Presentaciones

9.4K 682 257
                                    

Bueno chicas, antes de empezar, quiero darle creditos de la historia a SabryCarranza ya que, aunque yo escriba la historia, ella fue la que me dio la idea. Muchisimas gracias por ello *-*

-Tengo 70 dólares -presumió Jace cayendo agotado en el sofá.

- ¡Te gané! Yo tengo 75 dólares -presumió Isabelle mirando a su hermano con burla - ¿tú cuánto tienes? -preguntó la chica sonriendo le con amabilidad.

El ojiazul se sonrojó inmediatamente.

-Conseguí 40 dólares -Isabelle hizo una mueca de desagrado.

-Ya vendrán tiempos mejores.

-Isabelle, no vendrán tiempos mejores y no me importa, en serio, es sólo propina.

-Quizás debería ser más encantador con los clientes -opinó Jace sonriendo.

Isabelle lo miró frunciendo el ceño y le arrojó una almohada.

-Tú sólo consigues propinas porque coqueteas con cualquier cosa que tenga un corazón latente -espetó la chica. Jace se encogió de hombros.

-Al menos consigo algo de dinero extra para la casa chicos.

-Yo conseguiré un trabajo extra, lo prometo, no les estoy ayudando mucho -se disculpó Alec.

Isabelle miró a su hermano incrédula.

-Dime qué estás bromeando, tú pagas el arriendo de la habitación, compras la comida y te esfuerzas para mantener todo lo necesario para nosotros, y lo del trabajo dejas que nos lo gastemos en nosotros mismos Alexander, terminarás matándote de agotamiento si sigues con este ritmo.

-Lo Izzy, pero aún seguimos pasando necesidades, no quiero que ustedes sufran por mi incompetencia.

- ¡Alexander ya basta! -Lo reprendió Jace quien parecía furioso -tú no eres ningún incompetente, desde que nuestros padres murieron y lo perdimos todo, tú nos has mantenido, nos has protegido, nos has cuidado, Alexander, deja de decir idioteces.

Las mejillas de Alec se tornaron violentamente rojas mientras miraba a sus hermanos con vergüenza.

-Lo siento Jace, yo solo no...

-Ya basta, mira hermano, no sé qué haríamos Isabelle y yo sin ti, eres nuestro salvador, así que deja de culparte ¿sabes qué? -Jace tiró sus propinas sobre la mesa -no me importa cuánto gane a diario, todo eso será para la familia.

-Pero Jace, tú necesitas el dinero.

Isabelle negó mientras dejaba su dinero sobre el de Jace.

-No Alexander, Jace tiene razón, tú nos has dado de todo, ahora te lo corresponderemos, los tres ayudaremos en el hogar, no es justo que tú te mates trabajando mientras nosotros somos un gasto.

-Chicos -comenzó Alec suspirando profundamente -ustedes nunca ha sido un gasto para mí.

-Lo se hermanito -Isabelle abrazó al ojiazul -pero nada cambiará nuestra opinión, queremos ayudarte, déjanos ayudarte.

El mayor le sonrió con ternura a la pelinegra mientras depositaba un suave beso sobre la coronilla su cabeza.

-Está bien y gracias chicos, no es necesario.

Jace también se acercó a su hermano y lo abrazó.

-Por supuesto que lo es, es completamente necesario.

Mi dulce desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora