CAPÍTULO 26

1.3K 71 1
                                    

Narra Blake

— ¿Papá? Todo listo.

— Te voy a mandar el contrato, en cuanto el idiota de tu marido firme esto, legalmente esa herencia será completamente tuya.

Al escuchar sus palabras, mi corazón no estaba seguro de ir por el lado correcto, la voz de mi papá solo sacaba venganza y sus inmensas ganas de tener dinero y más dinero. Recordé la promesa que me hice hace 5 años: "Prometo que el dinero no me convertirá en mi padre"
De todo lo que estoy haciendo en este momento ¿Qué parte es para cumplir mi promesa?
Estoy rompiendo una relación donde mi esposo es feliz, no es conmigo pero nunca lo había visto sonreír tanto como en esa semana que conoció a Samantha, estoy dejando atrás mi carrera y mi futuro negocio por dinero, por una vida vacía, fría y sin amor, pero con dinero. ¿Vale la pena?
Salí de aquella cafetería donde intentaba ahogar mis pensamientos con cafeína y azúcar.
Mi celular suena y sonrío al ver que en la pantalla salimos George y yo sentados en nuestro restaurante favorito. Lo extraño.

— Hola George.
— Hola hermosa ¿Cómo vas con la mudanza?
— No muy bien, los asuntos que tenía pendientes se complicaron más de lo que pensé, todo es horrible. Quisiera tenerte aquí.
— Y yo quisiera estar contigo ahí ayudándote
— Pronto estaré ahí, disfruta tus últimos días de soledad.

Ambos reímos y terminamos la llamada, de verdad quisiera dejar todo esto e irme con él.
Seguí caminando mientras contestaba algunos mensajes, no sé cómo pasó, no sé porque, pero de un momento a otro estaba del otro lado de la calle, lastimada en el suelo, un taxista me había atropellado, recuerdo que pase sin fijarme en el paso peatonal y luego un fuerte golpe en todo mi cuerpo. Mis ojos están cansados tengo ganas de dormir, no sé porque la idea de dormir me tranquiliza, me quita los nervios y el dolor. De pronto el pavimento deja de ser frío para ser tibio, me pongo cómoda y el sueño me atrapa, mis ojos se cierran lentamente, la gente me dice que no lo haga, pero ellos no entienden las muchas ganas de dormir que tengo.
Puedo sentir como cargan mi cuerpo y me suben a una ambulancia, el movimiento del carro me arrulla y no puedo evitarlo más, cerré los ojos.

Narra Harry

Me llamaron del hospital San Angeles, dicen que atropellaron a Blake, extrañamente mi corazón está angustiado por ella, después de todo es mi esposa.
El taxi demora mucho, podrían ser sus últimos momentos y yo estoy atascado en el tráfico. No puede morir, no podría supéralo nunca, podré haber dicho un millón de cosas malas sobre ella pero al principio si la amaba, era mi amiga, solo tomamos la mala decisión de casarnos. El taxi se mueve ha vuelta de rueda, no sé cuánto más tarde en llegar. Mi celular suena y contesto sin saber quién es.

— Habla Harry Styles
— Hola amor, te estoy hablando del teléfono de Lexie, hace poco Blake vino a amenzarme, tiene tu celular.

Eso tiene sentido, la enfermera que me llamó dijo que el accidente fue en la calle Weistred justo en la esquina donde está la cafetería a la que una vez fuimos Samantha y yo, muy cerca de su edificio, sonrío al recordar la adrenalina que sentí al ver adentro a mi esposa con mi amante sentadas platicando, desde afuera podía ver los nervios de Samantha, viendo hacia todos lados menos a Blake.

— Lo siento Sam ¿qué te dijo?

— Eso no importa ¿dónde estás? tengo ganas de verte.

— No puedo, estoy atorado en el tráfico, Blake tuvo un accidente.

— Por Dios ¿Qué le pasó?

No estoy seguro del tono de Samantha, no sé si lo dijo preocupada o emocionada.

— La atropellaron frente a la cafetería que está en la esquina de tu trabajo.

— No puede ser, no es posible, todo es mi culpa, lo siento tanto

— ¿Por qué sería tu culpa?

— Le dije cosas horribles y después salió enojada del edificio.

— Tranquila, tal vez solo estaba distraída, no tienes que asustarte.

Al parecer está más preocupada de lo que pensé, llegué al hospital y pregunté por Blake en la recepción, subí al cuarto piso y busqué la habitación 435 justo como me dijo la enfermera de recepción.
Por el vidrio podía ver a Blake acostada con dos o tres yesos, se veía muy golpeada y sus ojos estaban cerrados.
En la habitación hay muchos arreglos y regalos pero no hay nadie, me senté en el sillón de a lado y tomé una revista. Estaría aquí hasta que el doctor me dijera lo que pasa.

— Creo que voy a morir.

Dijo Blake despertando.

LADRONAOnde as histórias ganham vida. Descobre agora