LADRONA

CAPÍTULO 16

NARRA HARRY DESDE AQUÍ

05 de septiembre del 2015

Estoy dudando en entrar al restaurante, mi cabeza está llena de las miles de cosas que podrían suceder al decirle que tenemos que terminar. Pensar en ella dudando acerca de lo mucho que la ame todo este tiempo es una buena manera de torturarme.

Al fin di pasos hacia la puerta del restaurante, pedí una mesa que estuviera lejos de las ventanas y entradas y al sentarme mi celular suena, es un mensaje de Blake.

"Recuerda:
No intentes nada -B"

Maldita ¿por qué no puede solo dejarme? ¿Por qué no es como las parejas normales? Si, si duele, pero tal vez después consiga a otro que no necesite de amenazas para ocupar mi lugar, quisiera que por fin me dejaran ser feliz con Samantha, podérmela coger en mi oficina sin que la secretaria me regañe, llevarla a comer a cualquier restaurante y no a los más lejanos de la ciudad... Vivir con ella... Casarme con ella.

— ¿Harry?

Una voz conocida, cálida, hermosa pero con un tono de nerviosísimo me interrumpió. Veo sus ojos y estoy tratando de reprimir la sonrisa que me sale natural cuando la veo.

— ¿Qué pasó?

Esta insistiendo para escuchar una respuesta de mi boca pero no formulo las palabras con rapidez.

— Tengo que decirte algo, así que necesito que no hables hasta que termine de decirlo todo... Por favor.

Al fin mi cerebro está trabajando para averiguar la manera de decirlo. Ahora que lo pienso, no ensaye esto.

— Me estás asustando, sólo dilo.

Sé que en el fondo sabe lo que le diré, no todo, pero sospecha una parte.

— Hace un mes Blake discutía acerca de que ya no teníamos sexo, quería que fuéramos a terapia o a algún lugar para solucionar eso. Para evitar ese problema, lo hicimos esa noche. No lo disfrute, no fue algo que quisiera, solo no quería más problemas. Y sé que te lo prometí, es por eso que te lo confieso.

No es mentira, todo lo que le digo es cierto, le estoy diciendo la verdad ocultando las amenazas de Blake.

— ¿Eso era todo? Si estoy molesta pero no tan...
— Todavía no termino.
— Perdón, continúa.

Ahora sí, empiezan las mentiras.

— Blake, ella está... Embarazada. Vamos a tener un hijo, es por eso que te cité aquí, para decirte que tenemos que terminar con esto, tú y yo ya no podemos seguir.

Cada palabra, cada cosa que sale de mi boca duele tanto que siento como mi voz tiembla.
Lo peor es su expresión, no entiende lo que pasa, hace unos días le dije que quería una vida con ella huyendo y ahora le digo que ya no quiero nada. Parece que quisiera llorar, sus ojos se tornan rojos y las lagrimas aparecen.

— Y discúlpame por el tiempo que te hice perder, te juro que no fue en vano.
Alce la mirada para verla y le tome las manos.
— De verdad te ame todo este tiempo.

Me soltó el agarre que tenía hecho con nuestras manos.

— ¿Te quedarás con ella solo por qué está embarazada?
— Si.
— ¿En serio harás eso? ¿Así planeas vivir tu vida siempre? ¿Amarla por compromiso? yo te amo y tú me amas, no es la única manera de cuidar de ese bebé y lo sabes. 

Tiene esa mirada, me está rogando que entienda y que vuelva a pensar sobre esto, lastima que no hay otra opción.

— No puedo dejarla, esto tiene que terminar.

Alce la voz, casi en un grito. No puedo gritarle, así que desvío la mirada intentado ser brusco, de reojo veo cómo se limpia algunas lagrimas rebeldes con el ceño fruncido.

Se levanta de la mesa y está tomando sus cosas, esta apunto de irse, no puedo dejarla ir así solamente.
No puedo creer lo que estoy haciendo, pero lo haré.
La tomo de las mejillas para darle un beso. Me encantan, son tan dulces y llenos de amor.

— ¿Por qué me haces esto?
Me dice mientras acaricia la mano que tengo en su mejilla.
— De verdad no puedo dejarte ir, eres parte de mi.

No quiero decirle nada que haga esto más difícil.

— El plan B ahora suena bastante bien ¿verdad?

Solo eso diré. 

— Aún podemos hacerlo.

Su respuesta me hace sonreír. Esta mujer haría cualquier cosa por mí al igual que yo por ella.

— Nunca olvides lo mucho que te amo.

Le digo sin pensarlo.

— No digas eso, voy a pelear por ti, no te puedo dejar ir tan fácil.

Lo estoy empeorando, no debí decir nada.

— Tienes que dejarme ir Samantha.

La suelto de las manos y me alejo de ella, intento ser serio para que entienda que tiene que irse.

— Tienes que dejarme ir...
— No puedo...
— ¿Harry? ¿Samantha? ¿Qué hacen aqui?

Esa voz... Esa maldita perra nos vio besándonos, por eso está aquí.

— ¿Ya le contaste amor?

No puede hacer esto, ella no tiene derecho a arruinarlo.

— Si... Ya le dije.

Trato de sonar severo para que se controle.

— Espero poder verte en el baby shower, todavía no sabemos el sexo pero luego te informo.

No tiene límites, no tiene corazón, me toma del brazo para ser más hipócrita.
Samantha nos está viendo y puedo notar su dolor, está dando pasos hacia atrás, se está alejando.

— No puedo...

Está saliendo por la puerta principal, el brazo de Blake me tiene asegurado como un candado. Quisiera ir por Samantha ya que...

Tal vez nunca la vuelva a ver.

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