Juntos Para Siempre (Adrinette)

Capítulo 9- Celos E Interrupciones

—¿Marinette?

Luka la tomó de los antebrazos para brindarle soporte. Adrien sintió una punzante sensación.

—¿Estás bien? —preguntó Luka—. Eso estuvo cerca.

—Sí... Y sí... Estoy bien —asintió Marinette apenada por la situación.

—Veo que sigues siendo torpe, pero... Wow... Estás más hermosa —sonrió.

—¿Cómo puede decir eso con toda la naturalidad? —pensó Adrien frunciendo el ceño.

Entre tanto, Alya y Nino observaron la situación.

—Alguien está teniendo problemas —comentó Nino burlón.

—Espera, ¿ese no es Luka? —Alya ladeó su cabeza—. Se ve... Tan atractivo.

—¡¿Atractivo?! —gritó.

—Sí, ¿por qué lo dices, señor celoso? —sonrió pícara.

—¿Qué? Por supuesto que no, yo ya soy un hombre, no puedo sentir cel... ¡Aaagh!

Por accidente Nino se resbaló y cayó de espaldas al hielo puro, quejándose del dolor. Alya chocó su mano con su frente.

Mientras tanto, Marinette se sonrojó al escuchar el comentario. Años atrás, cuando creía que Adrien se había fijado en Kagami, se enfocó por un breve tiempo en su atracción por Luka y por cómo éste la trataba.

—Gra... Gracias Luka... Veo que aún conservas lo azul de tu cabello... No porque se vea mal, sino que... Así te reconocí de inmediato —comentó.

Luka sonrió ampliamente. Adrien decidió intervenir poniéndose a lado de Marinette, tomándola de los codos para brindarle a ella el soporte, alejando las manos de Luka. La peliazul lo miró desconcertada.

—Adrien, cuánto tiempo —saludó Luka.

—Sí, lo mismo digo... Pensé que seguías con tu gira musical —respondió Adrien serio.

—¿En serio estás en una gira? —preguntó Marinette sorprendida.

—Efectivamente, pero quise hacer un concierto especial por estas fiestas navideñas —sonrió—. De hecho, ¿no les gustaría asistir? Puedo conseguirles entradas a primera fila, también invité a otros compañeros de Françoise Dupont y a Juleka.

—¿En verdad nos invitas? —la peliazul se sintió entusiasmada.

—Claro... Sería mucho mejor... Además... Recibiría mucha motivación al verte ahí.

—Luka va a sentir lo que es estar en la punta de la Torre Eiffel por horas —pensó Adrien fulminante.

—¡Luka! —se escuchó una voz en la entrada de la pista de patinaje.

Éste volteó a ver a la joven que hacía un gesto para que se acercara y asintió con la cabeza.

—En fin, tengo que irme, debo hacer un ensayo —volteó hacia los dos—. Prometo conseguir los boletos lo antes posible, y también para Alya y Nino... Los vi de lejos, pero quise saludarlos a ustedes primero.

—Oh, claro, fue bueno verte, espero...

—Lo siento, Luka, no podremos ir al concierto, nosotros ya tenemos planes —interrumpió Adrien casi amenazándolo con la mirada.

Ambos presentes lo miraron de reojo y Luka tan sólo le sonrió a Marinette, alejándose sin decir nada más.

—¿Qué rayos te sucede, Adrien? —preguntó la peliazul frunciendo el ceño.