Una decisión ¿Law o Kid?

¡No te dejaré! (1)

"Tks... es fuerte..." pensó Sabo luego de estar unos minutos tratando de derribar a la chica sin dañarle para conseguir algo de información o lo que fuera, Thatch en cambio ya había perdido de vista al chico antes de que Marco apareciera. Marco le contó rápidamente a su hermano lo que sucedía y que aparentemente aquellos chicos estaban de su lado.

-¿De verdad? Pues... no sé que decir... eran fuertes para ser solo unos niños...-dijo algo dudoso y recordó que aún no encontraban al hermano de Ace

Y fueron a buscarlo para encontrarlo siendo acorralado por una chica de cabello rubio y verde corto que dejó su espada en el cuello del rubio, iban a intervenir cuando aparecieron los otros dos chicos. Marco observo mejor a la chica que le hizo un corte en su mejilla ¿Había desaparecido en el aire? La cosa es que entre los dos alejaron a la que acorralaba a Sabo y les dijeron que no tenían más tiempo y que volvieran mañana. Dejando confundido a los mayores

-Creo... que se refieren a lo que dijo Ace-dijo el cabeza de piña

-¿¡A-Ace!? ¿¡Sabes dónde está!?-gritaron sus acompañantes

-Shh...

No teniendo más opción comenzó a decirles todo lo que había sucedido en su breve plática con su novio, al terminar como era de esperarse el D. que les acompañaba comenzó a alegar del porque no salvó a su hermano teniendo la perfecta oportunidad de hacerlo así que para evitarse más problemas le gritó que se callase para poder explicarle y le contó a ambos lo que debían hacer y lo que dijo Ace antes de que tuviera que irse...

-¿Venir mañana...?- pregunto Sabo

-Dijo que debíamos venir todos, pero que habia tener especial ojo con Luffy

-...Yo me encargo...-susurro el rubio menor poniéndose de pie

-Pero... ¿Qué sucederá con los Revolucionarios?- le recordó Thatch

-Koala puede ayudarme, ustedes vayan a casa del viejo Barba Blanca y digan que lograron dejarme cerca de allí... estaré aquí en la mañana con los demás

"Pero no pienso traer a Lu..."

Se despidió rápidamente de ambos chicos y salió corriendo en el camino correcto, sonrió al estar lejos de ambos pues les había estado llevando por el camino equivocado desde el comienzo, al llegar al pueblo se permitió descansar en la parada del tren y sacó el móvil buscando señal para enviarle un mensaje a Kid y Law en donde resumió lo más que pudo lo que sucedía  y les pidió que no se les ocurriera decirle algo de eso a su hermano, que el menor no podía ni saber a donde iban por lo peligroso que era el lugar...

Por otra parte, la amiga de del hermano medio de los D. suspiró preocupada, eran casi la 1 de la madrugada y aún estaba esperando al rubio en la estación muriéndose de frío...cuando le llegó un mensaje de Sabo, diciéndole que no podría ir y dándole las razones que le parecieron más que justas. Pero justo ahora estaba en su "forma real" para decirle al otro lo que de verdad sentía, pues si como chica... no podía llamar la atención del D. por más que quisiera e intentara iba a intentarlo ahora como... un chico...

-Ah... supongo... que debo volver... e inventar una... excusa para Dragon-san...

Susurro lentamente llevantándose del asiento, metió sus manos en los bolsillos poniéndose el gorro y salió camino al cuartel general desanimado, suspiro nuevamente y le contesto el mensaje a Sabo diciéndole que se encargaría del resto, que no siguiera preocupándose de nada.

"El amor... duele"

En la otra parte de la ciudad, Luffy despertaba soñoliento encontrándose con el ojigris durmiendo tranquilo a su lado... sonrió levemente hasta que recordó el porqué seguía durmiendo en casa de Law y la razón de que estaba en su cama. Frunció el ceño y se sentó en la cama mirando la habitación con determinación buscando algo con la casi nula iluminación de la luna, suspiro y se levantó con cuidado buscando sus zapatos, al encontrarlos se los puso y salió del cuarto sin mirar ni despertar a Torao, y abrió la puerta de la habitación de al lado donde estaban Chopper y Brook durmiendo como rocas, río suave y cerró la puerta. Se fue hacia el living encontrando a sus mejores amigos, Zoro y Sanji, durmiendo abrazados en el sillón como los dos idiotas enamorados que eran. Y salió de aquella casa...

Sabo suspiró abriendo la puerta de su casa con la llave y ahogó un grito de sorpresa y temor al ver como se encontraba todo. Las cosas estaban desordenadas y rotas, hechas, prácticamente MIERDA. Cerro la puerta y caminó lentamente escuchando como incluso el piso de madera crujía bajo sus pies... encontró en la pared incrustado por un cuchillo un papel sorprendentemente blanco y con una hermosa, elegante y extraña letra...

"Devuelvenos a nuestro hermano, o el tuyo sera nuestro"

-¿Hermano...?- susurro- ¿¡LUFFY!?

Con ese grito salió corriendo a toda velocidad a la casa de Trafalgar, y comenzó a pensar... ¿Devolverle al hermano que tenía? ¿Quién era esa persona, que era hermano de los casi secuestradores? Jadeo deteniéndose a unas cuantas cuadras de la casa, miro la hora en su móvil... tenía el tiempo suficiente para ir a casa de Law, chequear que todo estuviera bien, avisar de lo que iba a pasar e ir con su grupo a buscar a su amado hermano.

-¿¡DONDE ESTA LUFFY!?-

Grito al llegar y abrir la puerta de una patada, encontrándose con todos comiendo tranquilamente pero sin su hermanito del alma...

Devuelta con Ace, ahora se encontraba casi dormido.

No pudo dormir en toda la maldita noche por la preocupación, primero si es que su novio Marco logró escapar del lugar junto con Sabo y Thatch y la segunda era porque Akari, la hija de uno de sus hermanos no se había aparecido desde que le contó su plan para sacarle de allí...

Justo estaba cerrando sus ojos para dormir un poco cuando el agua fría cayó sobre él, dio un pequeño salto y al abrir los ojos se encontró a la niña frente a él con algunas heridas, la mirada fría y seria, la ropa algo rota y sus manos tenían quemaduras...

-A-Akari...-le susurro mirándole el pecoso

Pero antes de que le pudiera responder la voz de los dos que estaban detrás de todo esto se escuchó logrando asustarlos, Ace miro de mala forma a los mayores.

-Fuera-dijo Akainu seriamente. Y la chica salió de allí con la cabeza gacha

Pero antes de salir le dirigió una mirada al pelinegro, una mirada radiante por la esperanza de haberle avisado a sus tíos de lo que iba a pasar... le sonrío levemente a la nada y al estar fuera del "castillo" llamó a sus compañeros

-¡Azaka, Mellorine, Max, hora de irse!