Capitulo 7

4K 192 59
                                    

-Bien bien, vamos a calmarnos ¿Vale? -Dijo Rubius- Mamá sabes como son los suscriptores y todas las mierdas que inventan. Es ridículo que dudes un poco de mi solo porque editaron una maldita foto -Rubén respiraba más rápido de lo normal y yo seguía llorando como una bebé.

Pero nuestras manos aún estaban entrelazadas.

-Yo veo esta foto muy real -Dijo mi padre, serio- ________ te he enseñado a no mentirme y confió en ti. Cariño, ¿Se han besado tú y Rubén?.

Y aquí es donde mi padre me mira, sabiendo que no podre mentirle. Y si lo intento, el se dará cuenta. Lo malo es que si nos descubren, Rubén se ira y no lo veré más.

Pero, ¿Por qué me importa tanto el hecho de que no lo volveré a ver? ¿Por qué me preocupo si antes me valía mierda lo que hiciera el con su vida? ¿Por qué mi corazón late tan rápido al sentir su mano contra la mía?

Esto estaba muy jodido...

-________, espero tu respuesta -Todos me miraron, como si la respuesta que iba a dar dependiera de todo. Y así era realmente, sólo que no quería cagarla, como de costumbre.

En este momento me sentía como en un juicio. Que yo era la culpable y Rubén mi defensor. Pero parecía que este maldito juicio lo iba a perder porque todas las pruebas apuntaban a que era culpable, bueno, que éramos culpables.

Mi mano comenzó a sudar y al parecer, la de Rubén también.

-Papá -Trague grueso- Todo esto es una mentira -Llore más fuerte- Han conspirado contra nosotros y ustedes estáis creyendo todo.

-¿Quién? -Dijo Diane- Rubén, ¿Quién diablos ha conspirado contra vosotros, eh?.

Rubén me miró y vi que en sus ojos no había respuesta alguna. Que estaba entrando en pánico porque no tenia idea que responder y allí supe, que no lo volvería ver. Jamás.

Rubén agacho su cabeza y comenzó a llorar -Lo siento mamá. Lo siento señor. Lo siento ________ -Se levanto de la mesa y soltó mi mano. Sentí que caía por un acantilado y este no tenia fin- Empacare y me iré con Mangel, hasta que consiga un apartamento -Y se fue.

Diane y papá me miraron. Sabia las palabras que venian.

-¿Que pensaría tu madre al ver este comportamiento tuyo señorita? ¿Crees que estaría orgullosa de ver como te besuqueabas a tu hermanastro como una cualquiera?.

Madre mía.

Mi padre me miró, dándose cuenta de su error e intento detenerme pero yo ya había salido de la casa, llorando.

Me valía una mierda todo, no quería volver a esa casa por unos días. Sabia que mi padre diría eso pero no me esperaba que me dijera que era una cualquiera.

Corrí y lloré. Algunos fotógrafos ha alcanzado fotografiarme pero no me importa. Quería estar sola y llorar hasta que pudiera olvidar esta jodida situación en la que nos hemos metido Rubén y yo.

Encontré una banca y me senté allí. No paraba de llorar y sinceramente no sabia donde estaba.

No me había dado cuenta que traía mi móvil en el bolsillo trasero de mis vaqueros y lo saqué. Tenia trece llamadas perdidas de Rubius y cinco de mi padre. Decidí ignorar las de mi padre y llamé a Rubén.

Un pitido...Dos pitidos...

-¿________? ¿Dónde éstas, tía? -Se escuchaba preocupado.

-No...lo...sé -Hablaba entrecortado por el hipo a causa de llorar.

-¿Cómo que no sabes? ¿No te has fijado por dónde ibas? -Resoplo- Busca un letrero y luego me llamas, ¿Vale?.

-Ss...si -Y cortó la llamada.

Me levanté y busque un puto letrero por media hora y no encontré ninguno. Decidí preguntarles a algunas personas pero me ignoraban completamente.

Hasta que una amable señora me dijo que estaba a trescientos metros del Palacio Real de Madrid. Le di las gracias y llamé rápidamente a Rubén.

-¿Dónde estás?

-Estoy cerca del Palacio Real -Me quite un mechón de la cara- Ven pronto, por favor.

