(Capitulo 5 de que se callen esos gritos, de Nadia)
Si soñasen los muertos.
Es el silencio de los que sueñan
el peor de todos los silencios.
El de los que no saben lo que saben
y lo que saben lo callan.
En esa especie de libertad
que nos invitan a resignar
al disfrazarla de estupidez
al disfrazarla de algo lejano.
El de los que ignoran y temen,
los que cierran sus ojos
y se alegran al convencerse
de que el mundo es todo negro
y más negro lo vuelve
ese silencio.
Es la quietud de los derrotados
la peor de todas las quietudes
La de los que ya perdieron todo
(esos que tienen todo por ganar)
En esa especie de vida
que confunde alguna gente
al disfrazarla de estupidez
al disfrazarla de algo lejano.
La de los que ignoran y temen,
los que tapan sus oídos
y se alegran al convencerse
de que esos llantos y esos gritos
ya han sido transformados
en silencio.
Y en el medio del silencio y la quietud
los ojos y los oídos
de los mas despiertos,
de los dueños de las huellas
y de la historia
de los que por haber caído luchando
no son del todo caídos
Los dueños de tanta eternidad
como la vulgar eternidad de un Dios
que nadie conoce.
Y en el medio de los ojos y los oídos,
despiertos,
todo el oro derretido;
todo el mundo en un solo mapa;
todas las vidas en una vida;
todos los sueños en un mismo grito
capaz de despertar a los fantasmas
y devolver a los desaparecidos
ese sueño de los muertos.
Irrumpiendo en la hipocresía y la injusticia,
salvándonos del egoísmo y el misterio,
removiendo el recuerdo y la memoria
y alejarnos hasta la próxima vida
de aquel ensordecedor silencio.
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El libro aparecido
Roman pour AdolescentsMi escape no fue tan buen plan. Lo podría ignorar siempre y cuando me ignore a mi mismo. Pero ahora que no me podía ignorar, no podía ocultar mis ganas de una vida mas linda para más personas. Sentí, recién ahí, que mi lastima, mi pena, mi dolor, p...