Capítulo 8 "Mejorar"

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Levi terminó el papeleo de su nuevo paciente y salió de su consultorio sin prisa, le entregó las carpetas a Historia que le deseo buena noche y caminó tranquilo hasta la habitación que visitaba todos los días desde hacía casi siete meses.

Todos se habían alegrado cuando supieron que el doctor Eren despertó, era un milagro y estaban realmente aliviados, era alguien querido por sus pacientes y sus colegas que no supieron a ciencia cierta qué es lo que había pasado. Por órdenes de Grisha se mantuvo todo en secreto pues si se llegaban a enterar de su adicción sería un problema tremendo para todos.

Eren recibía visitas todos los días y Levi estaba en desacuerdo, pues solo fueron cuando ya supieron que estaba mejor, pero no se quejó en voz alta pues afortunadamente nunca estaba cuando esa gente iba. La que si estaba era Isabel quien al conocerlo finalmente le tomo cariño y lo había adoptado como si fuese su otro padre, a ninguno de los dos adultos les molestaba así que no se quejaron ni la detuvieron.

La rehabilitación de Eren no había comenzado mal, gracias a todo lo que sucedió él estaba más dispuesto a cooperar que antes y se había sometido a todas las pruebas y exámenes sin chistar además de que permitió que el psicólogo, amigo de Mikasa, comenzara a tratarlo. Fue raro al principio, pero conforme los días pasaron se acostumbró.

Por desgracia no todo era tan bueno y la droga al final había dejado su huella en su cuerpo debilitando su corazón drásticamente, Levi y Grisha temían que el castaño necesitara de un trasplante pronto o podría el órgano dañado podía colapsar en cualquier minuto. Eren tomo la noticia con calma y trató de no desanimarse, después de todo debía aceptar las consecuencias de sus actos, aunque no hubiese querido al principio.

Abrió la puerta despacio y entró observando a los dos presentes, Isabel estaba sentada en la orilla de la camilla y jugaba cartas con Eren, al principio del mes le había costado mucho asistir a las terapias de rehabilitación, pero en solo un mes parecía otro. Los dos alzaron la cabeza y sonrieron al verlo, Levi se sintió contento de ver lo parecidos que eran y terminó de acercarse.

—Isa, ¿te portaste bien?

—Sí—dijo contenta abrazándolo y besando sus mejillas. —Aunque Eren me hace trampa.

—Mentirosa—se quejó Jaeger, bufando.

—No miento, papá no miento—dijo ella negando con afán. —Sabes que no miento, ¿verdad?

—Lo sé, hija—le tranquilizo acariciando su espalda. —Eren es mal perdedor, es todo—besó su frente dejándola tranquila en su lugar.

—Ugh, no soy así.

—Lo eres—sentenció revolviendo sus cabellos. — ¿Estás listo para irte?

—Sí—suspiró y se enderezó en la camilla. —No puedo seguir aquí.

—Bueno, iré a firmar la responsiva y regreso, guarden las cosas.

La pequeña de inmediato obedeció y bajo de la camilla para juntar sus juegos y juguetes.

—No tardes—suplicó Eren viéndolo asentir, esperó paciente a que saliera y vio a la niña. —Isa, ven.

— ¿Hm? —ella volteó a verlo saliendo de sus pensamientos, perdida. — ¿Qué pasa? —preguntó acercándose curiosa.

—Siéntate, hay algo de lo que quiero hablarte.

La niña hizo un puchero y asintió volviendo a sentarse en la camilla.

—Ya sé que estas enfermo del corazón como yo—le sonrió inocente y besó su mejilla. —No pasa nada si te tienen que operar, a mí no me paso nada.

Breathe meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora