Pinocho Capítulo: 13

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Narra: Adrien

Sin más que decir, toqué la puerta con delicadeza, esperando que alguien abriese, espere por una respuesta pero, había solo silencio detrás de la puerta, miré a Nino desconcertado, ¿sería que aún estaban en su trabajo?, lo más obvio era que si, suspire derrotado.
-. Probablemente están ocupadas, espero verles pronto-. Dije sonriendo, sentí la mano de Nino en mi hombro, le sonreí y caminamos de vuelta a su habitación.
-. Wow chico, que aventura-. Reí en voz alta.
-. Si, sobre todo de que mientras corríamos simulabas ser una clase de ninja-. Dije riendo, recordando sus poses extrañas pero graciosas.
-. Venga, di que te has divertido-. Asenti riendo un poco más.
-. Eres el primer amigo que tengo-. Dije revolviendo su cabello.
-. Digo lo mismo, en mi vida sólo he conocido ricos y mimados, nunca recibí una amistad sincera, normalmente me hablaban para que yo hablase bien de sus familias y probablemente que mi familia se aliase, a los 12 años me di cuenta de ello-. Dijo Nino suspirando mientras miraba el techo, el camino hacía su habitación era algo pesado...
-. Ya veo, pero, ahora nos tenemos el uno al otro, ¿no?-. Le dije sonriendo, tal vez no le conocía lo suficiente, tal vez estaba exagerando al considerarle un amigo pero, él es buena persona, yo se que es buena persona.
-. Es verdad-. Respondió Nino sonriendo.
-. Bueno, bueno, chico, hoy hay una fiesta y no quiero ir solo, ¿quisieras ir conmigo?-. Trague saliva y detuve mi caminar enseguida.
-. ¿Yo?, Nino, no puedo, ¡mirame!, luzco terrible, solo te dejaría mal-. Suspire y me cruce de brazos.
-. Claro que tú, vamos, yo te prepararé, además, podrás ver a tu dama esta noche-. Me detuve en seco, podría ver a Mari, también a Manon y la señora Ca, pero, tenía aún otro asunto, el señor D, debía verle.
-. Tal vez luego...-. Dije sonriendo.
-. ¿Luego?, ¿que quieres decir?-. Suspire y mire a otro lado, era difícil de explicar.
-. Un amigo muy importante para mi esta hospitalizado, tengo que ir a verle-.
-. Oh, ¿como se encuentra?-. Preguntó Nino dejando de lado su acento animado, a uno más triste.
-. Esta mejor, solo que, no se si tendrá el dinero necesario para pagar la hospitalización-. Suspire y sonrei de lado.
-. Me preocupa y necesitó irme ahora-. -. Pagare los gastos-. Dijo Nino, me detuve en seco.
-. Para nada, yo me encargare-. Dije bajando la mirada.
-. ¿Somos amigos ahora no?-.
-. Si-. Dije sonriendo.
-. Bueno, los amigos nos ayudamos, yo quiero ayudarte, por favor acepta el dinero-.
-. Esta bien, pero, que quede claro que te pagare hasta el ultimo centavo-. Dije dándole un abrazo.
-. Como quieras, vamos al hospital-. Dijo Nino revolviendo mi cabello, asenti con la cabeza y caminamos directo a la salida del hotel, para ir al hospital.
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-. ¿Es aquí?-. Dijo Nino mirando de reojo el lugar.
-. Si, es aquí-. Camine hacía la puerta, habíamos llegado con rapidez pues Nino hizo que nos trajeran en una limusina, fue bastante extraño, era la primera vez que entraba en una, era cómoda, enorme, habían chocolates, Nino me ofreció tomar alguno pero, no estaba dispuesto a tomarlo, ya era demasiado lo que estaba haciendo, no quería parecer un aprovechado.
