tres

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Su primera cita fue lo más normal que pudo haber en la faz de la tierra -de la tierra de los alienígenas, claro, que el rizado era una especie distinta-.

No se crean que Harry era tonto, no señores, el rizado de ojos verdes había estudiado meticulosamente a esa rara raza, esa era, básicamente, su misión en el planeta más verde y celeste que había visto en sus cientos de años.

Harry estaba listo, más que listo, listísimo. Bueno, la verdad es que no, moría de nervios por volver a ver a ese pequeño hombrecito de azules ojos y enorme trasero que llamó su atención a la primera vista, con esa carita de pasiva de nacimiento conquistó su corazón intergaláctico. 

Ahora peinaba sus descontrolados rizos con sus dedos, con un ramo de flores y unos bombones, estaba a punto de tocar el timbre de esa puerta blanca.

"¡Hey! ¿Qué tal amigo, todo bien? ¿Cómo te trata la vida? Tienes cara de contraído..." el rubio inspeccionó al rizado con sus ojos entrecerrados "Si, pareceres estreñido, músculos rígidos, te recomiendo el yoga, es la mejor mierda que necesitas para relajarte."

En el planeta de Harry, los celos eran muy escasos, ya que las parejas se respetaban unas a otras y sabía que, si estaban con esa persona no debían estar con nadie más hasta terminar la relación. De lo contrario un sentimiento enorme de culpa e ira crecía en uno mismo, hacia uno mismo. Nadie quería odiarse. 

Pero ahora mismo sentía sus entrañas arder y la punta de sus botas doblarse contra las pequeñas escaleras de la entrada. ¿Otro dato? El amor llegaba rápido, casi todos todos sentían cosas muy fuertes entre ellos, provenir de un planeta basado en el amor y el respeto era culpable de eso. Además que, por el aroma dulce y picante de Louis, él sabía que era su pareja perfecta y destinada, no era bueno estar cerca de su pareja predilecta en medio de un cortejo, el cual era una tradición.

"Soy Niall Horan, Niall para los amigos, ¿Somos amigos, verdad? Adoro tener amigos y más amigos, eso es bueno ¡Ya se! ¿Vienes por mi LouLou? Así que pretendes robarme al amor de mi vida" tomó su barbilla con dos de sus dedos, intentando parecer serio "No te lo permitiré, ese enano de jardín de 1.70 me trafica comida todos los días y unos cuantos porros, así que tendrás que robármelo sobre mi cadáver." hizo una extraña poseen frente de la puerta, una mezcla de yoga y karate de malas películas.

Por la cabeza de Harry pasaban mil maneras de hacer desaparecer al chico con raíces oscuras, empezando con evaporizarlo con un láser hasta hacerlo estallar en millones de partículas.

A boyfriend of other planet | l.sWhere stories live. Discover now