#1. Matthew Espinosa

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Ally's pov.

Me encontraba dando un paseo con mis mejores amigas, Lexie y Diana, íbamos hablando y riendo por el parque.

-¡Hey Ally!-Me llamó Diana.-¿Esos no son tu hermano y sus amigos?-Señaló detrás de mí con su dedo índice.

Me volteé y efectivamente, un poco alejados de nosotras se encontraban riendo mi hermano, Jake y sus amigos Matt y Daniel. Observé disimuladamente a Matt, me había gustado desde hace un año, si mi hermano se enterase probablemente me mataría por sentir algo hacia su mejor amigo. 

Matt tenía el pelo castaño claro, casi rubio. Sus ojos eran más bien mieles. Puede que parezca un color muy común pero a mí siempre me expresaron miles de cosas. Para mí Matt era perfecto.

-Sí, son ellos.-Sonreí y saludé a mi hermano, quién estaba mirando en nuestra dirección.

Al verme sonrió y se acercó seguido de sus amigos. Nada más llegar a mi lado Matt me estrechó entre sus brazos sin darme a penas tiempo para reaccionar. Éramos algo así como mejores amigos.

-Hola Ally.-Sonrió.

-Hola Matty.- Le llamé por mi mote hacia él mientras le devolvía la sonrisa.Me giré y les salude a mi hermano y a Daniel.-Hola chicos.

Mis amigas hicieron lo mismo que yo y al final decidimos unir los grupos y hacer algo juntos.

-Bueno, ¿qué os apetece hacer?-Cuestionó Daniel.

Él también era guapo, rubio de ojos verde esmeralda con algunas pecas. Pero no era mi tipo, era más bien el tipo de Lexie. Palabras de ella, no mías.

-¡Vayamos al parque de atracciones! Hace mucho que no voy y no está tan lejos.-Exclamó ella emocionada. Ella era una fanática de los parques de atracciones.

***

Ya estábamos en el parque de atracciones y ahora nos encontrábamos discutiendo sobre en qué atracción montar primero.

-Podríamos ir a la casa del terror.-Propuso Matt.

-O a la lanzadera.-Dijo esta vez Lexie.

-Yo quiero ir a las tazas.-Dijo Diana.

-La montaña rusa estaría bien.-Opinó Jake.

-¡No! A las barcas.-Grité ilusionada.

 Era mi atracción favorita. Se trataba de un circuito acuático con muchas rampas y túneles. Me encantaba. Además quería evitar por todos los medios evitar subir a la lanzadera. No le tenía miedo a las alturas, pero la sensación de caer al vacío no me gustaba. No me gustaba nada.

Todos observamos a Daniel. Él haría el desempate. Todos pusimos caritas de perro mojado para que eligiera nuestra opción.

-Me gusta la idea de la lanzadera.-Me miró disculpándose con la mirada.

Suspiré con fuerza. Cómo no, estaba claro que elegiría la opción de Lexie. Esos dos serían pareja pronto, estaba segura. No como yo y Matt.

-Id vosotros, yo os espero.-Me miraron intentando asegurarse de que me parecía bien.

-Yo me quedaré con ella, id tranquilos.-Habló Matt.

Los demás asintieron y se pusieron en camino a la lanzadera. Sinceramente, no se qué le veían a esa atracción.

***

Matt y yo nos encontrábamos comiendo un helado ya que a los chicos les gustó tanto la atracción que decidieron repetir. Encima había una cola interminable.

-Déjame probar el helado.-Supliqué por millonésima vez.

-Nope.-Siguió riendo.

Me cansé, no pensaba irme de aquí sin probar su helado.

-¡Oh Dios! ¡Mira un peluche de dinosaurio!-Señalé detrás de él mientras movía mis brazos efusiva-mente. Él se giró inmediatamente y yo aproveché para darle un bocado a su helado. Pero me incliné con demasiada fuerza y me estampé el helado en la cara. Genial. Simplemente genial.

Él al darse cuenta de lo que había pasado me miró seriamente. Lentamente comenzó a limpiar mi cara con su servilleta.

-Ay pequeña Ally, ¿qué voy a hacer contigo?-Rió. -Ahora ya no me queda helado.

Sonreí algo apenada. No me había dado cuenta de lo cerca que estábamos. Inconscientemente me acerqué más a él. Inmediatamente me sonrojé y aparté la mirada distanciando ligeramente nuestras caras.

-Me encanta cuando te sonrojas.-Susurró haciéndome sonrojar aún más.

Se comenzó a acercar de nuevo hasta finalmente acortar la poca distancia en un tierno beso. Mis piernas flaquearon y me sentía la persona más feliz del mundo. Le respondí el beso enredando mis manos en su cabello, él me abrazó por la cintura. Poco después nos separamos en busca de aire. En estos momentos debía encontrarme más sonrojada que nunca. Él sonrió.

-Siempre me gustaste, desde que te conocí.-Susurró con nerviosismo.

Una inmensa felicidad explotó dentro de mí, él me quería, Matt me quería.

-Tu a mí también.-Susurré a penas audible. Pero él me escuchó ya que sonrió me dio un pequeño pico y agarró mi mano.

-Vamos a buscar a los chicos.

One ShootsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora