Capitulo 33

982 26 4
                                    

Era viernes por la noche, específicamente las nueve, me encontraba sentada junto a papá en el aeropuerto, nuestro vuelo salía en 20 minutos y unas grandes ojeras y ganas de vomitar me acompañaban. Mi padre había tratado de alegrarme un poco los últimos dos días pero jamás pudo y a este punto, mientras esperábamos subir al avión creí ver que se había rendido. Me sentía realmente enferma pero no por las ganas de vomitar sino que estaba psicológicamente tumbada en su totalidad, habían sido días verdaderamente malos.

Papá: ¿Estás segura de que no quieres un té? Aun faltan 20 min...

_______: No papá, déjalo, me encuentro bien.

Papá: Deberías revisar tu celular antes de subir al avión porque luego no podrás hacerlo, tu sabes...

_______: ¿Revisarlo para qué? ¿Para ver estúpidos mensajes de gente estúpida?

Papá: Oye deja de hablar así, eres una señorita y eso no es propio de una.

_______: Nada me importa ya. - Musité.

Respirar el aire de Carson era como volver a nacer, era la ciudad que me había visto crecer y todo recuerdo de la feliz infancia venía a mí, aun no podía creer que hubiéramos regresado después de tanto tiempo, en realidad, no había sido tanto tiempo pero eso parecía.
Llegamos a un hotel porque dormir esa noche en nuestra casa habría sido la peor de las torturas y menos en ese estado en el que me encontraba, ni siquiera fui capaz de tomar una ducha así que me recosté al instante y como el vuelo fue demasiado incómodo caí dormida al instante.

Al día siguiente mi padre y yo vestíamos completamente de negro, habíamos preparado comida para pasar el día en el cementerio y pasamos un rato caminando un poco por la ciudad reencontrándonos con personas del fraccionamiento.

Sollozos y lágrimas no paraban de salir de mi cuerpo y nunca lo dejarían de hacer, la estaba pasando demasiado mal, me sentía jodida en toda la extensión de la palabra, así era...

El día se encontraba presente, el día en que todo se fue al carajo, en el que ya nada tenía sentido, el día que no tuve tiempo de darle un verdadero adiós a mi madre y mucho menos agradecerle todo lo que hizo por mí y demostrarle cuanto la amaba, ese, en el que la vi salir de casa atareada por el trabajo sin saber que jamás regresaría a casa... Ese día.

Las heridas que habían sanado hace poco tiempo se abrieron nuevamente sin previo aviso, dejándome exangüe, sin esperanzas.

Tuve que pedirle a mi padre que me dejara sola junto a la tumba de mi madre, él no quería pero lo obligué a que me dejara.

______: Mamá... Una vez más nos encontramos. - sonreí sin ganas, fracasando. - Muchas cosas han pasado desde la última vez que estuvimos juntas... He perdido demasiadas cosas, incluyéndote pero ¿sabes? Me he sabido levantar como tu me enseñaste. - Se me escapó un sollozo. - Me has hecho demasiada falta. Ya me aceptaron en la universidad, conseguí verdaderos amigos y un amor...

No podía, no podía seguir al recordar aquellos ojos verdes, un acento británico y un cabello rizado alborotado sin preocupaciones.

_______: Aunque ya no sé si seguirá siendo mío. Me he comprometido, como siempre quisiste. - Mostré mi anillo en dirección a la tumba. - Mi corazón lo tiene un gran hombre, ojala lo hubieras conocido, estarías muy orgullosa de un yerno así. Ahora se ha convertido en un gran empresario y tal vez se mantenga muy ocupado en ello, tanto que, ya no tenga tiempo para mi; pero está bien porque pienso apoyarlo en todo lo que le traiga un buen futuro. Papá ha hecho un buen trabajo, hemos tenido problemas, como siempre... - Susurré, ella lo sabía. - Pero por ahora nos encontramos en buenos términos, no sé si lo sepas pero ha conseguido una mujer y aunque la odio con todo mi ser y entrañas, él está siendo feliz como tu siempre quisiste. Te necesito tanto... Conmigo.

Bullying - Harry Styles Y TúWhere stories live. Discover now