Capítulo 2

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-Yuuri-

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Me desperté en el lado de la cama de Wolfram a la mañana siguiente. Eso no era inusual. No con un compañero de cama como el mío. Probablemente debería comenzar a preocuparme si él se quedara en la misma posición durante toda la noche. Eso usualmente significaba algo muy malo. Y no me gustaban que las cosas estuvieran fuera de su lugar.

Gruñí con fuerza cuando una pierna me golpeo en el medio del estomago. Amo a mi hija, de verdad. Pero está creciendo rápido y fuerte. Fuerte, no había duda acerca de eso. Y parecía estar ganando más y más de las costumbres de Wolfram mientras se hacía más grande. Como dormir salvajemente en la cama. No recordaba que esto haya sido tan terrible la primera vez cuando la adopte.

Quité la pierna errante y puse mis manos por debajo de ella para acomodarla mejor, así no me estaría pateando. Ahí fue cuando note que Wolfram no estaba en la cama. Eso tampoco era algo inusual. Solo significaba que terminó en el piso.

Luego de reacomodar a Greta a mi lado, busque a mi prometido rebelde. Está bien, no estaba de este lado. Tampoco a los pies de la cama. Me tiré a lo largo de la parte inferior del colchón y miré por abajo al otro lado del piso. Ningún bishounen rubio. Qué extraño, ¿ya se había levantado? Él y Greta usualmente se quedaban en la cama cuando yo salía para mi entrenamiento matutino.

Miré mi reloj. Bien, ¿quién agarro mi confiable G-shock? ¿O me lo saqué? No. Levante una manga rosa hasta mi codo, ningún reloj aquí. Hice lo mismo con la otra manga rosa, ninguno aquí tampoco.

Había perdido mi reloj y a la tempestad rubia. Podría al menos levantarme, no puede ser tan tarde todavía. Normalmente, Conrad me despertaría para mi entrenamiento por la mañana. Y si no estaba en el Castillo Pacto de Sangre, entonces mi melodramático tutor lo haría.

Abrí la puerta y pedí a uno de los guardias que alguien me trajera mi ropa de gimnasia. Mi voz sonó rara y tenia frio en las piernas. Espero no haber pescado un resfriado.

Después de la afirmativa de los guardias, cerré la puerta y me dirigí al baño contiguo.

"¡Un minuto! ¿Acaso me llamaron...?" No. Debí haber estado imaginando cosas. Ellos no se dirigieron a mí como "Su Excelencia".

Antes de que pudiera llegar al baño, mi hija se sentó y me miró soñolienta.

—Wolfram... —dijo lentamente y entonces dejo salir un gran bostezo—. ¿Me quedé dormida?

—No, Greta. Creo que Wolfram se levantó temprano. Tal vez quería tomar ventaja para su viaje. ¿Por qué no vuelves a dormir?

No estaba completamente despierto todavía, y estaba seguro que ella tampoco. Sin embargo, tenía una extraña mirada en su rosto que hizo que dejara lo que estaba haciendo. Fui y me senté en la cama en vez de eso, y puse mi mano sobre su frente. Esto es lo que hacen los padres, ¿verdad? Era lo que hacia Wolfram cuando pensaba que yo estaba actuando raro.

—¿Te sientes bien? —pregunté preocupado.

—...No estoy segura —respondió—. ¿Te sientes bien?

Era linda cuando intentaba ser como un adulto. —Sí, me siento bien. Estoy por salir para mi entrenamiento matutino pero parece que perdí mi reloj, pero estoy seguro que solo no está en su lugar.

—¿Cuando comenzaste a correr todos los días? —me preguntó en un tono de sorpresa.

Mis cejas se fruncieron en forma de preocupación. — Sabes que siempre corro todos los días.

Kyou Kara Wagamama PuuWhere stories live. Discover now