5º Capitulo - La fiesta

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- Vero, si hubiese sabido que te podrías llegar a ver así me hubiera planteado ser algo mas que amigos - bromeó Alex acercándose "seductoramente" a mi.

- Pues ahora ya sabes lo que te pierdes - dije señalándome de arriba a abajo. Me fui dejándolo solo, pero no antes de girarme a medio camino para guiñarle un ojo, el se rió y yo seguí mi camino para llegar al lado de Mireya.

- Hey, mira quien está aquí, pero si es mi ultima creación - me dijo Mireya  sonriéndome - parece que has tenido mucho éxito.

- Igual demasiado - dije riéndome - creo que Alex se me ha declarado.

- Mmm... creo que le pierden demasiado las faldas.

- ¡Empezamos la fiesta! - gritó por encima de la música para que todos pudiésemos oírle.

- Parece que ya ha vuelto a la normalidad - le dije a Mireya

- Eso parece.

Todos estábamos en el salón bailando, otros haciendo como que bailaban porque a lo que hacían no se les podía llamar exactamente baile. Era un todo con todos, aunque en algunos momentos, como cuando alguna de nuestras canciones preferidas sonaban, Mireya y yo hacíamos pareja para montar una coreografía.

En una de las canciones en las que estábamos bailando todos con todos noté como alguien rodeaba mi cintura con su brazo. Me giré para ver quien había sido y ahí estaba Dani. En cuanto nuestros ojos se encontraron una sonrisa se extendió por su rostro y como si fuera un autorreflejo en el mio pasó lo mismo.

- Venia a decirte lo guapa que estas - me susurró en el oído. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo ante sus palabras, y aunque esta reacción era normal en mi nunca me llegaba a acostumbrar y dudaba que alguna vez lo lograría conseguir.

- Gracias - dije tímidamente - tu también estas muy guapo.

Decirle a Dani que estaba muy guapo era constatar un hecho, era como reiterar una cosa que sabes que es así, como que la nieve siempre es fría o que el sol da luz. Algo que sabemos que es así y que siempre va a ser así.

La cosa era que aunque solo era decir en voz alta lo que siempre pensaba sobre él era una muy buena manera de coquetear con él sin ser muy obvia.

Nos habíamos apartado de lo que era la pista improvisada de baile para hablar mas tranquilos. Nos habíamos puesto donde estaban los sofás y las butacas que habían sido movidos para dar aun mas espacio al salón.

Dani estaba apoyado en uno de los respaldos de aquellos sofás y yo estaba a su lado viendo como nuestros amigos disfrutaban de la fiesta.

Era raro pensar que después de ser amigos, haber pasado por una relación que no acabó muy bien, habíamos vuelto a ser amigos y que ahora nos encontrábamos en un punto indefinible donde unas veces pensaba que eramos amigos y otros que eramos algo mas que eso.

Necesitábamos aclarar las cosas para salir de ese punto del que no podíamos avanzar, eso es lo que teníamos que hacer.

- Dani

- ¿Si? - volteó la cara para mirarme.

- Necesito decirte una cosa

- Claro, dime - se movió para ponerse enfrente de mí.

Me agarró una de mis manos y empezó a juguetear con mis dedos mientras seguía mirándome. Me estaba poniendo nerviosa y estaba haciendo que me perdiera. Miré nuestras manos juntas, tan seguras, tan cómoda y tan familiares, como si fueran dos piezas que estuviesen destinadas a estar juntas. Parecía todo tan sencillo en ese momento, como si borrara toda duda mientras estuviese con él...

La decisión del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora