FIX YOU

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-Se acabó...

Dos palabras.

Cuatro sílabas.

Siete letras.

Pero esa simple afirmación ha causado romper mi corazón en mil pedazos.

-No... -susurro rompiendo en llanto.

Él no puede dejarme, es todo lo que tengo. Él es mi todo.

Sus manos acunan mi cara empapada en lágrimas.

Me trata con ternura, como si fuera su posesión más preciada. Me gusta pensar que lo soy..., que me considera valiosa.

-Calma, Harls...estarás bien. Es por tu seguridad...

Continúo llorando sin consuelo. Me esondo en su pecho y lo sujeto por la camisa.

No. No, no quiero...no puedo...no puedo dejarle.

Le necesito. Nada más, solo a él. A su sonrisa. Sus abrazos. Su olor a tóxico mezclado con azafrán y mi gel de ducha.

Él es el único que me puede ayudar a caminar, a vivir, a respirar. Él es el único que me logró enamorar...

-Mistah J. No me abandone...se lo suplico...

-Pastelito. Mírame -me ordena-. Te amo, más que a nada. Más que a nadie. Más que a batsy.

-¿De verdad? -Mis ojos brillan de alegría...o por las lágrimas...la verdad no lo sé.

Le veo asentir y sonreírme con ternura.

-Por eso, debes ponerte a salvo. Tengo que poneros a salvo.

Vuelvo a bajar la mirada, esta vez a mi vientre.

-¿Es qué acaso no nos quieres...?

-Es porque los quiero, es por eso que no debe pasaros nada. Prométeme que harás caso de todo y que te cuidarás.

Asiento.

-Harley, prometemelo.

Le miro. No quiero decirlo. Tengo un mal presentimiento.

-Lo prometo, Mistah J.

Me vuelve a abrazar.

-No hay nada de malo en que me llames Puddin', Harls. Sabes que me encanta -susurra con dulzura en mi oreja.

Yo río. Le abrazo con fuerza.

-No te pienso poner en peligro..., no otra vez...

Me suelta, y me mira una última vez.

Le beso.

Uno de sus guardias me aleja de él a la par que grito con desesperacion. Me mete en el coche mientras sigo agonizando.

Estaba parado, mirándome con amor. Prometiéndome que volvería a por mi.

Pero nunca cumplió su promesa.

Nunca pudimos ser una familia.

Y esa...esa es la razón por la que estoy sentada llorando frente a una tumba.

Porque él me amaba tanto, que no me dejó morir aquel día a su lado.

A Beautiful MadnessWhere stories live. Discover now