15.- La inspectora asesina.

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— ¿Están todos en el auto? — preguntó mi mamá antes de irnos volteando la mitad de su cuerpo sobre el asiento.

— Si.

Arrancó el auto y nos fuimos... Calmao, me falta una voz y una escandalosa risa en este auto...

— ¡La Gabi mamá! — grité. Mi mamá me miró preocupada.

— ¡Llámala pue! — dijo.

— ¿Alo?.
— Mona ¿Dónde estás?.
— Ah, el profe me pidió que lo ayudara a subir unas cosas al furgón donde trajo todo. Estoy con el Fabi y la Arlett ¿Ustedes?.
— En un taco, nos habíamos olvidado de tí.
— Ay que directo weon pesao, me voy con el profe entonces ¡Chao!.

Dijo que se iba a ir con el profe.

— Ya...

Narra la Gabi [N/A: BEST PARTICIPACIÓN DEL CAMILO]

— ¡Arle apúrate que esto pesa! — le reclamé. Me habían dejado sola acarreando la cabina y no pesaba poquito que digamos. Estaba a punto de caerse.

— Cuidado — me advirtió el Ignacio colocando sus manos bajo las mías sosteniendo la cabina. NO, DE NUEVO NO GABRIELA, NI SE TE OCURRA PONERTE CÓMO TOMÁTE.

— Gracias — murmuré.

— Ay Nacho yo te ayudo — se ofreció (cachen el doble sentido) la Sofia.

— No, ayúdame acá tu — la Arle la pescó del brazo y le pasó una caja — Llévala al furgón, ah, y te apurai porfa. La Sofia se fue enojada insultando al que se le cruzara.

— Espera espera, yo lo sostengo — dijo y pude sacar mis manos — Ahí si, ahora sostenlo del otro lado — me indicó.

Ya las caché, apuesto que estan leyendo esto con una cara de: ¿Y MI BESO WEON? ESTA CULIA ME ESTAFÓ.

No mijas, nada de estafas. Un poco más adelante les cuento, teikirisi.

Cuando terminamos nos subimos al furgón y elegí los asientos de atrás sentándome sola porque la Arle se había quedado dormida en un asiento de adelante y al Fabi lo habían venido a buscar. Como era de esperarse, la Sofia arrastró al Ignacio para que se sentara con ella, pero no me preocupé.

Me puse los audífonos y caché que apenas me los puse la Sofia se puso a pelarme con el Ignacio, maraca culia.

Piola le fui bajando el volumen a la música hasta que ya no se escuchaba nada de música.

— Oye Nacho, te estoy hablando — reclamó la Sofía como pendeja.

— Espérame que estoy mandando un mensaje — contestó y la pantalla de mi celular se prendió.

Ignacio: El beso te dejo loca, te apuesto.

Me puse roja como tomate y traté de ignorar el mensaje y actuar normal para seguir escuchando.

— Te apuesto que se lo estai mandando a la perna de la Gomez ¡Córtala con esa mina! — haber, como que perna chuchetumare.

— Si si, es la Gabi ¿Y qué?.

OOOH SE PUSO INTENSA LA COSA.

— Me gusta, es linda conmigo y me trata bien. Para mi es la raja estar con alguien que me trate tan bacan como ella — le dijo después. Basta me voy a derretir de la vergüenza aquí mismo.

— ¿Sabis qué? No me voy a andar arrastrando por weones como tú que no valoran a la media mina que tienen al frente — le dijo entera enoja. Se pico a chora la mina.

Weona yeta.Where stories live. Discover now