Secreto Sucio → j.b (+16)

epílogo

Capítulo dedicado a →  Kidraulh1994- holyshit94 Samivijarra vlajda josennyg alejandracarpiob Janet_Mahone_Bieber AnnaPaula120903 emilibsh y a libxrtad ←

Narrador Omnisciente

Después de lo que parecía ser el final de su vida, pasó muchas noches sin dormir mirando hacia el techo esperando que su teléfono sonara, y para escuchar la voz que conocía tan bien. Había derramado millones de lágrimas en la funda de su almohada, mientras se preguntaba si valía la pena vivir ahora que la única persona que realmente la entendía ya no estaba. Kylie finalmente había logrado encontrar un cierto sentido. Esperaba verlo cada vez que daba la vuelta en una esquina, también esperaba tropezar con él mientras estaba caminando sola por la calle mientras iba a su apartamento.

Su realidad se compone de recuerdos que ella se negaba a dejar de lado y en un intento de creer que él va a volver. Pero después de dos años de su desaparición era imposible, imposible pretender que no lo ama, simplemente porque él está en Europa. A pesar de que sus padres no habían cambiado mucho a lo largo de dos años, poco a poco fueron ganando fé en que ella nunca volvería a tomar una decisión así en su vida, y Kyle comenzó a tratarla como a una hermana en lugar de alguien que merecía la pena de muerte.

Justin no corto la comunicación completamente con ella, nunca podría hacer tal cosa. Dejar la llave a sido suficientemente duro  como para ignorarla. Él le escribía numerosos mensajes de vez en cuando, a Justin no le importaba si Kylie le contestaba o no, él sólo sentía la necesidad de decirle que la amaba, que la echaba de menos, rezándole a Dios para que ella no se olvidará de él.

Cada vez que él intentaba tocar a otra mujer, sentir deseo por ella o incluso estar en la misma cama, en lo único que podía pensar era en ella. Y cada vez que miraba a una mujer sentía que la estaba engañando mentalmente.

Y aunque fueron tiempos duros, pronto ambos estarían juntos, en la misma ciudad, en la misma cama y otra vez abrazados.

***

Kylie tragó saliva, mirando hacia su plato de comida mientras ella y su familia estaban sentados en una mesa cuadrada en el restaurante Trump Tower Hotel. Tenía una leve sonrisa en su rostro, tratando de fingir que estaba emocionada y agradecida de estar con familia en su cumpleaños número dieciocho. Ella intentaba pensar que no había nadie más en el mundo con quien le gustaría estar en éste momento, pero era engañarse a ella misma.

—Feliz cumpleaños, Ky.—Samantha sonrió inocentemente mientras se sentaba en la mesa, inclinándose rápidamente para besar a su hermana en la mejilla y darle un abrazo antes de regresar a una posición más cómoda.—Dios, se siente como si fuera sido ayer que cumplías dieciséis años.—Rió torpemente, su vínculo fraternal era incapaz de ser estable, pero su relación había progresado con los días, semanas, meses, años.

Siempre habría una tensión entre ellas pero con el paso del tiempo Samantha se dio cuenta que no le podía guardar rencor y más cuando su ex novio ya no estaba en la ciudad.

Y Kylie le dio otra oportunidad porque no tenía a nadie más.

—¿Recuerdan cuando en su decimosexto cumpleaños estaba borracho y casi vomitó en su pastel?— Kyle hizo un viaje al pasado, al notar la mirada sombría que su hermana estaba tratando de ocultar.—De hecho, tengo una imagen de papá empujándome lejos de la torta.—Su objetivo era hacerla sonreír. Lo que quería era que dejara de mirar su teléfono.