Capítulo 7: Estocolmo, por supesto que no

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La cámara está grabando y se ve a Jocsan sentado frente a ésta sobre la silla mientras tambalea sus pies cómo si se tratase de un niño pequeño.

De pronto se escucha la puerta abrirse.
El ojiazul mira hacia ella por lo que capta la cámara.

De pronto Alexander aparece frente a la lente al colocarse delante de Jocsan. Toma el mentón del menor y eleva su rostro para besar sus labios.

El peliazul sujeta los costados de la silla mientras le corresponde el beso. El peliverde apoya la mano que tiene libre sobre la rodilla del menor sin dar fin al beso que es captado por la cámara.

Al pasar unos minutos se separan.

– ¿Me amas? –el primero en dar el habla es Alexander mirando al ojiazul con una dulce sonrisa.

– T-Tal vez..–Jocsan responde avergonzado mientras juega con sus dedos y se muerde el labio.

– Haré lo que sea con tal de que puedas decirme lo que siempre he deseado –el ojiverde se pasa detrás de Jocsan.

– S-Sé que sufriré al saber que tú a mí..

– No te mientas, no te atrapes en la mentira que quieres hacerte creer .–Alexander interrumpe al menor con voz firme–. Si yo no te amara, ¿Por qué más hubiese hecho todo? ¿Crees que escapé por gusto? .–rió–. Lo hice por ti, todo lo que he hecho.. Todo fue por ti, nadie más.

Los labios de Jocsan tiemblan formando pucheros, era lo que deseaba escuchar en el interior. No le importaba ya lo que le hubiese causado Alexander a todo el mundo, él sólo quería escuchar aquello.

– P-Puede que seas lo peor de este mundo..–dijo el ojiazul cabizbajo–. Pero también.. Eres lo mas bonito que pudo haberme pasado..

– Pierdo todo por culpa tuya. Eres el culpable de todo lo que he causado –dijo el ojiverde levantando a su contrario por la espalda.

– L-Lo siento..–se disculpó el chico con lágrimas.

– No es así.

– ¿Q-Qué quieres decir con eso?..

– Soy el villano de esta maldita historia, ¿Y aún así eres capaz de amar a alguien así? –Alexander giró al ojiazul en su dirección y lo tomó por los hombros arrodillándose frente a él. – Dime, ¿Cómo mierda puedes hacer eso después de todo lo que he hecho?.. Además, no te arrepientes de estar aquí, de haberme conocido.

– P-Por que tú me ayudaste.. M-Me defendiste de todos los que alguna vez me hicieron daño.. P-Por que s-siempre fuiste lo único que necesitaba..–le dijo en respuesta Jocsan–. N-No m-me importa si a-asesinas a alguien.. S-Sólo no me dejes..–el ojiazul comienza a hipear con fuerza intentando no llorar.

El ojiverde se acercó a la cámara y dio fin a la grabación.

— Te gustan las cosas extrañas por lo que veo —el peliverde lo miró fijo.

Jocsan se ruborizó comenzando a jugar con sus dedos sin dirigirle la mirada a su contrario.

— Puede que sea así, y puede que tal vez no..

Alexander frunció en ceño sin entender a lo que se refería.

El ojiazul en el fondo disfrutaba recibir las noticias de cuando Alexander asesinaba a alguien. Porque sabía que él era el motivo, de cierta firma —muy evidente— las muertes ocupaban en papel de rosas durante los días que creyó ser olvidado, las noticias, las alertas vistas en televisión, sabía que eran regalos de Alexander.

Pero eso no lo iba a decir todavía.

Ambos al parecer estaban mal.

Jocsan se levantó de la silla y fue a sentarse en el rincón donde siempre lloraba. No tenía idea del porque ahora se sentía triste.

—Quiero ver a mi mamá..

— No, no puedes. Olvídate de ella —de nuevo esa actitud que nunca le mostró con claridad al ojiazul.

— E-Entonces quiero ver a Michi..

— ¿¡Qué no entiendes!? —le gritó Alexander, esos eran celos acumulados desde hace mucho tiempo. — ¿¡No puedes pensar en mí aunque fuera una puñetera vez!? ¿¡Qué tengo que hacer para invadir el motivo de tus peticiones!? ¡Dime cómo puedo lograr ser lo que tú deseas! ¡Dímelo!.

Celos que nunca sintió por alguien mas.

Jocsan abrazó sus piernas y comenzó a llorar con desesperación.

— ¿¡Q-Qué d-dices!? —le enfrentó el menor mirándolo. — ¡T-Tú nunca volviste! N-Ni siquiera cuando escapaste.. Preferiste condenarme a ocho años de soledad.. S-Siempre pensaba en ti.. E-En si vendrías por mí.. ¡En si realmente me quisiste alguna vez! Y-Yo lo único que deseé todos estos años.. Era estar contigo.. ¡Eres un tonto Alexander, un tonto que sólo me dio esperanzas de ser feliz! ¡Sabiendo que no volvería a haber nada! —las lágrimas resbalaron de su pálido rostro que no a sido acariciado por la luz del sol. — Yo.. Y-Ya n-no se.. S-Si te quiero..

Esas últimas palabras jodieron a Alexander.

— ¿Y entonces ahora que voy a hacer yo? ¿Volver a engañarte para hacerte lo mismo que en el baño de la zorra de tu amiga? ¿Decirte que todo es un juego e irnos con tu madre y decirle que sólo era una broma para seguir cómo si nada? —el mayor mostró una sonrisa torcida y se aproximó al ojiazul. — Quiero que entiendas una cosa; Esto jamás fue un juego. Lo que pasó y pasará, es a causa tuya.

Cuando el mayor quedó a escasos centímetros del menor, el ojiazul lo tomó de su camiseta y se aferró a él lloriqueando.

— Si eso es verdad... No me dejes otra vez..—suplicó Jocsan.

—No pienso hacer eso ni por la fuerza —contestó el mayor, sujetando las manos de Jocsan, el contrario le miró por inercia—. Lo repito: Eres mío, mi pequeño superman.

—Alexander...

El ojiverde se dio cuenta de lo hermoso que se había vuelto su niño con el paso de los años, su piel pálida le tentaba a verlo al desnudo. Sus labios rojizos —mezclados con un púrpura semi profundo— le llamaban a besarle. Y eso hizo.

Tanto tiempo sin él, sin su timidez y su inocencia que por cierto, permanecieron intactas, le hacían creer que era un mal tipo, ¡eso nadie lo iba a negar! ¡Alexander era un maldito monstruo!

—Alexander...—su dulce voz lo sacó de su trance—. Vas a decir que soy un niño malo pero... Quiero que vuelvas a hacer lo mismo que en la fiesta de Michi...

Alexander sonrió enternecido, a la vez picarón y malicioso.

—No aquí.

_____Eppa____

En el siguiente capítulo ... v:

Trastorno (HTF/Yaoi)Where stories live. Discover now