Planes

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Blake no dejaría que el patético de Will Solace ganara, no permitiría que Nico Di Angelo estuviera con alguien tan insignificante como lo era el hijo de Apolo. Sin duda lo que necesitaba su Nico para ser feliz era a alguien como él, alguien con una fuerza interna que ni dos de los héroes del Olimpo doblegaran sus metas, sí, él era consciente que había perdido la anterior batalla, que su actuar fue demasiado precipitado y sin una planificación perfecta, no contó varios factores como el hecho que Will Solace llevaba más tiempo que él en el campamento por lo tanto conocía a todos y había salvado a más de uno en ambas batallas que había azotado al campamento, la amabilidad con la que se desenvolvió con los campistas y la ayuda que le había proporcionado en más de una ocasión a los campistas especialmente a los líderes de la cabaña 11 y a la gran mayoría de ella en conjunto con toda la cabaña de Ares pero esta ocasión no estaba sólo.

—Si mi hermana se entera me matará —Leyla se negaba a ayudarlo a pesar del amor que tenía enterrado en su pecho por el consejero de la cabina siete, un amor que había estado floreciendo desde la batalla del laberinto, un amor que se intensificó desde que había sido salvada de las garras de una Dracaena por una flecha proveniente del arco del chico rubio que se empeñaba en quitarle al único con el que deseaba pasar el pasaje de Afrodita. Aunque sabía de sobra que su hermana Piper había eliminado dicha tradición desde que se convirtió en la consejera principal la cabaña y hacerlo le traería muchos problemas con ella pero no podía negar esa parte de Afrodita que se adhería a él. Convencer a Leyla de lo que hacían era correcto le costó varias semanas, la chica era alguien muy difícil de doblegar pero gracias a su madre (lo que le hacía pensar que la diosa del amor estaba a favor de él) lo había logrado, aunque eso no evitó que en más de una ocasión ella dudara de su proceder pero tenerla de su lado era algo gratificante, porque existía una posibilidad mínima que esta ocasión perdiera ante el hijo de Apolo y ambos saldrían ganando por lo que se sentía invencible.

—Tranquila Annabeth no tiene porque enterarse —Eso era cierto la chica se encontraba fuera del campamento por lo que las posibilidades se hacían cada vez más pequeñas al fracaso. Leyla como una digna hija de Atenea había ideado un plan el cual no seríamos señalados como culpables, simplemente seríamos pobres individuos que llegaron en una crisis sentimental.

El día había comenzado y nada como despertar escuchando los gritos de los campistas de Ares clamando por sangre y no cualquier sangre sino de la cabaña de Hermes la más numerosa de todas. La pelea inició como había sido previsto, los campistas de Ares no podían ser parados. Piper, Drew y Adam intentaban tranquilizarlos mediante sus hechizos vocales, los hijos de Hipnos lograron hacer dormir a varios campistas antes de ser noqueados, los de Deméter separaron a varios campistas pero aún había varios en luchando en pijamas, no fue hasta que Nico Di Angelo salió de su cabaña enfadado debido al escándalo que se había formado muy cerca de su cabaña que todo termino. Quizás no era el mayor en el campamento o el campista con más antigüedad pero en esos momentos irradiaba tal oscuridad que asustaría hasta al campista más experimentado en el campamento Júpiter, levantado a varios esqueletos de su descanso.

— ¿Qué está sucediendo aquí? —La voz de Nico sonaba escalofriante, paralizando a más de uno.

—A nosotros también nos despertaron los gritos —Observó Piper, quien fue la única valiente —Y ahora todos los hijos de Ares están inconscientes y sin opción de contestar. Ahora hay que llevarlos a la enfermería y despertar a unos cuantos hijos Apolo para que los revisen.

Algunos campistas empezaron a arrastrar a los que se encontraban inconscientes, los que aún podían caminar fueron por su cuenta, Leyla sosteniendo su brazo con una posible fractura se dirigió a la enfermería. La primera fase del plan se había completado.

