The King [Haehyuk +18] -PAUSADA HASTA NUEVO AVISO-

Óbito

Regresó por donde había venido y la tomó de las manos, haciendo que le mirara un momento a los ojos –madre –le dijo con dulzura –por favor descansa, yo hablaré con mis hermanos –dijo, y limpió una lágrima cristalina que resbalaba por la mejilla blanca, ella asintió nuevamente, falta de palabras, falta de valentía suficiente para encarar su pérdida, la pérdida de todos y, tras unos segundos más, Donghwa la dejó con un beso sobre ambos nudillos, desapareciendo bajo la oscuridad de la torre y las escaleras

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Un trueno especialmente fuerte le hizo despertar y encogerse bajo las mantas, las tormentas siempre le habían causado miedo, otro más sonó, alumbrando por milésimas de segundo el cuarto y provocándole acurrucarse aún más, pero al poco rato, las sábanas fueron quitadas con cuidado de sobre él, se animó a abrir los ojos al reconocer el olor, viendo a su hermano, metiéndose a su lado en la cama mullida y abrazándole con cariño

-Tan sólo es una ligera llovizna cachorrito, duerme, me quedaré contigo hasta que pase- susurró Hae, y el menor se giró para verle a la cara, por debajo de las cobijas, como cuando solían jugar a la cueva

Donghae sonrió, y pasó su mano por la cabecita que, por el susto, portaba ambas orejitas de fuera, al igual que la cola dorada que se enrollaba buscando confort, Jeno siempre le había temido a las tormentas, sobre todo cuando los rayos eran tan resonantes, pero él, desde corta edad, habiendo compartido alcoba, estaba ahí para cuidarle hasta que cayera dormido -¿Quieres que te cuente una historia? –preguntó, sabiendo que esa, era la única manera de que su hermano conciliara el sueño, tan sólo escuchando su voz, o claro, la de su padre, ellos siempre habían gozado de una buena relación, y encima, tener gustos tan similares en tantas cosas, desde comida, hasta el amor por la lectura y la historia, algo que él, no poseía

Jeno asintió, poniendo gachas las orejas y escondiendo la punta de su nariz en el pecho cálido de su hermano, escuchando atentamente el tambor en su interior, el mayor se acomodó de mejor manera, y respirando comenzó su relato –Había una vez... –pensó y antes de poder seguir, sus palabras murieron en su garganta, cuando la puerta fue abierta de un portazo, provocándo que ambos brincaran, de inmediato quitaron la sábana de sus cabezas, y observaron a la par al mayor de los tres, de pie en el marco de la puerta, vistiendo tan solo su albornoz y habiendo encendido ya los candiles a lo largo de las escaleras de la torre

-¿Donghwa?- murmuró Jeno, alzándose en la cama para mirarle mejor, pero algo que le recorrió la columna, hizo que Hae desistiera de la idea de emocionarse por su presencia, ¿Qué era lo que había pasado, para que su hermano irrumpiera de tal modo?, en ese instante, sus ojos conectaron con los del mayor, quién le pedía acercarse de modo silencioso y cauto

El castaño indicó a Jeno que se quedara en cama, y les esperara, caminó hacia su hermano, y cerraron la puerta de la habitación -¿Qué pasa?- preguntó consternado un vez ambos supieron que no eran oídos por el menor, tras unas largas respiraciones de auto dominio, Donghwa maldijo, haciendo que su hermano entendiera menos pues, él no era de pronunciar malas palabras, ni ahora, ni nunca

Clavó su mirada cansada en los ojos verdes, iguales a los de su madre, y se decidió a hablar –es nuestro padre –comenzó, no queriendo pronunciar el resto, pero con la obligación de hacerlo –nuestro padre a muerto

Sintió sus ojos escocer, y se tapó la boca con mano temblorosa, un frío le envolvió –no puede ser, padre no... -Hae miraba a todas partes, tratando de escapar de la realidad –¡estas mintiéndome!- gritó perdiendo la cordura por momentos, mirándole suplicante para que aquello, haya sido una calumnia, pero al ver el gesto serio de su hermano, no pudo más que caer de rodillas

-¿¡Qué ha pasado!?- exigió, viéndole con los ojos inyectados en sangre, respirando con dificultad dolorosa

Donghwa se acuclilló frente a él, atrapado en la misma desesperación –una lechuza ha llegado con el anillo, han sido las criaturas, ellas han acabado con todo el campamento de expedición