ALICE VEE

0.5

Salimos los dos de casa, no me había molestado en coger la chaqueta porque no sentía frío, ni calor, ni dolor, nada. Lo único que se apoderaba de mí en estos últimos años había sido la sangre, la muerte, la ira, el egoísmo, la rabia...

Caminamos en silencio hasta llegar al Bar de Olly y entramos los dos. Me dirigió a una mesa que quedaba vacía y nos sentamos, ya estaba medio borracha porque me había bebido toda la botella que había cogido en casa antes de salir.

— ¿Qué tomas? — Me preguntó mi hermano antes de dirigirse a la barra a pedir.

- Una botella entera del Whisky más fuerte que haya - Dije mirando al suelo.

Vi como mi hermano se iba caminando a la barra. En menos de 5 minutos Jon ya había vuelto con lo que pedí y con otra botella para él.

- Estás bastante borracha para seguir bebiendo pero soy el hermano divertido así que vamos a beber hasta que no podamos más, lo necesitamos. - Por eso lo quería tanto a él, no es el hermano responsable y normal que tiene todo el mundo pero siempre está cuando lo necesitas y te ayudaría con su propia vida si hiciese falta.

- Nunca me esperé que Samuel fuese capaz de algo así - Solté de repente.

- Samuel es un gilipollas - Contestó con su típico tono de burla.

No pude evitar reírme, tenía un sentido del humor muy especial.

Y así pasamos el resto de la noche en el Bar de Olly, ahogando nuestras penas en alcohol y en críticas hacia nuestro hermano. Ni siquiera recuerdo como volví a casa, estaba demasiado borracha pero lo mejor de ser vampiro es que ahora no tengo resaca, como si no hubiese bebido nada.

Fui al baño de mi habitación con la intención de darme un buen baño y resultó que mi preciada ducha no funcionaba. Me envolví en una toalla y fui a la habitación de Jon, abrí la puerta sin picar y entré encontrándome a mi hermano profundamente dormido, me acerqué a él y deposité un beso en su mejilla. Después caminé hasta la enorme bañera que tenía en medio de la habitación, la llené de agua y de espuma con olores tropicales que había comprado ayer Jon para mí y me sente al borde de la cama a esperar.

Cuando se acabó de llenar la bañera me quité la toalla con tranquilidad y me metí dentro. Me estaba relajando mucho, hacía tiempo que no lo hacía. Me tranquilizaba el aroma que soltaba la espuma pero como siempre mi momento de relajación fue interrumpido.

La pequeña humana entró en la habitación de mi hermano  sin llamar a la puerta y no se dió cuenta de mi presencia porque se acercó a la cama de Jon sin mirar en mi dirección. Lo movió un poco para despertarlo y este abrió los ojos y se levantó de la cama a velocidad vampirica.

Uy, aquí hay algo más que una relación de amistad.

Sonreí con malicia.

- Tenemos que hablar - Le dijo la rubia - De lo de el otro día - Dijo mirándolo, podía notar el nerviosismo en su cuerpo, el corazón le latía más rápido de lo habitual.

- Tesa lo de hace dos días fue algo que no debió pasar - Contestó mi querido Jon - Estás con mi hermano no puedo quererte de esa manera - Añadió y ahí lo entendí.

Esa era la maldita razón por la que siempre la protegía. Él también se había enamorado de ella.

- Que complicado es el amor ¿Verdad? - Pregunté haciendo que los dos me miraran sorprendidos y sobresaltados.

- ¿Qué haces aquí? - Me preguntó mi hermano.

- No funciona la ducha de mi baño y evidentemente no voy a usar la de Samuel, estamos peleados - Dije tranquila encogiéndome de hombros mientras me levantaba y caminaba completamente desnuda hasta ponerme enfrente de Tesa.

- Eres como una barbie humana a la que le gusta jugar a dos bandas y como le hagas daño a Jon yo misma acabaré contigo sin pestañear  - Dije mirándola fríamente.

Sabía lo que pasaba con Tesa y lo que estos dos idiotas habían intentado ocultarme. Resultó ser que la humana desciende de la familia de la retorcida de Eugine.

¿Qué quiere decir esto?

Los vampiros y las brujas son enemigos naturales, no coexisten de forma pacífica. Nunca ha sido posible y no lo será nunca. La relación de Eugine con un antiguo amigo es el mejor ejemplo de todos.