Nunca pensó que el rubio hubiera pensado lo mismo que él y estuviera camino a verlo para desayunar.

Así que al encontrarse, ambos decidieron ir por un café al local más cercano al estudio; por ello ahí estaban, en la esquina más apartada del lugar, ambos con lentes de sol en el rostro.

Todavía nadie podía saber lo que pasaría.

—¿Cómo crees que sean las chicas? — preguntó Louis, posando su rostro en su palma para mirar fijamente a Niall. Se encogió de hombros.

— Son increiblemente graciosas, y son amigas desde hace años  — Niall formó una sonrisa en su rostro, sin percatarse en la cara frustrada del castaño. Una vez lo miró, su sonrisa se congeló —. Lo siento, se me ha olvidado por completo...

— Nadie puede saberlo, Niall — Louis transformó su mirada a una de severidad.

—Lo sé, Lou...

***

— ¡Hora de despertar, flojas! — el muchacho entró con sartén en mano, pegandole con un cucharon al mejor estilo ama de casa. En las habitaciones, Margot dormía placidamente, Issa roncaba, Reggie estaba en la cama con su celular en mano, Karls simplemente leía un libro que estaba posado en su mesita de noche.

Hasta que Eros atacó, sacando el megáfono y pulsando el botón para activar la sirena. 

Regina cayó de la cama inmediatamente por el susto. Karls gritó por el susto mientras que Issa tomaba la almohada para cubrirse la cara y quitar el espantoso sonido de sus oídos, le había dado un susto horrible.

— ¡Eros! — gritaron el cuarteto de idiotas al unísono como un monstruo que sale del armario para asustarte, o como el cazador que va por la presa. Y en ese momento, el pelinegro supo que estaban más que enojadas.

Margot se asomó por la puerta de su habitación con una cara de frustración extrema y con los cabellos rizados como la melena de un león, Reggie salió de su cuarto con un portazo para dirigirse a la cocina, siendo seguida por Karls que iba a la sala para ver Netflix. Issa salió por la puerta dando un bostezo y pasando su mano por su cabello lacio.

— ¿Que hora es? — a pasos pesados, la castaña se dirigió al baño para arreglarse su cabello y tomar una ducha. Issa solo miró como Margot pasó frente a ella sin decir una palabra. Ignorada. Eros sacó su celular del bolsillo de sus jeans en un movimiento.

— Casi las dos de la tarde — se volteó —. Por cierto, la canción de How deep is your love que pidieron por twitter de Calvin Harris, ha aumentado en visitas.

— Nuestra lof va a emocionarse — dijo con una sonrisa la chica. Margot había decidido cantar esa canción por sí misma solo pidiendo ayuda para los efectos de sonido de fondo y algunas partes del coro, pero de ahí en fuera, todo había sido solo ella. Había quedado perfecto.

Aún en pijama y decidida a pasar todo su domingo así, la más alta del grupo se dirigió a la cocina para almorzar algo del refrigerador  y calmar su hambre.

No saben cual fue su sorpresa—o enojo, tal vez—al ver que ya casi no había comida.

Iban a morir.

— Pues hay que comprar comida — dijo Reggie, sentandose a lado de Karls en el sofá frente a la televisión con celular en mano.

— ¿Alguien me acompaña? — silencio. Su mirada pasó por ambas chicas hasta que su cara se volvió tierna. Vio a las dos chicas fijamente — ¿Reggie? ¿Beibi*?

La pelinegra se levantó de su asiento con un gruñido y maldiciones por lo bajo, no sin olvidarse de bloquear su celular y guardarlo en el bolsillo de sus jeans.
Una vez salieron por la puerta, se dirigieron a la plaza méxico que se encontraba frente a Rally's.
Obviamente, tomaron taxi, por que esta vez, la plaza quedaba un poco más lejos que el parque Courthouse.
En resumen, demasiado lejos de ellas.

Karls se desparramó en el sofá, mirando la pantalla concentrada a más no poder.

The walking dead era vida.

Bien podía pasar un terremoto y Karls seguiría viendo la televisión como si la vida le fuera en ello.

Hace dos episodios que Margot había salido de su cuarto para salir a dar una vuelta; estar encerrada en una casa de cuatro personas era algo ¿sofocante, tal vez?. En fin, también iba a verificar algo de la universidad y su beca.

Después de cuatro episodios más, el timbre de la puerta se escuchó; Margot no podía ser, no regresaría hasta dentro de unos minutos más por obvias razones, Reggie e Issa compraban comida mientras que Eros se entretenía con la laptop en su cuarto.

Con flojera, pausó su serie y se levantó del sillón lentamente. Su cara era de aburrimiento y frustracion a tener que abrir la dichosa cosa ¡interrumpen su momento de belleza! Al menos no fue mientras veía una película de Marvel.

Hubiera estallado la guerra.

— Ya le dijimos que no nos interesa comprar la dro... — se calló de repente. Y sus ojos se abrieron por la sorpresa y el shock. No podía ser.

— Hey — saludó el rubio pasando la mano derecha por su cabeza nerviosamente, su mirada se posó en los muchachos atrás del primero y su cara no tuvo precio.

Santísima mierda.

De su boca soltó un grito tan agudo que el chico frente a ella dio un salto por el susto del momento. Sin pensarlo a detalle y solo actuando por impulso, Karls cerró la puerta en las narices de Niall.

Debía llamar a las chicas, y rápido.

***
Holisssss
One direction apareció y con ello la duda de lo de Louis y Niall sobre las chicas.
Que no es tanta ciencia, pero bien.
*Sé que lo escribí mal. Ese era el chiste :D
Hasta el siguiente capitulo, hermosuras!!!

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