Día treinta y tres

8.1K 925 79
                                    

Hay una venda en mi mano ahora, no me gusta. Quería ser capaz de ver las cicatrices y pasar las yemas de mis dedos por los pliegues que había hecho. Para mí eran hermosas, un gran símbolo de que estaba mejorando, pero los chicos no entienden.
Me han visto todo el día sin parar, sin dejarme hacer algo por mí mismo o ir a algún lado sólo. Me estoy sofocando.

99 dias sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora