Capítulo 4: No me dejes

1.1K 100 29
                                    


Sólo espero que no lloren tanto como yo cuando estaba redactando este capítulo. 

Infinitas gracias por leer y seguir aquí :) 


****



POV BELLA



-Tengo un mal presentimiento. -Le susurré a Eddie en el comedor mientras estábamos desayunando

-¿De qué? –preguntó mirándome mientras comía del cereal que tenía frente a él.

-No lo sé, mira. –Le indiqué a la Madre Superiora y a la Hermana Inés quienes se encontraba paradas en una esquina de la estancia del comedor–. Están platicando muy raro, y ve la forma en la que nos miran.

-Bells, no seas supersticiosa, apenas es el desayuno y tú ya con tus cosas. –Comentó intentando quitarle importancia a mi comentario mientras seguía devorando ese plato que sabía más a pasto que a cereal.

-¡Eddie! –Dije dejando mi cuchara a un lado intentado llamar su atención–. Algo va a pasar. –Dije en un murmuro intentando calmar la sensación extraña que sentía en el pecho.

-Sí, se va a acabar el tiempo para desayunar, eso es lo que va a pasar y yo no voy a terminar. Ahora, a comer, ¿sí? –Ni siquiera se molestó en mirarme antes de volver su vista y completa atención al desayuno. Ash –rezongue. Y termine mi desayuno. Fruncí el ceño por su respuesta y toda enfurruñada procedí a intentar comer lo que tenía delante de mí.

A medio día cuando Eddie y yo estábamos jugando carreras, le repetí lo mismo del desayuno.

-Vamos Bells, corre más. –Dijo él desde "la meta" que no era otra cosa mas que el manzano que trepábamos.

-No puedo, Eddie, tengo un mal presentimiento. –Repetí agitada por haber estado corriendo segundos atrás-

-Otra vez lo mismo. –Dijo sacudiendo la cabeza, suspiró y me miró–. Ok, haber ¿Qué sientes?

-No sé. -Me encogí de hombros. Habría querido decirle algo claro y concreto, sin embargo, no tenía la más mínima idea de qué era lo que yo tenía, así que intenté explicarme lo mejor que pude–. Tengo el presentimiento de que algo va a pasar, siento no sé, como un...

-Un pálpito. –Completó recargando su espalda contra el tronco del árbol.

-¡Sí! ¡Exacto! –Exclamé con una ligera sonrisa. Justo esa palabra describía lo que sentía.

-¿Y qué crees que puede ser? –Pregunto mostrándose por primera vez en el día interesado en lo que decía.

-No...no tengo idea. Sólo sé que no va a ser nada bueno. –Comenté rodeando mi cuerpo con mis brazos.

-Ven. –Dijo tendiéndome su mano, solté un ligero suspiro y me solté alcanzando su mano. Él me jaló suavemente hacia él y una vez que estuvimos al lado del otro nos sentamos bajo la sombra del manzano-. Bells, nada va a pasar, estoy aquí contigo y no me voy a ir a ningún lado. –Comentó de forma tranquila, sus palabras a pesar de que me reconfortaron un poco, no lograron quitarme la sensación, así que lo único que pude hacer fue abrazarme a él como si de eso me dependiera la vida.

-Te quiero Eddie. –Susurré

-Yo más, Bells. –Dijo en el mismo tono que yo, nos quedamos así por unos minutos. Cuando levanté la mirada hacia su rostro, él me estaba viendo con esos ojos color esmeralda, en ese momento nos invadió un silencio cómodo, un silencio realmente extraño y mágico, un silencio que nos fue acercando poco a poco hasta que casi nos tocábamos las narices. Iba cerrando los ojos automáticamente conforme más nos acercábamos cuando un grito nos hizo saltar.

Mi destino eres tú (PAUSADA TEMPORALMENTE)Where stories live. Discover now