Bullying - Harry Styles Y Tú

Capítulo 39

— Amor, necesitamos comprar muchas cosas, el refrigerador y la alacena están casi vacíos.

— Odio ir de compras.

— Por favor... —Susurré cerca de sus labios y planté un suave beso en ellos.

— También odio que me convenzas —reímos.

— Sólo un beso más y nos vamos.

Estábamos a medio beso cuando sonó el timbre, no me quedó más que rodar los ojos e ir a abrir.

Era Becca, la chica amable de hace unos días. Traía galletas a regalarnos y ganas de pasar el rato con nosotros; le ofrecí acompañarnos a hacer las compras para no tener que correrla lastimosamente.

— Entonces que te acompañe Becca. —Me sugirió Harry mientras hojeaba un libro bastante aburrido.

— ¡No! Por favor ven con nosotras, me hará sentir mal quitarte el lugar, Harry.

— Odio esperar a las mujeres mientras compran por horas —hizo un ademán de cansancio.

— Será divertido —Insistió ella.

Agradecía que Becca me ayudara a hacer que Harry levantara el trasero del sillón para ayudarme con las bolsas del supermercado. Ella era una chica muy linda, al principio rodé los ojos pero ya fuera de casa no podía dejar de sonreír con su presencia.

Todo el tiempo nos mantuvimos bromeando y pasándola bien, Harry y Becca se llevaban muy bien y eso me hacía sentir aún mejor ya que no quería problemas.

Agregué al carrito algunos paquetes de palomitas para preparar, quería desvelarme con Harry viendo una película por lo cual lleve bastante comida chatarra y bebidas a morir. Sólo yo y él. Teníamos tiempo sin pasarla juntos.

Becca se enteró de mis intenciones y me pidió incluirla en la velada. Suspiré pero respondí afirmativamente.

Regresando a casa cada uno se ofreció a una tarea diferente, Harry buscaría la película y adecuaría los sillones, Becca ayudaría con las bebidas pero también a llevar las cosas a la sala, y yo serviría toda la comida y haría las palomitas.

La rubia se quedó dormida. A Harry le dio ternura y para no despertarla la llevó cargando en sus brazos hasta la camioneta. Yo la llevé hasta su casa dentro de nuestra privada.

Sus padres me agradecieron por llevarla y por fin volví a casa con mi esposo para estar un poco a solas. Sin embargo, él ya se había dormido así que me metí debajo de las sábanas igual que él y me dediqué a conciliar el sueño.

Becca estuvo visitándonos cada vez más seguido, a Harry no le molestaba en lo absoluto pero a mí ya comenzaba a hartarme. Cabía la casualidad que siempre se aparecía en un momento íntimo entre Harry y yo, ¿lo hacía a propósito? No lo sabía pero quería que eso se detuviera.

— Y dime Becca ¿qué grado estas cursando?

— Asisto a la universidad —me sonrió. Tenía una sonrisa casi perfecta debía admitir.

— Tu carrera debe ser de las más fáciles pues te la vives despreocupada.

Es decir, ¿no tienes proyectos, algo que tengas que hacer en TU CASA?, reprimí en mis adentros.