Capítulo 9: Promesa rota

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Primero que nada, muchas gracias por sus comentarios y su tiempo de lectura. 

Por aquí les dejo mi página de facebook donde me pueden hacer más presión para que publique xD 

https://www.facebook.com/booklover8/

Y el link de mi blog donde subo ya sean reseñas de frases u opiniones literarias :) 

dabookwords.wordpress.com

***

POV BELLA


Caminaba con cuidado mirando el piso, teniendo la precaución de no resbalarme, cuando ya casi llegué junto a ellos, me descolgué la mochila del hombro para dársela a su padre.

-Perdón por tardar tanto. Debí haber llamado para avisar. –Escuché la disculpa del papá hacia su hijo. Mis pasos se detuvieron bruscamente y mi mirada inmediatamente estuvo puesta en él. La voz era diferente por obvias razones, pero la habría reconocido en cualquier lugar, incluso, si hubiera sido por teléfono, sabría a quién le pertenecía.

Tenía toda su atención puesta en la personita que sostenía en sus brazos, le alborotó el cabello con un gesto de cariño y el pequeño soltó una risa, la cual, se vio interrumpida cuando me vio.

-¡Mi mochila! –Exclamó señalándome-. Gracias maestra Bella.

La pronunciación de mi nombre hizo que él volteara hacia mí. Y Dios, puedo jurar que la fuerza de la gravedad tuvo que haber sido muy fuerte en ese momento, porque eso fue lo único que me mantuvo en pie en ese instante.

Mi mente no le había hecho justicia en lo más mínimo, todavía lo recordaba tal como era a la edad de nueve años con facciones de niño, ahora esos rasgos habían sido sustituidos por la edad y daban como resultado un hombre que me comenzaba a quitar la respiración.

Podía sentir mi corazón latir con fuerza, como si en cualquier momento se fuera a salir de mi pecho. Sus ojos, esa mirada con la que estaba acostumbrada a convivir todos los días de mi infancia, ahora se encontraban ahí, frente a mí. El color apenas y se había oscurecido un poco, el brillo que yo recordaba de la niñez ya no estaba, ahora se encontraba reemplazado por la madurez de un adulto que parecía conocer todo del mundo.

Me miraba con una mezcla de incredulidad y reconocimiento. El corazón me dio un vuelco. Los recuerdos de todo lo vivido me invadieron en un instante, pareciera que todo lo que con tanto trabajo había estado guardando en el fondo de mi ser, lo que tanto creía yo que estaba olvidado o al menos superado...volvió a la superficie, eran recuerdos que casi se podían sentir tangibles, recuerdos que se resumían en el lazo que habíamos forjado años atrás.

-Bells...-Por fin pronunció mi nombre. Ese nombre que llevaba tanto tiempo sin escuchar, aquel que hizo vibrar cada fibra de mi ser al ser dicho con esta nueva voz que apenas y tenía parecido con ese timbre infantil que yo recordaba.

Pude sentir un escozor en mis ojos, las lágrimas comenzaban a nublarme la vista y estaba haciendo uso de toda mi fuerza para no dejarlas salir.

-Edward. –Listo. Ahí estaba. Su nombre dicho en voz alta, aquel que me había permitido pronunciar sólo en mi interior porque si lo mencionaba con mis labios, temía que se esfumara, que el eco que se escucharía al no obtener ninguna respuesta terminaría por romperme más el corazón.

Limpié con mi dedo una lágrima que no había podido contener por más tiempo e hice acopio de toda la fuerza de voluntad que me era posible para no derrumbarme ahí mismo, para no correr a sus brazos y comprobar que aunque habían pasado muchos años, ese seguía siendo mi refugio, el lugar donde mi alma y mi corazón podían sentirse en paz.

Le tendí la mochila al pequeño que sostenía en brazos, recibí una sonrisa adormilada de él, ya que comenzaba a apoyar su cabecita sobre el hombro de...su papá.

Lo miré por última vez, sabiendo que sólo eso bastaba para que a partir de ese momento no me pudiera borrar la imagen de mi cabeza. Rápidamente desvié la mirada de sus ojos y me giré para poner distancia entre los dos.

-Bella...espera. –Le escuché decir a mis espaldas, una parte de mí quería detenerse, voltear e incluso ir hacia su voz, hacia él, pero en contra de mis sentimientos y de ese gran deseo, continué caminando. La esperanza de volver a oírlo se esfumó cuando logré llegar a mi auto con éxito, sin escuchar pasos algunos yendo detrás de mí.

Una vez dentro del auto cerré los ojos intentando controlar todas las emociones que hacían un gran -y casi imposible de ignorar- nudo en mi garganta. Las lágrimas comenzaban a correr por mis mejillas. No, no vas a llorar, no de nuevo, no otra vez por él. Repetía como mantra esas palabras, mantenía mis ojos cerrados intentado controlar mis emociones, inhalaba y exhalaba profundamente con la intención de mantener todo en su lugar. Obligando a mi mente a que se olvidara de haberlo visto. Obligando a mi corazón a no romperse en mil pedazos...de nuevo.

Pero no podía. No podía olvidar haberlo visto. No podía ignorar el profundo dolor en mi pecho que volvía a resurgir con más fuerza que nunca.

Apoyé las manos en el volante para después dejar que mi cabeza se agachara entre ellas, liberando por fin todo ese llanto que con tanta fuerza había intentado mantener a raya. Mi cuerpo entero se estremecía con cada sollozo que parecía salir desde lo más profundo de mi ser.

No era sólo el hecho de haberlo visto después de tanto tiempo lo que me tenía así.

Era la circunstancia en la que todo había ocurrido.

Era saber que tanto en mi corazón como en mi vida, no había existido la posibilidad de amar a alguien más, la simple idea parecía algo ridículo.

Era el hecho de que él había dejado una huella más profunda en mi alma que yo en la suya.

Era la existencia de una prueba de que él siguió adelante con su vida.

Era lo imposible que se me hacía olvidarlo y lo fácil que él me había superado.

Era saber que lo que para mí fue amor, para él sólo había sido un sentimiento lejano e infantil.

Era darse cuenta de que las promesas son fáciles de decir, posibles de cumplirse en un cuento de

hadas, porque en la vida real...son sólo palabras que te prometen un futuro que nunca llegará.


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⏰ Last updated: Sep 06, 2016 ⏰

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Mi destino eres tú (PAUSADA TEMPORALMENTE)Where stories live. Discover now