-. Hey, Adrien, calmate un poco, estas muy tenso-. Dijo Nino mientras entraba junto conmigo al hospital, estaba bastante nervioso, no sabía que pensaría el señor D al verme con un amigo, y más con un amigo de dinero, no quiero que piense que le he amenazado u algo parecido.
-. Se que debo calmarme pero, este lugar... Este lugar no me gusta-. Dije mientras buscaba a una enfermera o a un doctor.
-. Es normal, a nadie le gusta estar aquí, es un lugar lleno de tristeza, personas que tenían fe y, la perdieron, pero también hay casos en que, la fe les sirvió de algo... En todo caso, este lugar, solo te hace sentir miserable-. Mire a Nino, su forma de hablar sobre aquí, no es positiva, no debería serlo pero, pareciera que estar un hospital le hace recordar algo que no quiere.
-. ¿Te encuentras bien?-. Dije tomando a Nino por los hombros.
-. ¿Que?, oh, si, estoy bien, solo... Solo tengo malos recuerdos, no te preocupes-. Le mire dudoso, no quisiera que recordará algo que le daña, en otra ocasión le preguntaría...
-. Bueno, mira, allí hay una enfermera, preguntemos sobre tu amigo-. Camine con rapidez hacia la enfermera, le pregunte sobre el señor D, ella amablemente me indicó en que oficina estaba, al parecer estaba en ese lugar para pagar la deuda, le hice una señal a Nino y nos dirigimos hacía el lugar, estábamos bastante incómodos, cada paso que dábamos era ver a alguien a punto de morir, se escuchaban llantos y gritos, mire a Nino, él tampoco se veía muy bien, estaba temblando un poco, por cada paso que dábamos, estábamos cerca, aguanta un poco más Nino.
-. Es esta habitación-. Dije y toque la puerta, esperando por una respuesta, con voz muy baja escuche un "adelante", abrí la puerta y allí estaba, el señor D hablando con un hombre con pinta muy amable, tal vez él no era de esa clase de doctores que solo les importa ganar dinero, y sentirse importantes.
-. ¿Si?-.
-. Permiso-. Entre junto con Nino.
-. Adrien, ¿que haces aquí?-. Dijo él señor D.
-. Señor, ¿con que pagara el hospital?-. Interrumpió el doctor, camine hacía él.
-. Ya le he dicho que necesitó pagarle en abonos-. El doctor negó con la cabeza, ¿a donde se fue la buena persona que aparentaba?.
-. Yo pagaré-. Dijo Nino mirándole molesto, ¿se conocían?.
-. Oh, señor Nino, que gusto verle, así que, usted pagará, excepcional-. Dijo el doctor levantándose de su asiento mientras caminaba hacía Nino.
-. Si, yo pagare, deje de fingir y digame ¿cuanto es?-. Dijo Nino mirándole con ira.
-. Oh, que agresivo, te llamare para decirte cuanto sería, mientras tanto, retirense, tengo mejores cosas que hacer-. Dijo el doctor dándonos la espalda.
-. Deje de ser tan despreciable con su paciente e invitados, es tan desagradable su educación-. Dijo Nino mientras abría la puerta, ayude al señor D a levantarse y caminamos hacía la misma.
-. Chiquillo insolente-.
-. El insolente aquí es usted, buen día-. Salimos de la habitación dejando al doctor allí.
-. Despreciable...-. Escuche a Nino gruñir.
-. Hey, Nino, salgamos de aquí, vamos-. Dije tomándole del brazo, comenzando a caminar.
-. Si, bien, vamos-. Salimos lo más rápido posible del hospital, el señor D no hizo pregunta alguna hasta llegar a la salida.
-. Pinocho, ¿quien es?-. Dijo al fin el señor D.
-. Un amigo de él, señor, mi nombre es Nino, gusto en conocerlo-. Dijo Nino sonriendo.
-. Un gusto conocerte Nino, yo no suelo decir mi nombre, así que, solo llámame señor o señor D como suele llamarme Pinocho-. Reí levemente.
