Capitulo 48 (Editado)

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Stephen

Carther realmente amaba el dolor, odiaba la forma en que me suplicaba, tenía que tenerla lejos de mi, al menos frente a Stefano, le he hecho creer que me he estado acostando con Gabriela todas estas semanas. Mientras menos me acerqué a Carther, mejor para el.
Mire como el vestido se pegaba a su cuerpo, necesite de todas mis fuerzas para no quitárselo y demostrarle cuanto la extrañaba. Pero aún tenía dudas sobre ella, Stefano me ha metido en la cabeza que ellos estaban juntos, aunque ahora lo dudo, viendo la reacción de Carther, no creo que sea cierto.

—¿Será la última vez que hablemos entonces?- su voz me hizo salir de mis pensamientos , centrando mi atención en ella.

—Es mejor así, Carther escuchame una cosa, Stefano no puede saber que está conversación ocurrió, ¿lo entiendes?-

—¿por que todo el mundo cree que es malo? Es muy bueno conmigo, me ha ayudado mucho este tiempo-

Le sonrei, claro que había estado siendo bueno con ella, era Lucifer en persona, hace creer que es un ángel, que estará ahí para salvarte, pero el sólo te está preparando para su venganza.

—Sólo no confíes en el Carther, prométeme que cualquier cosa que pase me la diras, no me hables mientras estemos en esa casa, si quieres decirme algo , me mandas un mensaje, te daré un número luego -

—¿Cómo que me darás un número?- se acerco abrazando su cuerpo a causa del frio-

—No puedes mandarme mensajes a mi numero- tome mi reloj colocándolo otra vez en mi muñeca-

—Stephen , no estoy entendiendo nada - pasó las manos por su rostro algo frustrada-

—¿Me quieres?- tome su rostro entre mis manos haciendo que colocará su atención en mi, asintió -

Entonces harás esto por mí, no puedo explicarte ahora, y ya nos estamos tardando demasiado - tome su mano guiándola de vuelta a la casa, se detuvo haciéndome voltear a verla-

—Hay..algo que no te conté - la mire extrañado, ¿Qué no podría saber de ella? La he cuidado desde el día que la deje.

—Hoy...en la habitación, bueno - miró mis manos nerviosa- Stefano estaba algo raro...

—¿Te hizo algo?- me acerqué a ella intentando buscar su mirada- Carther,¿te tocó? - la idea de Stefano tocándola me colocaban enfermo, recuerdo el día que dijo que si la tenia para el, la disfrutaría tanto como yo, las ganas de romperle la cara, dios... ella era mia, cada vez que le decía angel debía controlar mis impulsos para no levantarme y gritarle en la cara que ella jamás seria su ángel, porque Carther era mi salvación mucho antes de que el siquiera supiera de su existencia.

—No llego a nada serio...sólo creo que gusta de mi - apreté mi mandíbula, ¿enserio? Si será desgraciado... asique ese era su plan y lo peor de todo es que yo le estaba ayudando sin saberlo.

—¿Qué te ha dicho?¿ Te acostaste con el? Carther si te acostaste con el yo juro que...- ni siquiera podía formar una oración coherente, la imagen de ellos juntos dolía demasiado-

—No! Stephen, yo te quiero a ti y eso no ha cambiado, yo le dije que las cosas eran complicadas y que sólo podía darle mi amistad -

Algo se movió entre los arbustos haciéndome voltear, mire a Carther preocupado, esto estaba tan mal, las cosas se estaban arruinado, para empezar no debí haber venido con ella hasta acá, pero mis ganas de verla , tenerla cerca fueron demasiadas, el amor te hace tonto, débil y cursi, tres cosas que jure nunca ser. Tenía frente a mi la dueña de todos mi llantos, de mis malas pasadas en la vida y de los sentimientos mas puros que alguna vez sentí, ¿como podía la misma persona hacerme tanto mal y a la vez curarlo? La vida es una perra.

Deseos Prohibidos {#DP 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora