Capítulo 2

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       Cuando los cuatro regresaron a Grecia, el piloto había aterrizado el jet y Kurten sacó el auto para entregárselo a su respectiva dueña.

       —Jefa, ¿qué haremos ahora?— Kurten rompió el silencio de repente sacando de sus pensamientos a Estefanía.

       —Conduce la camioneta, que Drew vaya contigo. Eva y Carlos, vengan conmigo, andando.

       Kurten tomó la 4Runner siguiendo sus órdenes, ella tomó la Maserati, Eva se puso de copiloto y Carlos se puso en el asiento trasero. Encendió su auto poniéndose al frente de la 4Runner, pasados unos diez minutos empezaron a escucharse disparos y sirenas de policía.

       —MIERDA —exclamó visualizando una patrulla por el lado izquierdo, decidió llamar a Kurten. —Kurten, nos han emboscado.

       —Sí, Stef, eso lo he visto... ¿Qué pretendes hacer?

       —Estaciónate a un lado, colóquense los chalecos, ya los alcanzo.

       —Está bien, ya me coloco en la orilla e intentamos cubrirte

       —De acuerdo,— colgó rápido el teléfono y colocó las manos en el volante pensando en cómo actuar ahora. —Pónganse los chalecos antibalas y carguen las armas —habló con los restantes.

       Aparcó a un lado, los tres se fueron poniendo sus chalecos propios y se cubrieron detrás del carro con un arma cada uno, se empezaron a escuchar las sirenas y los disparos más cerca, Stef les hizo señas al equipo para atacar.

       —ANDROUTSOPOULOS, NO TE ESCONDAS. NO SEAS UNA COBARDE —gritó una voz que pudo reconocer como la de Wesley, uno de los policías que se la pasaba tratando de capturarla.

       —¡Vaya, miren a quien tenemos aquí! ¿No te has rendido aún? Wow, qué admirable tu capacidad —soltó aplaudiendo con una sonrisa irónica en su cara. —¿Vienes a tu fin?— subió una ceja mirándolo.

       —Nada de eso, preciosa, vengo a meterte tras las rejas —dijo con la voz fría, viéndola fijamente a los ojos, Estefanía simplemente largó una carcajada.

       —¿En serio piensas que podrás? Ay, Wesley, de verdad me gustaría quedarme a platicar sobre esa posibilidad... Pero olvidas algo importante— él la miró confundido hasta que la chica gritó, —SALGAN— Drew apuntó a Wesley con su rifle.

       —Camina, idiota— le dijo Drew guiándolo hasta la 4Runner.

       —Vámonos, nos esperan en casa— se oyeron más pasos, la muchacha se volteó rápido y sacó una pequeña Glock, atrás de ella estaba el oficial Keaton. —En serio eres patético... mucho más con compañeros como este individuo a tu lado— lo señaló indiferente, luego lo miró fijo a los ojos y sin ninguna clase de arrepentimiento le vació el cargador en el cuerpo, fueron cinco disparos para ser exactos, generando que Keaton cayera al suelo y Wesley comenzara a moverse tratando de liberarse del agarre de Drew sin ningún éxito.

       —MALDITA SEAS, ANDROUTSOPOULOS, ÉL ERA UN JOVEN EJEMPLAR —vociferaba medio lloriqueando, ella tenía marcada en su rostro esa sonrisa ladina tan suya que la caracterizaba.

       —Claro, por supuesto, un ejemplar que sirve de lección, —guiñó un ojo. —Equipo, nos vamos —dijo luego de unos segundos para comenzar a dirigirse a la casa.

       —Teffa, ¿por qué trajiste a Wesley con nosotros? ¿Qué planeas hacer con él? —preguntó de manera algo inocente –pudiera decirse– Eva.

       —Hacerlo pagar —habló simple y siguió entrando detrás del volante, —además, lleva pegado en mi trasero demasiado tiempo —rio entre dientes.

Lealtad por SangreWhere stories live. Discover now