-. Esta bien, señor... D-. Respondió Nino, mirando hacía el cielo.
-. Gracias por lo que has dicho antes, no se que te habrá dicho este pequeño granuja-. Dijo el señor D mientras me jalaba las mejillas.
-. Nada señor, es solo que, yo he querido hacerlo-. El señor D soltó su agarre y sobe mis mejillas enrojecidas.
-. Pinocho, cuentame ¿como ha sido tu nueva vida?-. Preguntó el señor D sonriendo, suspire bastante pensativo, me giré hacía Nino, quien con solo mirarme ya sabía su respuesta "dile la verdad".
-. Busqué a Manon, y a la señora Ca, pero no pude encontrarles, gracias a Nino pude saber en que habitación se hospedaban, aunque nos conocimos de forma peculiar, es obvio que seremos buenos amigos-. Dije revolviendo el cabello de Nino, quien me devolvió el gesto-.
-. Me alegra saber que estarás bien-. Asenti, y seguimos caminando, hasta llegar a casa del señor D, echaría de menos estas calles.
-. Gracias por acompañarme chicos-. Sonrió el señor D, dándonos un abrazo a Nino y a mí.
-. Vendré a verle siempre que pueda, ¡es una promesa!-. Nino tocó mi hombro, dispuesto a hablar.
-. Corrección, vendremos a verle-. Río ofreciéndole la mano al señor D.
-. Muchas gracias por tu amabilidad Nino, espero verles pronto a ambos, y sobre el pago de mi estadía en el hospital, me asegurare de pagarte hasta el último centavo-. Respondió estrechando la mano de Nino.
-. No tiene porque hacerlo, lo he hecho con la mejor intención, no me deberá nada, así que, no se preocupe-. Nino hablaba con cierto toque de seriedad en su voz, era obvio que hablaba en serio.
-. Oh, chico, me sentiré en deuda contigo, haré lo que sea para compensarte-. Dijo el señor D mirando a Nino con decisión.
-. Ese será otro tema, pero, no necesita compensar nada, lo hice porque ese doctor el precio que quería cobrarle es más de lo que realmente era, siempre hace eso con la gente humilde, lo sé muy bien, sé que por ser de una familia "reconocida" reconsiderara el precio, así que, no me debe nada, mientras pueda entrar en su tienda, será pago suficiente-. Sonrío Nino.
-. Eres bienvenido siempre que lo desees Nino, eres un buen chico, bien, dejo que se vayan para que puedan ocuparse de asuntos más importantes, nuevamente les agradezco su ayuda, han salvado a este viejo-. Respondió riendo, el señor D, abrió la puerta de la tienda, antes de que siquiera entrase, le abrace, me sentía mal, no quería separarme de su compañía, me encontraría lejos, pero rezaría por su seguridad, siempre...
-. Vamos Pinocho, harás que lloré-. Dijo el señor D correspondiendo el abrazo.
-. No quiero dejarle solo-. Dije apunto se llorar.
-. Manon, y la señora Ca te necesitan, yo estaré bien, no es una despedida, intentaré ir a visitarte-. Le abracé aún más fuerte, y asenti.
-. Vamos, es hora de que se marchen, se meterán en problemas-. El señor D, soltó el abrazo y revolvió mi cabello, le solté y sonreí.
-. Nino, ¿quieres un abrazo también?-. Dijo el señor D, abriendo sus brazos en señal de un abrazo, Nino asintió y le abrazó con fuerza.
-. Esperamos verle pronto-. Volvió a decir Nino, se soltaron del abrazo, y el señor D entró a su tienda, despidiéndose de nosotros detrás de la puerta de vidrio, respondimos el gesto y caminamos de regreso al edificio...

Continuará!!!!
Chan, chan, chan xD me extrañaron?, lo siento uwu me ausente por falta de inspiración x3 pero he vuelto. No puedo creer el número de votos y visualizaciones, muchas gracias QwQ

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