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[Un mes en la academia militar...]
Un gancho derecho lo tomó desprevenido.

Harry no tenía planeado que lo castigaran, de hecho, se arrepentía un poco de haberlo hecho, bueno, no en realidad. Se lo tenía merecido.

[Tres días antes, 7 a.m]

—¡Corran más rápido, señoritas! ¡Finnoway, deja de holgazanear! ¡Espinosa! ¿A eso le llamas resistencia? ¡Tengo más...!

—Cierre la boca, me importa poco donde tenga más o donde tenga menos.—resopló fastidiado, todos estaban callados y el chico aun no registraba sus palabras hasta que el Sargento estuvo invadiendo su espacio personal

—¿Qué dijo, cadete?

Y bueno, el Sargento Jasper, hijo de los fundadores de la academia militar y encargado de todas sus actividades físicas (prácticamente todo), decidió castigarlo, siendo el oponente de todos los militares que desearan divertirse un poco.

Y esta vez, ser sobrino del Director no lo iba a salvar.

Y así fue como termino en el ring, escupiendo sangre y respirando a duras penas. Todos a su alrededor se reían y él temblaba de furia, ya no se va a levantar pensaban. Pero que equivocados se vieron al notar como el adolescente se paraba apoyándose de las cuerdas.

Algunos se sorprendieron al ver tanta fuerza en un chiquillo de su edad. El siguiente militar era alguien muy conocido, Fredicksen, media unos dos metros y era muy corpulento, Harry se quedó sin aire al sentir un puño clavarse en su estómago. Fred era, sin duda muy grande, sin embargo eso no le quitaba lo lento, el chico se movió por el ring y por instinto, cuando vio al pelinegro bastante aturdido, le dio un buen golpe en la cara, cosa que hizo que lo golpearan un poco más hasta que el Sargento Jasper lo detuvo y dejo que el adolescente se marchara no sin antes decirle:

—Tenemos práctica todos los sábados en la noche a las 9:40, te espero aquí el próximo sábado hasta que decida que estás libre de tu castigo.

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Las jóvenes del Internado para chicas de Miss Hathaway les pareció aún más atractivo el muchacho cuando lo vieron cruzar las puertas con una sudadera de la academia militar de Massachussetts y unos pants flojos y sus adidas. Claro que estaban que se derretían cuando notaron los golpes en su cara, según ellas eso lo hacía ver sexy, aunque esas chicas estaban locas.

Bajó la mirada y se quejó al sentir unos brazos apretándolo. Sonrío al notar a Venus, y le recorrieron unos escalofríos al ver como su mano se acercaba a su ojo moreteado.

—¿Que te pasó?—preguntó algo molesta y preocupada

—Me castigaron en la academia, seré su "saco de golpear" hasta que el Sargento decida que es suficiente.—para ese momento ya estaban en su habitación— Conocí a este chico...—Venus se perdió en la belleza del chico, había cambiado bastante en esos meses, estaba sin duda más alto, y su rostro, su jawline estaba para morirse, tenia unos ojos hermosos y...— ¡Venus, te quedaste en el limbo!

—Yo también te amo.—ambos se paralizaron, sabiendo de que hablaba la rubia

—V-Venus...y-yo...¿por qué me dices esto ahora?

—Porque tenia miedo...y de mi papá, tenia miedo por ti, por mi, por nosotros, me aterraba la idea de que si dejaba que se pusiera más serio, yo ya no pudiera alejarme de ti, pero...creo que me dolió mucho volverte a ver, sentí mi corazón romperse en mil pedazos al verte parado...me odie por no habértelo dicho de vuelta ¿sabes? Yo se que es muy tarde y que probablemente no me quieras volver a ver nunca pero...soy una niña, todos estos sentimientos son nuevos para mi...y...—se calmó al ver la seriedad en el rostro del joven— ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan calmado?

—Guardaste mis cosas...—Venus se giró a ver lo que él señalaba una repisa con un cuaderno (canciones escritas por él), una sudadera rosa de Disney que él solía usar mucho y un ukelele

—Bueno, estoy enamorada de ti ¿qué...?—su explicación se vio interrumpida al darse cuenta de sus palabras

—Venus, esto está mal...sufrí demasiado ¿sabes? Fueron tiempos duros...fiestas, alcohol, drogas...sexo...—la chica se estremeció al escuchar lo último— Vaya, si lo digo así no suena tan duro... Faltaba a clases, dejo de importarme todo...y yo me sentía muy estúpido lanzando todo por la borda por una chica, pero no pude evitarlo...tenía tiempo enamorado de ella y perderla me destrozó...

Ella tragó com fuerza, esperando lo peor.

—Pero mis intentos de superarla fueron un fracaso...—río con amargura— Yo de verdad te amo ¡y sólo tengo dieciséis! Estoy completa y totalmente enamorado de ti, comienza a doler...—su voz se quebró— Mis padres me mandaron a esta academia militar por no poder controlarme...me internaron dos veces en el hospital...la primera vez fueron drogas y la segunda fue por alcohol...Me destruiste Venus, me dejaste hecho mierda.—en este punto su tono de voz ya no era tan frío, si no más bien dolido

—Lo siento, yo...no me hables como si solo yo fuera la culpable...si, fue mi culpa en parte...pero tú también pudiste haber hecho algo para que esto no se fuera a la mierda, ambos tuvimos la culpa.

—No podré salir de la academia a menos que muestre un cambio significativo en mi actitud, pero después regresaré a Los Ángeles, hay que darnos un tiempo, lo pensaremos, creceremos y luego vamos a ver que sigue ¿te parece bien? Puedes...puedes salir con quien quieras...—aquello lo pronunció con cierta dificultad— Y escucha esto: te amo, Venus, dejaré todo por ti de nuevo si así lo quieres...

Le dio un beso en la esquina de los labios y salió una vez más con el corazón destrozado, aunque sabiendo que había hecho bien.

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