-Tomaré un taxi y estaré allí muy pronto niña -Suspiro- Ten cuidado -Y cortó la llamada.

No conocía mucho Madrid porque pocas veces había estado allí. Yo me crié en Palencia, un pueblo un poco lejos de Madrid. A los 13 años, mi padre decidió comenzar a estudiar y por eso, nos mudamos a Madrid, pero yo no habia salido a explorar mucho esta zona y no reconocía fácilmente donde estaba.

Diez minutos después, Rubén me llamo y me dijo que le dijera exactamente donde estaba. Le di algunas pistas y por fin pudo encontrarme, me abrazó y me dijo que nos iríamos al apartamento de Mangel inmediatamente.

Llegamos al apartamento de Mangel, que gustoso nos dijo que podíamos quedarnos. La ventaja era que Mangel vivía cerca de mi instituto y que Rubén se encargo de traerme el uniforme, los cuadernos y los libros que necesito.También me trajo algo de ropa y algunos zapatos.

-¿Mi padre no te dijo nada? -Nos sentamos en la mesa, luego de que yo me diera una ducha. Debía refrescarme y limpiarme un poco, ya que me sentía muy pegajosa.

-Me dijo que, si te encontraba, lo llamara inmediatamente -Mangel pidió comida china y Rubén se llevó una cucharada de Shop Suey a la boca.

-¿Lo llamarás? -Me mordi el labio, en forma de preocupación.

-Escuche lo que te dijo -Me sorprendí. Pensé que se había ido a nuestra habitación y que no había escuchado. Me puse roja por la humillación que me había hecho pasar mi padre y agache mi cabeza- Le dije que de ninguna manera lo llamaría cuando te encontrara porque te había tratado muy mal injustamente. Que debía darte tiempo y que si yo te encontraba primero, te llevaría conmigo y bueno, aquí estas -Lo mire y me sonrió.

-¿Por qué me has traído contigo?.

-Sé que necesitas tiempo para poder perdonar a tu padre después de decirte eso porque, me di cuenta que es la primera vez que tu padre te trata de esa manera. Mi madre, por su parte, desaprobó la reacción de tu padre pero aun así sigue cabreada con nosotros. Si tu regresas a esa casa seria como entrar al infierno. Sé como es mi madre cuando esta cabreada y te ignorará por una o dos semanas.
Y tu padre de seguro te pasará molestando porque se sentirá tan culpable que te pedirá disculpas cada que pueda y eso te agobiara.
Deja que todo pase y luego podrás regresar -Comió otra cucharada.

-Y ¿Tú no regresarás?

-Antes de salir a buscarte con todo el equipaje que he traído, mi madre me ha dicho que no podía regresar a la casa. Me dijo que no quiere que te haga daño con toda esta mierda.

Pero...Rubén no me hace daño, para nada. Sé que comenzamos con el pie izquierdo pero hemos mejorado muchísimo al pasar estas dos semanas. Habíamos hecho las pases y ahora estábamos tratandonos como una familia, bueno, obviando lo del beso.

-Tú no me haces daño Rubén.

-Claro que lo hago. No llevaba ni dos semanas en esa casa y tú ya estabas en un maldito hospital por mi culpa -Se levantó de la mesa con brusquedad- Mi madre tiene razón ________, si me quedo cerca tuyo, te haré mucho daño. A penas te sientas mejor y yo vea que estes más tranquila con todo esto, te llevare a tu casa.

¿Qué? No. Yo no me iba ir a casa sin él. Eramos una familia.

-Espera -Rubén me miró- No me iré sin ti. Hoy en la mañana te prometí que no dejaría que te fueras de la casa y pienso cumplir esa promesa -Me cruce de brazos- Si no vuelves a la casa, tampoco lo haré yo.

-Debes entender que si estás conmigo te haré daño y no quiero hacertelo. Entiendeme _________.

-No mierda, no te entiendo ni lo haré. Y tampoco volveré a esa casa sin ti. Me harás daño si me dejas sola en esa casa. No quiero estar sola Rubén -Comencé a llorar- No de nuevo.

Rubén me miró y suspiró- Lo siento niña -Me dio un corto abrazo y salió de la casa de Mangel, sin decir a donde iba.

~•~

Mi Hermanastro (elrubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora