nada mal.

Con una enorme sonrisa en sus finos labios, entrelazó sus manos y caminaron hasta el auto del rizado, estaba ansioso de ser follado por ese Dios griego, hacia tan solo un par de horas que no lo hacían y ya extrañaba esa sensación de su culo lleno y las nalgas ardiendo por las palmadas que le gustaba recibir.

Ese maldito alíen disfrazado de humano había llenado su cabeza con un par de nuevas cosas.

No se quejaba, claro que no, el hombre no sólo tenía una enorme polla, sino que sabía usarla realmente bien. Podrían preguntarle a sus vecinos, que tenían la dicha de escucharlo gritar de placer desde hace una semana, cuando empezaron con sus juegos.

Tener a un extraterrestre-polla-grande-hermoso-dios-griego en su vida era algo magnifico, claro, hasta que siga creyendo que era un chico normal de veinticuatro años.