One Shoots

#6. Carter Reynlods

Me encontraba recogiendo mi cabello en una especie de moño que dejaba ver algunos de los tirabuzones que había hacho previamente. Una vez terminado mi peinado observé detenidamente mi cama, en ella habían colocados tres vestidos, a cada cual más bonito, con sus zapatos y accesorios respectivamente. Había llegado el momento de la indecisión.

 Esto es lo que pasa cuando tu novio, con el que llevas ya una relación de cinco años te dice que quiere ir a una cita contigo. Esto sin contar con que llevamos alrededor de un año sin ir a una, simplemente salíamos, pero no en una cita. Volviendo al tema, te dice vamos a una cita, vístete elegante. No sabía que pensar, quizás me estaba esforzando por ir demasiado elegante. 

Dirigí mi mirada de nuevo a los vestidos, uno era negro completo, pero en los hombros y brazos la tela era transparente, otro negro también, solo que tenía toda la zona del escote transparente (pero sin dejar ver nada) y el último parecía estar formado por dos partes, pero en realidad solo era una, era una especie de top que dejaba ver un trozo no muy grande de piel a cada lado de mi cintura y una falda negra con decoraciones en forma de flor doradas, ocupándola casi por completo. 

La verdad creo que el último conjunto tenía más votos a favor por mi parte. Lo observé detenida mente. De verás que soy una indecisa. Finalmente tomé el vestido entre mis manos y me lo puse junto con los tacones a juego. Me miré en el espejo, me gustaba como me veía. Ahora solo me quedaba esperar a que Carter llegara.

[...]

Me encontraba viendo un capítulo de mentes criminales por segunda vez cuando el sonido del timbre inundo toda la casa. Los nervios florecieron de nuevo en todo mi ser. Carter ya estaba aquí, al otro lado de la puerta.

Me levanté rápidamente y corrí a abrirle la puerta, Encontrándome con un Carter vestido de traje, viéndose increíblemente bien.

-Princesa. - Tomó mi mano mientras me veía detenidamente. El zumbido del enjambre de abejas en mi estómago reapareció.

-Carter.

[...]

Carter me había traído a una cena romántica en la playa, el lugar en el que nos conocimos. Si sabía algo sobre Carter en estos cinco años es que se le daba fatal todo lo romántico, sinceramente estaba muy sorprendida. De verdad debía haberse esforzado mucho. Pero no podía parar de pensar en la razón por la que había decidido traerme en una cita después de tanto tiempo.

-Lisa. -Se levantó de su asiento. -Tengo algo que decirte. -Le miré atentamente animándolo a que continuase. Él se limito a rascarse la parte posterior de su cuello y dedicarme una mirada nerviosa. -Yo...Yo te amo Lisa, se que ya te lo he dicho muchas veces pero quiero decírtelo una vez más, pero con otro propósito. Por favor no me interrumpas. Llevo amándote incondicionalmente desde el primer día en que te vi, me robaste la respiración y no estoy bromeando cuando te digo que en ese momento se me olvido incluso como respirar. Ahora, cinco años después todavía sigo sintiendo lo mismo que la primera vez, es más, creo que las reacciones de mi cuerpo ante ti aumentan conforme pasa el tiempo. -Para este momento mis ojos ya se encontraban llenos de lágrimas. -Solo tengo algo claro en todo este asunto, quiero pasar el resto de mi vida contigo. -Se arrodilló y me tendió una cajita azul de terciopelo. Tapé mi boca con mis manos, sabiendo perfectamente lo que venía a continuación y siendo más que feliz con eso. -Lisa quiero formar una familia contigo, quiero ver a nuestros hijos crecer y cuando seamos dos ancianos poder contarles historias a nuestros nietos, pero sobre todo, quiero estar contigo. Mi único deseo es estar contigo, por eso te pregunto, Lisa, ¿quieres casarte conmigo y pasar el resto de tu vida junto a mí?

-Sí, si quiero, claro que quiero Carter. -Corrí a abrazarle, él limpio mis lágrimas y nos unió en un tierno beso para después abrazarme fuertemente.

-Gracias, gracias por hacerme el hombre más feliz de este planeta, y que sepas que eres la única persona capaz de hacerme actuar tan sumamente cursi. Simplemente gracias por ser tu y por fijarte en mí.