Me despertó el sol y al instante entendí lo que había pasado.
Busque a Nadia por todos lados. No sabía a quien llamar. En la casa no habían dejado nada sano. Busque desesperadamente cualquier cosa parecida a un anotador donde pudiera encontrar algún contacto.
Hasta pensé en ir a la comisaría a buscarla, a que me digan donde estaba, pero ni siquiera sabía su apellido.
Tenía tanto miedo que estuve casi una semana encerrado en el departamento de Nadia. Un tanto por temor y otro porque quería que alguien venga.
Algún compañero, algún familiar, su novio, o hasta incluso la policía. Prefería que me llevasen con ellos a no saber que hacer.
Pero el tiempo pasó y nada.
Salí a la calle. La gente gritaba descontrolada, fuera de si. Parecía que había terminado una guerra y festejaban. Pero no. Me dijeron un par de hombres que Argentina había salido campeón en el mundial de fútbol.
Veía flashes. No había comido ni dormido. Había perdido a Nadia.
Saque de mi bolsillo las hojas que me había dado.
Casi dos meses mas tarde tuve el valor de leerlas.
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El libro aparecido
Teen FictionMi escape no fue tan buen plan. Lo podría ignorar siempre y cuando me ignore a mi mismo. Pero ahora que no me podía ignorar, no podía ocultar mis ganas de una vida mas linda para más personas. Sentí, recién ahí, que mi lastima, mi pena, mi dolor, p...