Will moría por tener un descanso e ir a ver a Nico pero su deber como consejero de la cabina siete se lo impedía, al igual que todos los pacientes que abarrotaban la enfermería. Sabía que su novio había intentado entrar a la enfermería en más de una ocasión pero sus hermanos no lo permitieron debido a la gran cantidad de personas que se encontraban y el poco espacio disponible para moverse algo aunque sabía era lo apropiado lo disgustaba ¡Nico podía ayudarlos! a pesar de no ser un hijo de Apolo su tiempo en el lugar como voluntario lo colocaba como un ser capacitado para colocar vendas, tomar la temperatura y hacer que los enfermos dejaran de quejarse pero para sus hermanos eso no era suficiente. Para ellos tener a su sombritas lejos del lugar era lo adecuado.

Por su parte Nico vagaba con el campamento con la esperanza de aquel día comenzará a dar su fin, despertarse a las cuatro de la mañana sin posibilidad de volver a dormir no era su día ideal. Pero podría disminuir su irritación si le permitieran ver a su novio, la enfermería se encontraba a rebosar por lo que no le permitían estar en el lugar, conocía perfectamente a Will y no dejaría a sus hermanos con la carga de trabajo. Eso lo hacía cruelmente lindo. El desayuno llegó y con él las ganas de matar a todos y mandarlos a los campos de castigos ¿Era muy difícil dejarle un poco de pan? Al parecer todos habían confabulado en su contra.

—¿Qué es lo que quieres Blake? —Le preguntó Nico completamente fastidiado, llevaba más medio día intentando alejarse del hijo de Afrodita pero este parecía que lo tenía localizado. No fue hasta la hora del almuerzo que logró interceptar a Nico debido a que el hijo de Hades se encontraba solo en su mesa algo ya no común en él, no es que le gustara la mesa podía estar en ella sin problemas siempre y cuando Will o alguno de sus amigos se sentaran junto a él pero en aquella ocasión tendría que sentarse completamente solo la mesa de Apolo estaba vacía al igual que la de Ares.

—Quería disculparme por lo ocurrido hace unas semanas —Contestó Blake con una mirada de cachorro —Disculparme por besarte sin tu consentimiento más no hacer que terminaras con Solace

— A tí te gustaría estar en los campos de castigo ¿Verdad? —La frialdad en la voz de Nico era aterradora

—Me gustas tú. Porque me gustas sé que el debilucho hijo de Apolo no te merece

—Este debilucho te clavará una flecha en el trasero si no te alejas de mi chico —Ningún campista había visto al consejero de Apolo tan furioso como en ese momento, la mirada dulce que siempre llevaba consigo había desaparecido por completo.

—Se supone que tu estarías en la enfermería

—Si que plan tan ingenioso, hacer que sombritas llegue a un punto de irritación donde lo único vivo en el campamento serían los espíritus de la naturaleza —Contestó el recién llegado mientras se acercaba a su novio para rodear su cintura con un brazo

—Co... como —El estupor de Blake era deleite para la pareja

—Leyla me lo ha contado todo

—Es una traidora

—En estos momentos Leyla es el menor de tus problemas —Desafortunadamente para Arón Will tenía razón cuando Leyla había decidido contarle a Will sobre el plan este también contenía que gracias a el hijo de Afrodita la enfermería estaba rebosante por lo que principalmente los campistas de Apolo, Ares, Hermes y Deméter buscaban la cabeza del semidiós. —Y si eres inteligente deberías estar preparando tu refugio

Ambos vieron como huía un Arón asustado y furioso

—En realidad lo único que necesitaba para que la molestia desapareciera era tenerte cerca —Le susurró Nico a su novio aún envuelto en un abrazo que ninguno quería terminar

—Me alegra ser de ayuda —Ronroneó Will mientras descendía a los labios de Nico.




N/A: ¡Hola! con este terminamos el triple Solangelo que había prometido espero que les guste tanto como a mí me gusto escribirlo, se podría decir que fue un reto para mí porque jamás había escrito tanto en un fin de semana. Aunque las cuatro historias las había planeado de aproximadamente 700 palabras divague y termine haciendo de más de 1000 palabras cada una. Bueno esta jovencita se despide porque su hermano la está mandando a dormir y tiene toda la razón. Nos leemos muy pronto (Bueno eso espero).

SolangeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora