Mi dulce desconocido

Celos de hermano mayor...

- ¿Y cómo se llama ella exactamente? –preguntó Isabelle aun frunciendo el ceño.

-Su nombre Drusilia Blackthorn, pero ella prefiere que le digan Dru.

- ¿Cuántos años tiene la chica? –preguntó Isabelle inquisitiva.

-Dru tiene trece años, al igual que Max.

- ¿Cómo es ella?

-Cabello castaño oscuro, ojos azules verdosos, un tanto bajita y menuda, es bastante linda, también tiene pecas en su rostro que la hacen ver adorable, le gusta leer, las películas del terror y bueno, tengo que admitir que es bastante competitiva.

Isabelle se mordió el labio pensativa.

-Se oye la clase de chica que Max querría.

-Exacto, lo sé conozco al pequeño Max, le encantará Dru, y ella también quedará encantada con Max ¿como si no? Ese pequeño es adorable, se parece tanto a mí Garbancito ¿cómo no amarlo?

Isabelle puso los ojos en blanco.

-Yo debería estar ahorcándote porque le estés buscando novia a mi pequeño hermanito.

-Mírale por el lado positivo, es algo qué hará feliz a Max.

-No lo sé, Max no...

-Por favor Isabelle, además ya no puedo hacer nada, le he dicho a Catalina que traiga su prima.

- ¿Es prima Catarina?

-Sí lo es, es bastante agradable, por favor dale una oportunidad, fin y al cabo el que tiene que escoger si le agrada o no es Max.

-No sólo el, yo soy su hermana mayor y ninguna chica puede estar con Max sin mí aprobación.

Magnus suspiró con cansancio mientras ponía los ojos en blanco.

-Los Lightwood's siempre quieren tener la última palabra en todo.

-Por supuesto que sí, somos muy sabios.

Magnus bufó mientras negaba.

-En fin, ve preparar a Max, tiene que ver encantador.

-No sólo Max, yo también tengo que verme perfecta, Simon vendrá esta noche.

Magnus esbozó una sonrisa divertida mientras miraba a la chica correr rápidamente hacia la habitación de Max. ¿No lo había comentado? Pues sí, Max adoraba tanto a Magnus y Alec que cada vez que Tessa y Will se iban del país el chico se quedaba en la casa de los chicos, al final Magnus le había dado una gran sorpresa a niño, una de las habitaciones para huéspedes la había transformado completamente, ambientándola para que Max se sintiera cómodo en ella, Isabelle y Jace que también extrañaban a su hermano mayor habían recibido una habitación en la mansión, no siempre se quedaban allí, pero sí muy seguidamente, Magnus e Isabelle ahora eran los encargados de vestir a todos los habitantes de esa casa, todos estaban felices por ello, excepto Ragnor y Alec ya que ellos no compartían los... gusto brillantes de Magnus e Isabelle, pero aun así eran arrastrados en un tormenta de brillos y colores.

Alec estaba acostumbrado a la colorida forma de ser de su novio, además le gustaba que Magnus estuviera feliz, y si usar colores de vez en cuando lo hacía feliz, Alec por supuesto que lo haría, Ragnor por otra parte no era tan paciente con su amigo por lo que cada vez que Magnus le daba un colorido regalo , lo arrojaba como si fuera basura sin importarle lo que pensara en moreno, el cual siempre terminaba herido, Alec muchas veces se molestaba por la actitud de Ragnor para con su novio, pero al fin y al cabo se había ido acostumbrando, al fin y al cabo el chico de cabellos verdes era así con todos, bueno al menos con todos los que no fueran Catarina ya que esa chica era el amor de la existencia de Ragnor, por supuesto el chico no lo mostraba así, habían cosas, como sus sentimientos, que Ragnor prefería guardarse para sí mismo, Catarina incluso había dicho bastantes veces que Ragnor no era la persona más romántica del mundo, pero aun así la chica estaba increíblemente enamorada de Ragnor y eso se podía notar en cada uno de sus gestos de la chica hacia su novio, porque si, Catarina definitivamente estaba completamente enamorada de Ragnor.