Capitulo 17

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La cita con Milo, Tris y Aiden fue genial. Aiden era, sin duda, un buen chico y sabía que la iba a tratar genial. Pero eso no quitaba que no pudiera dejar de pensar en los demás chicos con los que había salido Tris.

Cuando teníamos trece años, salió con su primer amor. Un chico rubio, con una melena hasta los ombros, de ojos y cejas castañas y gran barbilla. Parecía un buen chico, como me lo pareció Aiden, pero le hizo daño. Un día me la encontré llorando en un banco del parque, diciendo que lo había visto besándose con su mejor amiga. Desde entonces ya no ha confiado en nadie más que en mi. Pero eso no fue el final, Tris se paso un año llorando y llamándome por las noches porque había soñado con él.

Cuando terminó con el rubio, yo le prometí presentarle a un amigo mío, para que se olvidara de él. Mi amigo era guapo y buena persona, así que se suponía que no le iba a hacer daño, pero no fue así. Después de uno o dos años saliendo, llego el baile de final de curso, donde mi amigo le pidió de ir al baile con él a la popular del instituto en vez de a Tris, porque segun dijo él: "esta será la única oportunidad que tendré de ir con alguien popular, cuando termine el baile le pediré de volver a Tris". Pero obviamente, ella no quiso saber nada de él. Le pedí yo de ir al baile juntos. Mi amigo no sabe lo que se perdió aquel día, Tris estaba deslumbrante.

Y el último chico que tuvo Tris fue uno que conoció por internet. Los dos fuimos al mismo sitio a hacer bachillerato así que seguíamos en contacto y siempre estábamos hablando. El chico se veía simpático y un poco tímido, pero eso a veces era bueno, era muy inteligente y de físico no estaba mal. Cada vez que le enviaba un mensaje, Tris sonreía inconscientemente y escondía el movil para contestarle cuando yo no estuviera mirando, hacían muy buena pareja. Pero todo se arruinó el día que quedaron. Tris se estaba poniendo muy nerviosa y me dijo si podía ir con ella para sacar tema, porque los dos eran muy tímidos. Yo fui y lo intenté, de verdad que lo hice, pero no hubo manera de que el chico respondiera con una frase de más de tres palabras, todo era: "si", "no", "bien" y "bueno". Al final me fui para ver si era yo el que le cortaba el rollo, pero por lo que me contó Tris, el chico siguió igual. Al día siguiente, siguieron hablando por el móvil, pero Tris acabó cortando con la relación porque un amigo o novio que no es capaz de hablar en persona, no le conviene a nadie. Estuvo unos días triste, a veces le daban ganas de volver a hablarle, pero al final se le pasó. Se lo había pasado bien con ese chico.

Y ahora estaba con Aiden, el moreno de ojos azules con el que todas las chicas soñaban. Me parecía raro que Tris no me hubiera explicado su existencia hasta estar embarazada. Puede que estuvieran corriendo mucho, demasiado. Aiden parecía buena persona, pero los otros tres también, y los demás no la habían dejado preñada ni se iban a casar con ella, uno de ellos ni le pudo hablar. Sabía que tenía que dejar que se diera la ostia para que se diera cuenta que eso era un error, que tendrían que esperar un poco más, pero esta vez, el golpe sería mucho más grande y dolería más porque Tris tenía un niño dentro.

- Diego, ¿en qué estas pensando? -Milo me sacó de mis pensamientos con un golpe suave en la espalda-. Llevas media hora callado.

- ¿Yo? Emm... en ti -dije yo, rápido y dudoso. Autodelatándome-. Sí, en ti.

- Ah, bueno si es así, toma.

Milo me besó. Me pillo tanto por sorpresa que me quedé durante un segundo con los ojos muy abiertos y los músculos tensos, pero luego todo se me pasó y se lo devolví.

Estábamos en un coche, a juzgar por el desconocido que conducía, era un taxi. Habíamos bebido bastante vino, sobretodo Milo y no nos la queríamos jugar. Ya estábamos llegando a casa, tan solo la luz de las farolas iluminaba el suelo. Ya no quedaban muchas personas paseando por la calle, solo borrachos y algun que otro jóven que salía de trabajar. Tris estaba mirando por la ventanilla, pensativa, igual que yo hasta hace unos minutos.

En ese momento solo pensaba en llegar a su casa y ponerme a dormir. Hasta el sofá sería más cómodo que la cama del hospital, y menos ruidoso.

Cuando llegamos a casa de Tris, me despedí de Milo con un beso en la mejilla y ella y yo nos bajamos.

Ella se fue a duchar, en cambio yo ya estaba demasiado cansado para eso. Me puse mi pijama y me tumbé en la cama. Quería esperar a que se terminara de duchar para darle las buenas noches, pero me quedé dormido.

N/A: Aquí tenéis otro capitulo que se publica puntual. Parece mentira que la semana pasada este libro tuviera 300 visualizaciones y ahora ya tenga 450. ¡¡Os quiero muchisimo!! Ahora solo me falta que comentéis cosas, si no lo hacéis no puedo estar segura de que os gusta cómo va la historia. O como mínimo dadle a la estrellita;3
¡HASTA EL LUNES QUE VIENE!😙

¿Gay? Yo noWhere stories live. Discover now