¿Y si nos besamos?

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Dedicado a: @dejarsi

NARRADOR OMNISCIENTE

Oscuridad, la oscuridad reinaba en el estrecho lugar.

Una cueva, paredes húmedas, a lo lejos el sonido de gotas de agua que provenían desde arriba se escuchaban al caer ya en un pequeño charco.

En la cueva hay dos sacos de acampar, extendidos. Si enfocas tu mirada,dos personas se hallaban sobre ellas.

Un chico vestido completamente de negro, cuya piel pálida y ojos oscuros abrazaban con sus brazos a la otra persona. Una chica, blanca como la nieve su piel es, cuya piel salpicada por algunos lunares, con ojos verde azules permanecían cerrados.

De repente, el chico se movió, se sentó, con las manos en la cabeza, pestañeando varias veces. Observo cada detalle de la cueva, las paredes, los rincones, la humedad, la penumbra. Sus ojos miraban así a todos lados, sin embargo no se percataba de la chica a su lado.

Al querer acostarse de nuevo, topo con algo, el chico llevo su mirada, era el brazo de la chica, al instante se volvió a sentar, de modo que le permitiera una mejor vista. Observó cada detalle, le aparto un mechón de pelo del rostro.

-¿Qué me estas haciendo?- preguntó el chico aun contemplándola.

Con un suspiro se levanto eh inspeccionó la cueva, le era un poco difícil por la escaeces de luz.

Era una cueva, en la entrada un arco de piedras marcaba la entrada, como única decoración, una gigante piedra posaba recargada en la entrada de esta. Pegada a la piedra había una nota, claramente quien haya escrito la nota, era un escritor de griego antiguo, pues, a pesar de que usaba el idioma de español (ingles) se veía las pequeñas curvas y cumplía con las características de la escritura griega.

"Al despertar alimentaros"

-Sexys Alas negras. Xxo.

El chico se estremeció, el solo pensar que esa nota se la había dejado tal vez alguna de las arpías... Si, seguro que si, el chico recordaba claramente la del plumaje negro.

Volteo a ver a la chica a quien le llegaba la penumbra de unos de los pocos agujeros que dejaban las piedras. Su piel brillaba al igual que su cabello, un delicado brillo que solo los hijos de Apolo poseían, resaltaba aun mas su belleza.

Se acerco a ella, sentado a su lado, se preguntaba; como lo había estado últimamente, desde la ultima vez que estuvieron en la camioneta; ¿Qué es lo que en verdad sentía?, es decir, ¿Qué eran esos constantes sonrojos que la chica le provocaba?, Esa curiosidad que sentía, por el querer saber mas de ella, el qué hacia en cada momento.

Que si era verdad, el sabia que Eros lo había hecho admitir sus sentimientos por Percy. El sabia que era gay, por lo menos, eso es lo que el creía. Tanto tiempo el tener una idea sobre su sexualidad, y el que empiece a sentir eso por esa chica le desconcertaba mucho, sentía una gran frustración e impotencia.

No sabia el por qué ahora llegaba esta chica y lo cambiaba todo. ¿Por qué sentía un cosquilleo en el estomago cada vez que ella le miraba o peor, le sonreía?

¿Acaso Eros le había dado el encargo a Afrodita?, ¿Ahora era ella, quien se encargaba de los sentimientos del chico?, a los dioses les gusta jugar con los mestizos.

Nadie sabe lo que realmente pasa.

Pero de lo que si se sabe y es notorio, la atracción que había entre los dos. Aunque el chico no lo admitiera, el sabia lo que tal vez estaba pasando. Se estaba enamorando de ella.

HIJA DE APOLO| NICO DI ANGELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora