Pinocho Capítulo: 1

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Pinocho
Capítulo: 1

Narrador: ...
Francia, 1989

Un día más en esta ciudad, un día menos de vida, el callejón es frío, mis zapatos con agujeros y mi ropa siendo trapos, ayuda a que el frío ingrese más en mi piel, haciéndome "bolita", trato de mantener el calor, aunque, no da muchos resultados, no tengo una mejor idea.
Me explicó, soy Adrien, tengo 17 años, y, soy huérfano, mis padres me abandonaron a mi suerte a los 7 años, he sobrevivido como he podido, durmiendo en las calles, en cajas o en bancas del parque, comiendo de la basura o simplemente no comía nada, siempre me he soñado saliendo de esta situación, suelo observar a la gente sonriendo, a las familias conviviendo, y muero de envidia, ojala tuviese la misma suerte, aunque, no todo es tan malo, hay personas que pasan por mi situación y suelen ser muy amables conmigo, la bondad no les cabe en el pecho, cuando camino para explorar un poco, observando las luces y las multitudes de gente, suelo ir a un sitió en específico, así lo desee o no, a una tienda de televisores que, durante algunas horas están encendidas, observo una sola cosa, a una sola persona, una chica, nunca había visto a alguien tan magnífica como ella, sus cabellos largos color azul marino, ojos grandes y azules así, como el cielo, piel blanca como la nieve, y una sonrisa más brillante que la luna y las estrellas juntas, suele dar entrevistas y, siempre que puedo logro verla y deleitar mis pupilas por su belleza y gentileza, normalmente las personas famosas suelen ser muy despreciables, pero, ella, no se compara...
Si, ya se, "no la conozco, ¿cómo puedo amarla sin saber nada de ella, o que ella sepa de mi existencia?", así es el amor, me enamore a primera vista de my lady, su nombre es bellísimo, "Marinette", es fenomenal, pero, para mi gusto, decirle my lady es más romántico.

-.¡Pinocho!, ¡Pinocho!, ¿donde estás?-. Una voz dulce e infantil me llamaba a lo lejos, si, mi nombre es Adrien, pero me apodan Pinocho, solo porque les recuerdo a ese pintoresco muñeco de madera.
-.¡Pinocho! ¿donde te habías metido?, ¡tengo algo que decirte!-.
-.Pues, ¿para que soy bueno Manon?-. Manon, es una pequeña niña de 6 años, de tes morena, ojos color castaño claro, casi como la miel, cabello corto, color castaño oscuro, ella pasa por mi misma situación, vive en una casita hecha de cartón que yo le construí para ella y su mamá, incluso, teniendo muy poco, suelen compartirme algo de ello, como, un trozo de pan duro, y algo así.
-.Pinocho, hace un rato, escuche a unas personas sobre un desfile, donde estará Marinette, esta por comenzar, y, lo mejor es que, ¡se donde queda!-. Mis ojos se iluminaron ante su confesión, cargue a Manon en mis hombros, y salí corriendo hacía donde su dulce voz me indicaba.
-. ¡Ya casi llegamos pequeña Manon!-. Corrí como mis pies ya entumecidos me permitieron.
-.¡A la derecha!-. Me dirigí a la derecha como mencionó Manon, aunque, por la nieve que suele caer casi resbaló, pero, una fuerza extraña en mi me dio la agilidad y equilibro que necesitaba.
-. ¡Mira!, ya llegamos, esta por comenzara-. Había mucha gente en las calles, no me dejaban ver, trate de abrirme paso, pero era difícil pues era un mar de gente, agarre con más firmeza a Manon para evitar que esta cayese por algún empujón o descuido mío. Pude divisar a unas cuantas personas marcharse por sabrá dios que razón, vi mi oportunidad y corrí hasta llegar a sus lugares, estaban adelante, mi vista seria perfecta ahora, fue entonces cuando una hermosa tonada comenzó a sonar a lo lejos de la calle, pude ver con dificultad unos carros alegóricos y a personas con trajes muy llamativos enfrente de estos, haciendo trucos o bailes, eso no me interesaba, yo deseaba ver a my lady, supongo que ella seria el acto final, con tremenda belleza y talento era obvio.
Después de un rato, escuche gritos de algunas chicas a lo lejos, logre entender un "Marinette", esa era la respuesta a mi plegaria, al fin vería a esa diosa en persona, mi corazón comenzó a palpitar, fue entonces cuando escuche la risa dulce y burlona de Manon.
-. Ya casi verás a tu chica, no te apresures Pinocho-. No pude evitar el sonrojo de mis mejillas ante su comentario, para ser tan pequeña, no era nada despistada, se podría decir que era hasta más inteligente que yo en ciertos aspectos. Cuando decidí mirar hacía el final de la calle, allí estaba, my lady, estaba en uno de los carros alegóricos más bellos que haya visto en mi joven vida, ella usaba un vestido largo y blanco como la nieve, con brillos plateados, manga larga, y una bufanda del mismo tono, sus cabellos azules rizados que llegaban hasta sus hombros, sus ojos azules con un poco de maquillaje en tono azul claro que hacía resaltar más esas joyas, sus labios, esos labios tan finos color rosa pálido, sin darme cuenta suspire de amor...
-. ¡Pinocho!, presta atención Mari bajara del carro alegórico-. Me dijo Manon al oído, despeje mi mente y efectivamente, mi linda Mari estaba bajando de ese bonito monumento de colores, pero, ella iba agarrando el brazo de un chico de mi edad, se veían felices, ese chico a comparación mía era más presentable, tenía dinero, yo por desgracia actualmente no podría darle algún lujo que no fuese mi amor incondicional. Observe con detenimiento a la chica de mis sueños, parecía feliz, pero, sus ojos reflejaban cierta tristeza, sin darme cuenta, Manon se bajo de mi espalda y corrió hacía Marinette, tarde unos segundos en reaccionar y corrí hacía ella, pero, ese chico desconocido coloco una mirada de enfado y asco hacía mi linda Manon, Mari por otro lado abrazo con dulzura a la pequeña niña, fue entonces cuando unos guardias salieron disparados hacía Manon, corrí hasta llegar a ella y tomarle la mano, pero, uno de los guardias tomo su bastón y trató de golpear a la infante, me puse enfrente de ella y recibí el golpe, caí al suelo, la espalda me ardía
-. Señorita Marinette ¿se encuentra bien?-. Dijo el guardia mostrando una cara de asco hacía mi.
-. ¡Pinocho!, ¡usted es un monstruo!-. Grito Manon mientras me abrazaba.
-. !Ja!, que niña tan insolente, primero tocas a mi linda prometida con tus sucias manos y ¿llamas monstruo a un protector de tu inmundicia?-. Dijo ese chico que no lograba divisar bien.
-. ¡Ali!, eres un idiota, no hables así de esta pequeña, si vuelves a insultarle te juro que nuestro compromiso se cancela y haré lo que este en mis manos para que quedes en bancarrota cariño-. Dijo Marinette, trate de levantarme como pude con ayuda de Manon, cuando logre ponerme de pie, gire mi mirada hacía la peli azul.
-. Y, usted guardia, ¿no le parece desagradable su actitud tan detestable?, que sea la primera y última vez que hace algo tan imprudente-. El guardia al parecer se asusto hacía el comentario de Mari.
-. Mis disculpas emmm ¿Pinocho?, lamento la actitud de estos dos mastodontes-. Dijo mirándome a los ojos y quitándose la bufanda de color blanca, y poniéndomela en el cuello mientras sonreía-. No pude evitar el sonrojo.
-. Toma esto pequeña dulzura-. Le dijo con un tono dulce a Manon mientras le daba una bolsita con dulces, que había sacado de una caja que se encontraba al lado del desvergonzado guardia...

Continuo? :3
Gracias por leer

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