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[Seis meses en la academia militar...]

Aquellos meses habían sido difíciles para ambos, Venus había regresado a Los Ángeles y Harry aún seguía en ese infierno. Según el Sargento Jasper, aun le faltaba mucha disciplina, y es que ya había aprendido a no contestarle a sus demás maestros (el de inglés, ejem) pero aquel hombre de verdad lo sacaba de quicio.

Cómo ese día en el que le dio uno de los peores castigos en su vida.

—Harry Lee Espinosa...¡Espinosa!—el Sargento (un hombre alto, rubio y musculoso) se dirigió al muchacho quien escuchaba música con sus auriculares, lo tomó por el cuello de la playera y lo puso en el centro del grupo— Este día...¡El cadete Espinosa será su blanco! Tendrán que perseguirlo por los obstáculos y quien lo atrape en menos tiempo ¡Tendrá derecho a faltar a cinco de mis clases en lo que resta del ciclo!

Y bueno, el castaño no tenía mucho problema con correr, el problema eran los obstáculos, algunos alambres, algunas piedras, demasiado barro, el muro, las llantas y las vallas.

—Mierda.—murmuró cuando la primera carrera comenzó. Para cuando el cadete número veinticuatro llegó a su turno, Harry se tiró al suelo. Y tragándose su orgullo habló— Aprendí la lección, Sargento...debo de prestar atención.

El rubio sonrío complacido.— No olvides la práctica de los militares, quiero que llegues media hora antes de lo acordado.

Sábado a las ocho y media, Harry se sentó en medio del ring y pensó en su vida...en todo, en realidad. Sus amigos y su familia, tenía mucho que no hablaba con ellos. Un carraspeo lo sacó de su burbuja, se paró de inmediato y observó a la persona frente a él. Su boca se abrió con sorpresa, bajó del ring de un salto.

—¡Dallas!—lo abrazó y sintió sus ojos arder, el chico se rió y lo apretujo

—¡Espinosa, hermano! No tienes ni idea de lo mucho que me haces falta...—se separaron con una sonrisa— Nos enteramos de lo de Venus...—dijo con una mueca, Harry se tensó

—Si, bueno...creo que es lo más maduro que he hecho en mi vida... Aunque no puedo dejar de pensar en ella.

—Venga, Harry ¡Anímate! Y nosotros te recibiremos con los brazos extendidos.—Liam cambió el tema— Y hablando de eso... ¿Alguna idea de cuándo te dejarán salir de este lugar?

—No lo sé, un año tal vez...el Sargento Jasper en verdad me odia y yo lo odio a él. Me es realmente difícil ese asunto de la disciplina—ambos rieron—. Si...dos años como mucho, y después de eso, iré a la Universidad, tal como lo planeamos, Liam.

Sonrieron con melancolía.

—Y viviremos juntos ¿a que si, chicos?— una voz se acercó a ellos, los chicos sonrieron y corrieron para fundirse en un abrazo

Aquella media hora pasó con rapidez y sus amigos se vieron obligados a irse (aparte de que casi pierden su vuelo). El entrenamiento estuvo más tranquilo que de costumbre, eso, su repentina felicidad o el hecho de que se estaba acostumbrado habían provocado esa sensación de paz.

[Ocho meses en la academia militar...]

Después de esa vez que vio a sus amigos, no volvió a verlos. De hecho le prohibieron las visitas, todo debido a su comportamiento.

—Espinosa ¿Podría poner atención?

—Señor, si, señor.—murmuró entre dientes

Odiaba mucho a esa estúpida academia. Había jóvenes mucho peores que Harry ¡pero el Sargento Jasper se empeñaba en ir contra él! Además aquel hombre le hacía la estancia imposible. Lo sacaba a correr a todas horas ¡en la mañana, antes y después de desayunar, en la tarde entre clase y clase, y en la noche después de la cena!

¡Corría más de lo que se lavaba lo dientes!

[Doce meses después en la academia militar...]

—Espinosa, Harry, seis meses.

Casi se pone a saltar de felicidad cuando les comunicaron el tiempo restante de los cadetes en aquel lugar.

¡Iba a salir seis meses antes de lo planeado!

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No se desesperen, pronto volveré al formato original de la historia (el tipo instagram), es solo que esto necesitaba un poco de drama, lel...

Además, intento hacer que el tiempo pase muy rápido, pero juro que no es relleno aunque así lo parezca, xd.