Era de noche. Hacía calor ya que era verano. Estaban solos en tu casa con Harry, tu chico, hace 7 meses que salían. Ya habían cenado y ahora estaban viendo una película. Estaban en el sofá de tu casa, abrazados. En un momento Harry te dice que quiere algo serio con vos. Te sorprendió su propuesta y te nublaste, te pusiste nerviosa y terminaste por decirle que era muy pronto, que no te sentías cómoda con algo así por el momento. Él se había puesto triste. Vos trataste de explicarle que eso no cambiaba cuánto lo querías. Él dijo que era mentira, que si lo quisieras aceptarías. Vos le dijiste que no tenía que dudar de que lo quisieras, ya que se lo habías demostrado y que no tenía por qué presionarte si te quería. Se molestaron los dos. Empezaron a discutir y cuando empezaron a levantar la voz Harry abrió la puerta y se fue, molesto, triste. Viste como Harry cerró la puerta y te quedaste inmóvil, con una angustia que solo hizo que te paralizaras. Por qué te costaba tanto decirle que sí a Harry? Si lo querías, en realidad lo amabas, pero tenías miedo de decírselo. Una lágrima recorrió tu mejilla y ahí te diste cuenta. Que tenes miedo de estar con alguien, de entregarle algo a una persona que sabes que no podes recuperar. Valía la pena quedarse solo con el miedo y perder a alguien a quién amas? No. No querías perder a Harry. Decidiste salir a buscarlo. Tendría que haberse ido caminando, ya que no tenía su auto y era muy tarde como para que consiga un taxi a esta hora. Buscaste las llaves de tu auto por cinco minutos pero no las encontrabas. Te pusiste una campera para ir buscarlo por el camino que habitualmente hacían caminando. Saliste de tu casa y llovía demasiado. Cerraste la puerta y comenzaste a correr, lo más rápido que podías mientras las gotas de agua te mojaban cada vez más. Tenías que encontrarlo, no te importaba mojarte, solamente querías explicarle. Doblaste en una cuadra y viste la silueta de un chico alto, lo reconociste por su forma de caminar, sonreíste, iba por la mitad de la cuadra.
-Harry!- gritaste. Se dio vuelta y te vio, se quedó inmóvil. Sorprendido
-____________? Qué haces? Te vas a enfermar- dijo cuando llegaste a él
-Harry...- tomaste aire, ya que corriste tres cuadras abajo de la lluvia- perdoname, soy una tonta por decirte que no, cuando en realidad si quiero estar con vos, de verdad lo quiero, lo que pasa es que...- bajas la mirada, y respiras hondo. Lo volves a mirar, la lluvia se hace más intensa- es que tengo miedo-
-Miedo de qué? Yo no voy a lastimarte ____________, sabes lo que siento por vos- responde Harry, tranquilo.
-Si, lo sé, y vos sabes lo que te quiero y eso me da miedo, me da miedo querer así, me da miedo entregar algo que es mucho de mi y de alguna manera duele. Sabes que me lastimaron y aunque sé que no me vas a lastimar de esa manera, tengo mis inseguridades por... lo que me pasó. Y ahora, que te tengo, me da miedo, me da miedo querer tanto. Harry...- bajas la mirada otra vez y cerrar los ojos
Harry se acerca a vos
-Qué?-
Lo miras, fijo. Los dos están mojados, las gotas de agua recorren sus rostros.
-Te amo-
Él se queda inmóvil. Mirándote. Luego, rápidamente te toma con una mano del cuello y te besa, con intensidad. Te agarra de la cintura y te levanta un poco del suelo. La punta de tus zapatillas rozan el suelo. Vos le devolves el beso, abrazandolo por el cuello. Luego de unos minutos te baja. Y sin soltarte, con su rostro pegado al tuyo, teniéndolo frente a frente, te dice
-No tenes que tener miedo, vos podes confiar en mí y te lo voy a demostrar. Yo estoy igual que vos, te estoy entregando algo que no voy a recuperar y da miedo dar ese paso. Pero te elijo y te voy a seguir eligiendo porque te amo ___________, si? Lo que sentimos es más fuerte que el resto, por eso estamos acá los dos, mojandonos abajo de la lluvia, porque lo demás no importa. Somos vos y yo-
- Me perdonas?- le preguntas
-No tengo nada que perdonarte, solamente teníamos que hablar amor- responde Harry
-Prometo hablar de todo lo que me pasa entonces- le decis
-Me parece bien- te sonríe.
Lo besas.
-_____________?- te dice
-Si?-
-Entonces... queres ser mi novia?- pregunta con timidez
-Si- y lo besas. La lluvia, su tacto, el olor de la lluvia mezclado con el perfume de Harry. Era todo tan lindo. Y sabías que ya no ibas a poder volver atrás. Y pensaste, "alguna veces hay que sangrar para saber que estás vivo y tenes alma, pero necesitas encontrarte con alguien que te muestre cómo" Y arriesgarte con Harry no podía ser nada malo, porque el poder amarlo y que te ame como sabes que él te ama, vale la pena. El miedo siempre va a estar y no podemos permitir el no vivir por eso. Porque el dolor que de verdad vale la pena, no es dolor, es vivir. Y nada, en realidad, es tan grave como para que duela tanto, como para tener tanto miedo. El miedo se supera y se logra eligiendo vivir simple. Porque el dolor es parte de la vida y hay que saber disfrutarlo, hay que saber vivirlo. Sin miedo a nada. Sin perderse nada. Con ganas de todo. Con el amor como base.
