Me presento...

141 6 1
                                    

Podría decirse que llegué a casa más tarde de lo esperado... Eran las cinco de la mañana y volvía cansada, enfadada, deprimida y empapada. Abrí mi bolso para sacar las llaves... Mmm...¡Sorpresa! Me las había dejado dentro. Menuda noche de mierda. Menudo día de mierda. Menudo año de mierda. En este punto ya podéis pensar que soy la típica niña consentida que ha tenido un mal día, y ojalá fuera así. Me llamo Carla. Tengo quince años, sí, quince años. Soy una adolescente, que está más perdida en esta vida que una aguja en un pajar. Vivo con mi madre, básicamente, ya que mi padre ni se pasa por casa, está todo el día trabajando para intentar mantenernos. Digamos que la economía de mi familia es más bien pobre, y que mis padres hacen un tremendo esfuerzo para llevarme a un colegio privado. Más de una vez he temido que tengan que cambiarme a uno público, pero afortunadamente ese día no ha llegado aún. No estoy diciendo que los institutos públicos sean peores ni muchísimo menos, pero, llevo toda la vida en mi colegio, y es como mi segundo hogar. Tengo a mis amigos, mis amigas, mis amores platónicos... En fin. Y aunque sea tremendamente sociable, estaría deprimida llorando en las esquinas si me sacaran de aquí. ¡Upps! Me he ido un poco por las ramas ¿no? Jeje... Continúo. Después de revisar una y mil veces mi bolso me dí por vencida y llamé al timbre...una...dos...tres veces, y hasta cuatro ¡Pero ni dios abría la maldita puerta!
-Joder- Dije llena de fastidio.
La noche había sido un completo fracaso, y no tenía pinta de mejorar. Me tiré en el felpudo y me dispuse a dormir.
7 a.m: ¡Auu! Grité como una foca retrasada. Mmm... Mi genial padre había abierto la puerta con la fuerza de UN RINOCERONTE.
-¡Uy! Carla hija ¿Qué haces aquí?- Me preguntó con su dulce voz y su habitual cara de cansancio.
-Sin comentarios. Y la próxima vez ten más cuidado al abrir la puerta por si acaso tu desgraciada hija no encuentra sus putas llaves y tiene que dormir fuera- Dije bostezando. Enseguida recogí mi bolso y me metí en casa. Mi padre me echó una mirada llena de sentimientos, pero no sabría definirlos, era una mirada llena de pena, decepción y cansancio.
Sé que ni de lejos soy la hija que unos padres quisieran tener, tampoco me importa, yo tampoco lo estoy pasando bien como para sacar ánimos y ser brillante en todo. Al menos, no ahora.

 💔"Lonely Hearts Club"💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora