#14. Grayson Dolan

3.3K 164 5
                                    

Estiré mis brazos hasta alcanzar el bol lleno de palomitas que se encontraba frente a mí. Me encontraba viendo la televisión junto a mi mejor amigo, Grayson.

Nuestra amistad había comenzado años atrás cuando yo me mudé a Nueva Jersey desde mi país originario, España. Eramos vecinos y nuestras madres se hicieron amigas íntimas prácticamente al instante de conocerse, haciendo que nos acostumbráramos a ir a la casa del otro constantemente. Desde ese momento de nuestras vidas nos habíamos convertido en inseparables.

Observé la pantalla atentamente, un grupo de personas se encontraban haciendo trucos con sus tablas de skate en ella.

-Siempre he querido aprender a hacer eso.-Murmuré por lo bajo mientras adentraba un puñado de palomitas en mi boca.

Grayson me miró. Parecía sorprendido, como si no creyese lo que acababa de decir.

-¿Nunca has probado?- Negué con la cabeza.- Pero ¿nunca de nunca o nunca de hace mucho y no me acuerdo bien?

Reí.

-Pensé que nunca sólo tenía un significado.

Mi amigo abrió los ojos como platos y se levantó del sofá.

-Nos vamos.-Exigió mientras tiraba de mi mano levántandome también del sofá.

-¿A dónde?- Cuestioné notablemente confundida y a la vez curiosa.

-No puedes ser mi mejor amiga y no haberte subido a un skate alguna vez.-Farfulló.

Reí. Mis ojos se iluminaron con ilusión al darme cuenta de lo que había dicho.

-¿Me enseñaras? ¿Ahora?

-¿Ahora? ¡Pues claro que ahora! Esto no puede esperar.- Gritó mientras corría por toda la casa.

Rápidamente recogió su monopatín del suelo abrió la puerta, aún sujetando mi mano. Me sonrojé levemente, podría decirse que me gustaba Grayson.

Era uno de mis mejores amigos, pero, oh vamos, el chico le parece guapo a toda la población femenina y una vez le conoces te gusta más porque te das cuenta de que es un chico con el que puedes hablar de lo que quieras cuando quieras. El caso es que, en algún momento de nuestra bonita amistad caí en sus redes cuando él, probablemente no se había dado cuenta de que las había lanzado.

-¡Vamos, date prisa!

Me reí al ver a Grayson tan ilusionado como un niño pequeño. Me encantaba ver sus ojos brillar mientras sonreía y corría por la calles arrastrándome tras él.

[...]

-Bien, todo se trata de equilibrio y un poco de control. Pon un pie encima del monopatín.-Indicó.

Hice lo que me pidió pero cuando estaba cogiendo impulso para colocar el segundo pie perdí el equilibrio y la tabla se alejó rodando por la calle. Me preparé para el golpe que esperaba que sufriera mi trasero con el suelo pero no fue así, unas manos me sujetaron con fuerza evitando que llegase a impactar con el suelo. Bufé. Ya era la segunda vez que ocurría esto en los menos de diez minutos que llevaba intentando hacer todo lo que Grayson pretendía enseñarme.

Era una patosa, siempre lo fui. No era capaz de subirme a una simple tabla con ruedas. ¡Incluso la persona más torpe del mundo puede al menos subirse! Bueno, todos menos yo. Definitivamente soy un caso perdido.

-Hey, no te desanimes Liz. Solo debes tener un poco de paciencia y seguir intentándolo. Ya verás como pronto podrás.- Le miré seriamente.

-Sabes perfectamente que soy un caso perdido Grayson.-Rió por lo bajo. Él muy maldito solo quería reírse de mí un poco más.-Y no te rías de mí.-Le dí un suave golpe en la parte trasera de su cabeza.

-¡Ay! No me maltrates.

Suspiré. Él si que era un caso perdido.

[...]

-¡Grayson, lo estoy haciendo! ¡Estoy patinando!- Grité entusiasmada. No me podía creer que después de todos esos intentos fallidos iba a terminar por lograrlo.

-¿Ves? Te dije que podías y que sepas que yo siempre confié en ti.-Afirmó como un padre que felicita a su hijo después de haberle enseñado a andar en bici.

-Claro.-Reí.-Eso lo dices ahora, antes cuando te estabas riendo de mí sin reparo alguno no me dabas tanto apoyo.- Le reclamé mientras me bajaba del monopatín antes de caerme y estropear mi hazaña.

-Sabes que yo siempre creo en ti y te apoyo, incluso cuando tu no lo haces.-Susurró acercándose a mí.

¿Por qué sentía que esta conversación se estaba transformado a otra cosa muy repentinamente?

-¿Siempre?- Murmuré insegura de su declaración.

-Siempre.-Aseguró acercándose aún más a mí.

Mi respiración se cortó ante su cercanía. A pesar de ser mejores amigos nunca había habido tan poca distancia entre nuestros rostros y no ayudaba nada para mi enamoramiento hacia él. Quería responderle algo, pero mi mente no era capaz de idear una respuesta por sí misma. Solo podía pensar como Grayson parecía estar cada vez más cerca.

Cuando quise darme cuenta de lo que estaba sucediendo sus labios ya se encontraban sobre los míos, uniéndonos en un lento beso.

¿Era todo esto real? ¿Estaba besando a Grayson? Mejor dicho. ¿Estaba Grayson besándome? ¿A mí?

La respuesta llego rápidamente cuando sentí que me abrazaba fuertemente por la cintura y juntaba nuestras frentes. Mariposas brotaron en mi estómago al darme cuenta de lo que acababa de ocurrir. Una ola de valentía me invadió y decidí hablar.

-Creo que debería pagarte las lecciones de monopatín de alguna forma.-Susurré contra sus labios, sonriendo.

-Me parece una gran idea.-Murmuró con una sonrisa de lado justo antes de volver a unir nuestros labios en un nuevo beso.

One ShootsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora