-Desconozco su tipo de raza señorita Lennox, pero es un gato muy exclusivo y único. Por eso le preguntaba e insistía tanto en saber dónde lo encontró. Jamás había visto un gato con este tipo de pelaje y color. ¿Puede notar que es muy brillante?

-Lo bañé con champú extra brillo. –digo en broma y en él se nota una leve sonrisa. –Aunque sí, es un gato de pelaje gris que a veces se nota azul...

-Tornasol. –dice. –No es común, el pelaje. Cuídelo si quiere quedárselo.

-Entonces, ¿Cuánto tiempo tiene?

-Tres meses exactos. Y justo debe tener una vacuna a los tres meses y si desea desparasitarlo con gusto lo hago. –le sonreí.

Al final todo tiene un costo, y algunos no reciben sonrisas de regreso. Aunque lo admito, era guapo este veterinario, es el mismo que ve a Gaho. Así que Blue debe llegar a casa y hacer sus necesidades. Le toca vacuna a los seis meses y otro a los nueve.

-Tienes carnet gatuno. Casi humano y eres paciente del doctor veterinario Alexander Braun. Gatuno amigo único en tu especie, raza desconocida y pelaje tornasol. Ideal para mí... felicidades, eres parte de mi vida.

Blue solo me mira.

-Y lo ideal también seria comprar comida para ti y todo lo necesario, incluso Blue te compraré una cama y un bolso para llevarte a cualquier lado. Y un collar, seré tu dueña y ama.

Lo miro en busca de agradecimiento pero me ignora. ¿Qué clase de gato es? Un malagradecido.

Cuando llegué a la casa de Ji Gaho me recibe con ladridos. Incluso me tira la pelota para que se la tire lejos. Y lo hago. Va y regresa, y aun no puedo entrar a la casa.

-Déjame pasar. –digo con las bolsas en la mano. –Quiero ir al baño y necesito que Blue también. Deben compartir baños, al menos dale espacio. –Gaho ladra y se va.

Siquiera sé porque dije que tenían que compartir baño, ¡Le compre arena a Blue!

¿Dónde sería buen lugar para dejarle el baño a Blue? Genial, siquiera puedo ingeniármelas para elegir el bendito lugar para que el gato cagué. Gaho tiene todo afuera... incluso su baño. Pero Blue es más un gato de interior...

Frunzo mis ojos e intento pensar. Pero algo en la piscina llama mi atención...

-OH POR DIOS. –grito como desesperada y corro hacía allí. Blue se había metido en el agua de la piscina y lo vi tratando de escapar... -Maldición... maldición. –digo casi muerta de frío... no. ¡Muerta de frío! ¿Cuándo fue la última vez que me tiré al agua para salvar a alguien?

Con ropa y zapatos.

Tanto Blue como yo estamos empapados, así que como robot entro a la casa y voy directo a la habitación. Primero me preocupo en secarlo a él, luego yo podré meterme a la ducha.

-¿Por qué hiciste eso? Eres un gatuno idiota. –digo secándolo con la toalla. –Quédate quieto pronto estarás seco.

Veo la secadora y comienzo a ocuparla. Cuando ya veo que su pelaje esta seco dejo que huya de mis manos. Incluso, mi teléfono estaba metido en el cesto de la ropa.

Había olvidado que lo dejé ahí cuando salí esta mañana. Pero me desvisto y voy a la ducha, por hoy no tengo nada más que hacer y no pretendo salir a ningún lado.

Y casi como una indigente me quedó en el sillón de la sala viendo televisión. Gaho y Blue me hacen compañía, ¿Qué más puedo pedir? Al menos me calientan los pies. Afuera escucho algo leve, y Gaho comienza a llorar.

-Tranquilo, no soy Ji. –digo mientras me mira. –Dormirás aquí conmigo, no permitiría que te mojaras aunque tuvieras casa con techo.

Y la lluvia se hace más fuerte en Londres.

Diario de una aprendizWhere stories live. Discover now