Capítulo 5

1.4K 133 32
                                    


-Yuuri-

De verdad, no tenía idea de porque lo soportaba. Seguro, era bonito. Y devoto. E inteligente. Y un buen padre. Y maravilloso. Y fuerte. Y determinado. Y honesto. Y amable, en cierta forma brusca. Con cabello color miel, pero eso no importaba. Azul, o verde, o marrón hubieran estado bien para mí. Tenía la cara de un ángel; pero yo no necesitaba estar en el cielo. Sus ojos me recordaban lo profundo de un lago; lo que me hacía sentir que me estaba ahogando cuando los miraba por mucho tiempo.

"Wolfram, von Bielefeld, ¿qué es lo que voy a hacer contigo?"

Estábamos sentados en el estudio de Gwendal mirando su escritorio mientras el hombre ensombrecido tejía con sus dedos. Se veía como si estuviera por tener un aneurisma.

Wolfram y yo decidimos (luego de una larga discusión que duro prácticamente toda la noche) que: uno, no volveríamos a la Tierra hasta que el asunto del compromiso estuviera arreglado; dos, no le diríamos a nadie de nuestro problema excepto a Gwendal; lo que significaba que, tres, Wolfram atendería el consejo. Esto, por supuesto, significaba que yo no tenía palabra alguna sobre mi futuro. No es como si hubiera sabido que hacer si hubiera sido el que se sentara en el banco de los acusados. Y no era como si tuviera alguna palabra sobre mi futuro en primer lugar. Otros parecían ya haberlo estado planeando mucho antes de que yo naciera. Solo me estoy dejando arrastrar por la corriente.

Por lo menos, Wolfram era una persona en la que confiaba sin reparos. Era un lanzador demasiado recto para tener trucos bajo la manga.

—Díganmelo de nuevo —gruñó Gwendal—. ¿Su Majestad no está completamente en el cuerpo de Wolfram?

—Dejó su parte pervertida —dijo Wolfram.

—No tengo una parte pervertida —grité.

—Tengo que concordar con Su Majestad, Wolfram. No puedo verlo... —Gwendal dio un largo y sufrido suspiro—, deberías entender, él es tan...

—¿Enclenque?

—Si-no... ¡Maldición! —exclamó Gwendal mientras golpeaba su puño en el escritorio—. ¿Dónde está esa bebida que pedí? ¿Dónde está Conrart en momentos como este?

—Lo mandaste a la frontera.

—Grrrr... —el hombre de verdad gruñó. Como un tigre. Me pregunté si habían tigres aquí.

—Yuuri, no creo que realmente quisiera una respuesta —susurró Wolfram.

—Bien, solo vamos a acordar que no tengo una parte pervertida —dije—. ¿Podemos seguir?

—Tú tienes una parte pervertida. Me ha estado haciendo compañía todo el día. Y. Toda. La. Noche.

—¡Ah! Como si no tuvieras ninguna. Aparentemente, tú dejaste tu parte pervertida junto con tu Maryoku en este cuerpo. Me mantuviste despierto toda la noche con todos esos sueños sucios que estabas teniendo.

—¿Estás seguro que esos no eran tuyos? Creo que todas tus personalidades son pervertidas. ¿Sabías lo que el Maou me estaba haciendo anoche? Bueno estaba xxx mi xxx, y entonces él xxx, y me hizo xxx...

Tenía las manos en mis orejas así no podía escuchar lo que Wolfram estaba diciendo. Sin embargo podía imaginarlo demasiado claramente.

Ambos saltamos cuando el piso comenzó a temblar. Ah, sí, Gwendal aun estaba aquí.

—De verdad no me importa, o tengo la necesidad de escuchar que es lo que pasa en su habitación —gritó a toda voz—. Tú —apuntó a su hermano que todavía estaba en mi cuerpo—, tienes que reunirte con el concejo en cinco minutos. Desearía que me hayan dicho esto antes y pudiésemos haber pospuesto la conferencia. Pero ya es demasiado tarde.

Kyou Kara Wagamama PuuWhere stories live. Discover now