Una Dosis Peligrosa [1&2]

11.

KEIDEN

Tuve un sueño tan extraño, pero tan real, tenía a Sam en mis brazos, desnuda, siendo mía, completamente mía. Abro mis ojos y me doy cuenta que no estoy en mi habitación, paredes color lavanda, sábanas blancas, estoy desnudo ¡No fue un sueño! Tengo a Sammy acostada en mi regazo.

- Sam – la moví – Sammy

- Déjame dormir – se quejo

- Amor – susurre en su oído y abrió los ojos gigantes

- ¿Qué haces aquí? – se levantó sobresaltada de la cama

- Grandiosa vista – sonreí

- ¿Por qué estoy desnuda? – ¿Estaba confundida acaso?

- ¿No recuerdas que fuiste todita mía en la noche? – la jalé

- Pensé que había sido un sueño – susurro para ella – si alguien se entera estaré muerta

- Te dije anoche que no me importaba nadie – susurre contra sus labios

- Pero a mi si – contesto – esto no debió pasar Keiden

- Se mi novia Sam – ignore sus palabras – se mi novia y olvidemos todo

- No Keiden – respondió – por favor márchate

- ¿De verdad quieres que me vaya? – pregunte

- No lo sé – susurro – es muy difícil confiar en ti

- Dame veinte citas – pedí – y te mostrare que mis sentimientos son sinceros

- ¿Veinte citas? – pregunto confundida

- Si, veinte noches – asegure – si después de eso piensas igual olvidaremos todo

- Está bien, veinte citas, no más - sonrió

- ¿Puedo besarte? - pregunte cerca de sus labios

- Anoche ni siquiera preguntaste y terminaste arrebatándome mi virginidad – contesto

- Eres solo mía – susurre antes de besarla

[...]

KILIAN

Sam está bastante rara esta mañana, se ve totalmente distinta, muy sonriente y demasiado calmada, como si estuviera escondiendo algo.

- ¿Quisieras que vayamos juntos a la universidad? – pregunto

- ¿De verdad? – esto si es extraño – ¿ya no estas molesta?

- De verdad, eres mi gran hermano – contesto enganchándose en mi cuello – y te amo

- ¿Segura que te sientes bien? – pregunte totalmente confundido

- Estas muy raro, te hablo dulce, quiero hacer las paces contigo y te molestas – hablo seria – idiota

- No Sammy, espera – la detuve – vayamos juntos

[...]

- Estas muy feliz hoy – comente - ¿algo especial sucedió?

- No, solo estoy feliz – respondió - ¿Por qué tan malhumorado?

- ¿Puedo confiar en ti? – la mire un segundo

- Sabes que sí, soy tu hermanita – contesto

- Odio a Becky – solté

- No es novedad – dijo podía jurar que estaba sonriendo