Capítulo 20

6.3K 463 10
                                    

DAN

Estoy revisando los bajos de un Volvo cuando noto que algo me acaricia desde la rodilla, subiendo hacia mi cadera. Salgo lo más rápido pido que puedo del coche y respiro cuando veo a Andrew riéndose a carcajada limpia.

— Tendrías que verte la cara— dice sin parar de reír.

— ¡Ja, ja! Muy gracioso— digo de forma sarcástica mientras me limpio las manos llenas de grasa con un trapo ya sucio de otras veces.

— La verdad es que sí— se seca una lágrima imaginaria y yo ruedo los ojos.

Camino hacia el pequeño despacho y me apoyo sobre la mesa.

— Eres demasiado guapo para ser tan gruñón— dice acercándose a mí y pasando sus brazos por mi cintura.

Yo le miro con el ceño fruncido.

— ¿No me vas a dar un beso?— me pregunta haciendo un puchero.

Yo me acerco a su cara y atrapo su labio inferior entre mis dientes para después tirar de él.

— ¿Por qué no te callas de una vez?— le digo y le sujeto de la nuca para juntar con fiereza sus labios con los míos.

Andrew agarra con fuerza la tela de mi mono de trabajo. Pasa sus manos por mi pecho y tira hacia abajo de la cremallera abrochada en mi cuello. La abre totalmente hasta llegar al final de ella, a la altura de mi ombligo. Seguimos besándonos con pasión y mientras yo saco los brazos de las mangas del mono cayendo éste hasta mi cintura, dejando ver sólo una camiseta de manga corta blanca.

Bajo mis manos hasta el cierre de su pantalón. Desabrocho el botón y se lo bajo suavemente hasta la mitad de sus muslos. Paso mis manos por la sobre la tela de su calzoncillo acariciándo y apretando. Él gime en mi boca y yo me pongo aún más caliente de lo que estoy. Me separo de su boca para atacar su cuello e introduzco mi mano izquierda dentro de su ropa interior.

Su respiración agitada me altera y actúo con más rapidez. Andrew mete sus manos por debajo de mi camiseta y acaricia todo mi cuerdo. El toque de sus manos tan frías con mi pecho ardiendo provoca que mi bello se erice al primer contacto. Bajo sus calzoncillos junto a sus pantalones. Recorro su cuerpo dejando un camino de besos hasta quedar de rodillas. Paso mi lengua por su erección de abajo a arriba de forma lenta, torturándole de la mejor forma posible, hasta llegar a su capullo, el cual rodeo con mi lengua y beso para acabar introduciéndolo en mi boca produciendo un sonido gutural por parte de Andrew. Él coloca ambas manos en mi cabello y enreda sus dedos en él. A medida que me lo introduzco más adentro, sus gemidos son más altos y frecuentes. No sé el tiempo que nos mantenemos así hasta que le noto más agitado y tenso, momento en el que lo saco de mi boca y miro su rostro sudoroso con satisfacción.

Me levanto y cuando me estoy bajando el pantalón de mi mono de trabajo escuchamos un grito procedente de fuera.

— ¡Dan! Ya he vuelto.

Andrew y yo nos miramos la cara con terror. Nos vestimos lo más rápido que podemos. Yo ato mi pelo en un moño y salgo antes de que él se haya terminado de vestir.

— Estoy aquí, papá— digo con la respiración tan agitada como si hubiese terminado de correr una maratón.

— ¿Dónde estabas?— me pregunta frunciendo el ceño.

— Hablando con mi amigo Andrew que ha venido a prestarme unos libros para la Universidad— me enorgullece que mi cerebro pueda buscar excusas con tanta rapidez.

— ¡Sí! Eso mismo— dice con una sonrisa forzada saliendo del despacho.

— Oh, entonces fantástico— sonríe mi padre.

Miro como Andrew tiene tapada su entrepierna con su chaqueta e intento reprimir una carcajada.

— Bueno, creo que me voy. Se me está haciendo tarde— dice pasando una mano por su pelo revuelto intentando domarlo.— Nos vemos luego— me da un saludo con la mano a modo de despedida con la mano y se marcha.

— Tu amigo parece un buen chico pero es un poco raro— comenta mi padre.

— Lo es— sonrío.

•••

— ... y cuando íbamos por la mejor parte, ¡llega su padre y casi nos pilla en plena faena!— cuenta Andrew a su amigo Akim y éste suelta una carcajada.

— Seguro que te quedaste más blanco de lo que ya eres— le contesta y los dos reímos.

Akim es el mejor amigo de Andrew. Me explicó el tipo de relación que llevaban antes de conocerme y no voy a mentir, me puse muy celoso, pero ahora que le he conocido puedo ver que no hay nada que salga de una sana amistad entre ellos y, además, para ser humano me cae bastante bien.

Estamos en un bar tomando algo tranquilamente. El jaleo de la gente hablando entre gritos nos permite relajarnos y no tener que medir tanto nuestras palabras como lo haríamos en otra ocasión.

— ¡Sube el volumen!— grita un hombre desde la barra al dueño del bar y éste así lo hace.

En la televisión aparecen varios coches de policía. El presentador del noticiario avisa de que las siguientes imágenes que nos mostrarán pueden herir la sensibilidad de los espectadores. La siguiente imagen revuelve las tripas de los presentes. Un hada con sus alas clavadas en una pared de madera con sus manos cosidas a través de unos estigmas en ambas palmas.

— ¡Qué barbaridad!— exclama Akim.— ¿Dónde ha sido esta vez?

— Creo que han dicho que en el bosque, a unos diecisiete kilómetros de aquí— dice Andrew.

— ¿Aún no saben de quién se trata?— pregunto.

— Yo sé algo...— murmura Akim mirando su vaso.— Como de vez en cuando los bomberos, al salir a un aviso, nos encontramos con la policía, hemos oído alguna que otra cosa.

— ¿Cómo qué?— le pregunta Andrew con curiosidad.

— No mucho, sólo que la policía trabajo con los brujos para intentar encontrar sentido a todo lo ocurrido. Creen que se trata de una especie de ritual antiguo pero aún no han averiguado ni el fin ni el culpable— explica.

— Todo suena muy macabro.

— Lo es— sentencia.

Sí, Soy Lobo Y Gay, ¿Algún Problema? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora