Insulin by Mink (NamGi)

2. ¿Cómo pudo haber dicho eso?

Quería verlo e intercambiar algunas palabras con él, siempre quería verlo... pero a veces, cruzaba por su mente que talvez solo necesitaba algo de espacio, que talvez conocer personas nuevas era necesario para que dejara de sentirse así... porque cuando NamJoon estaba cerca, YoonGi no tenía ojos para nadie más, estos siempre miraban en la dirección del menor pero Nam nunca, ni una sola vez había mirado en la suya.

"No vas a emocionarte" se repitió mentalmente cuando abrió la puerta del departamento, oyó bulla en el cuarto que compartía con el menor y se dirigió hacia este, un mar de ropa inundaba ambas camas y quiso golpear a NamJoon por todo el desorden que había hecho.

-Sabes que no vamos a un concurso de belleza, ¿cierto? – dijo tocando con disimulo una de las camisas de su amigo.

-Ohh hyung – dijo Nam saliendo del baño con un secador de cabello en las manos – es que hoy es noche de quincena, hay un especial o algo así en Temptation y tenemos que ir bien arreglados... bueno, tú tienes que arreglarte – dijo arrogante mientras tiraba el secador en el molote de ropa que había en una de las camas.

-¿Temptation? ¿Vamos a ir ahí otra vez?

-Sí, hay buen ambiente y buenos culos, ¿qué esperabas?

-Sabes que Rémi siempre va ahí, no quiero topármelo hoy – dijo con cara de fastidio. Se acostaba con Rémi todo el tiempo, pero no le interesaba más que eso.

-No te preocupes, ha de estar tan borracho que ni siquiera va a notarte... vete acostando en tu cama, ya regreso.

-¿Ok...? – dijo y maldijo a Nam cuando tuvo que quitar toda esa ropa que no le pertenecía, del colchón.

-A ver, hyung, ¿crees que es muy raro si uso estos lentes en la noche?

-Joder, sí, es raro y es feo... ¿por qué usarías lentes cuando es de noche? quítatelos ya, es por tu bien – respondió acostándose en la cama, fingiendo que no estaba nervioso en lo absoluto pero podía sentir su corazón acelerarse – ven aquí... - dijo palmeando el colchón– me debes un masaje y más te vale que me guste.

-A sus órdenes – dijo con sarcasmo el menor, quitándose esos lentes amarillos – la verdad es que no sé dar masajes, así que espero que no seas muy exigente.

-Bueno... veré qué tal lo haces – dijo desabrochando su cinturón y bajando sus pantalones pero se le dificultaba un poco porque estaba acostado. Alzó sus caderas y le insinuó a NamJoon que los jalara y este lo ayudó tranquilamente.

-Esa señora pervertida... ¿en serio te dijo eso?

-Sí y eran dos, no una. Cochinas, puedo soportar que me vean así pero joder, ¿por qué no tienen un poco de dignidad?

-Talvez les gustas mucho, hyung, ya sabes, como no pueden "tenerte", les toca acosarte – YoonGi analizó las palabras de su amigo y con pesadez pensó que, al final, esas viejas pervertidas no eran tan diferente de su persona – date la vuelta – continuó el menor y YoonGi obedeció.

Primero se estremeció al sentir la fría crema tocar la piel de sus pantorrillas y luego lo hizo, porque estaba demasiado consciente de que quien lo tocaba era NamJoon. Sus manos se sentían delicadas pero agarraban con firmeza sus flacas piernas y eso hacía que YoonGi comenzara a ponerse aún más nervioso.

-Huele rico – dijo recostando su cabeza a la almohada.

-Sí, mi hermana me la regaló... por cierto, te mandó saludes.

-Qué linda, dile que las puertas de mi cama, eh de mi casa... - y ahí sintió a NamJoon golpear su trasero con fuerza, siempre molestaba a su amigo con su hermana y este, celoso como ningún otro hermano, arremetía contra el hyung al que más respeto tenía.