#10. Hayes Grier

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<<Dios mío >> Susurré para mí misma. 

No tengo ni idea de cómo llegar a la clase que me toca ahora. Reviso el horario de nuevo asegurándome de que debo encontrar la clase de matemáticas. A continuación, llevo mi vista de nuevo al mapa que me dio la chica de la entrada. <<No es un instituto muy grande, aunque seas nuevo no te perderás, pero aún así toma el mapa.>>

No es un instituto muy grande...Ja. De haberlo sabido me habría reído en su cara en el mismo momento en el que me dijo esa gran tontería.

Bueno, el aula de matemáticas justamente no tiene ningún número con el que pueda guiarme. El mundo me adora.

Me quedo parada en medio de pasillo sin saber a dónde ir. Hay dos pasillos por los que seguir mi camino, uno a la izquierda y otro a la derecha. No se por cuál ir. ¿Qué digo? Ni siquiera sé en que parte de esta jaula para adolescentes estoy.

Permanezco parada entremedias de ambos pasillos. Miro el mapa del instituto y luego los pasillos. Los estudiantes se pasean apresuradamento por ellos y no es de extrañar, el timbre acaba de sonar y ya todos deberíamos estar en nuestras clases correspondientes.

De repente algo o alguien me golpea haciéndome caer al suelo esparciendo todos los papeles que llevaba en mis manos por el suelo.

-Lo siento, no te vi. Debería estar más atento.-Escucho que un chico se disculpa.

-No te preocupes, yo tampoco debería haberme parado en medio del pasillo.-Me disculpé, mientras recogía los papeles del suelo.

Él se agacho para ayudarme a recogerlos. Vio el mapa y lo cogió. Levanté la mirada para encontrarme con un chico de mi edad (como mucho podría tener un año más), con el pelo negro azabache echado hacia atrás formando un pequeño tupe (lo justo para que no se viera ni aplastado ni muy levantado) y unos hermosos ojos azules, los más celestes que había visto en mi corta existencia, acompañados de una pequeña sonrisa de lado.

-¿Eres nueva? ¿Necesitas ayuda para encontrar tu clase?-Preguntó tropezando con sus propias palabras. Reí por su entusiasmo.

-Sí y...Sí.-Asentí avergonzada al admitir que llevaba perdida mucho más tiempo de lo normal.

-Por cierto, soy Hayes,Hayes Grier.-Sonrió más ampliamente mientras me ayudaba a levantarme del frío suelo.

-Maira, Maira González.-Sonreí tímidamente mientras aceptaba su mano.

-¿Eres latina? Oh Dios, ¡Eres latina!-Sus ojos brillaron.

-Soy española.-Reí mientras le observaba hacer un extraño baile, al parecer celebrando que era española.

-Perdón.-Se disculpó.-Siempre quise tener una amiga latina.-Sonrió tímidamente.-Bueno.-Sujeto mi horario entre sus manos y miró su reloj de mano.-No creo que nos dejen entrar en ninguna clase a esta hora. ¿Qué te parece si te hago un tour por el instituto mientras se acaba la hora?

-Claro, por mí está bien. No creo que digan nada si les explicamos que no conozco el instituto.

Él se limitó a sonreír más ampliamente, coger mi muñeca (provocando un sonrojo por mi parte) y comenzó a correr, arrastrándome tras él. Reí de nuevo. Este chico se entusiasmaba por todo.

[...]

-Y entonces le dije, "¿En serio crees que no me atrevo a hablarle a la señora?", mi hermano al oír esto me aposto su paga de un mes a que me atrevería a hablarle a la señora para decirle que soy su nieto perdido.

-¿Y...? ¿Lo hiciste?-Cuestioné entre risas, este chico era de lo más gracioso.

-Obviamente.-Estallé en carcajadas haciéndole reír a él también.-Me pegó con su bolso y me dijo que ni se me ocurriera volver a acercarme a ella en la vida.-Confesó entre risas.

-Oh Dios mío.-Para este momento ya no era capaz de controlar mis carcajadas.

Hayes paró de caminar frente a la puerta de mi clase siguiente.El timbre tocaría en tan sólo unos minutos. Me miró fijamente y cuando le miré desvió la mirada, como si quisiera hacer algo pero no se decidía.

-Hayes, ¿qué pasa?

-¿Me llamarías loco si te pidiera que te saltaras todas las clases de tu primer día conmigo?-Se rascó la parte de atrás de su cuello.

-Para nada.-Sonreí. Solía saltarme las clases en mis anteriores institutos, no era nada nuevo para mí, como tampoco lo era para mis padres recibir llamadas del director diciendo que me salto muchas clases.

-Bueno, entonces ¿Maira, quieres saltarte todas las clases de tu primer día conmigo?

-Por supuesto.

One ShootsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora