26.¿Ni siquiera a una vieja amiga?

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Capítulo 26: ¿Ni siquiera a una vieja amiga?"

Emma.

Hace ya un mes, que Dominik se fue del país a causa de su padre, el señor Finn. Él tomó la decisión por su hijo. Supuestamente, porque sus amistades que creó en este pueblo no eran de las mejores y si su hermana seguía sus caminos, la mandaría al desierto del Sahara. O al menos, eso fue lo que me dijo su hermana pequeña, Sophie. Ella era mi espía y me contaba las cosas que les pasaban a mis amigos. Sinceramente, creía que el señor Finn podría ser un poco más flexible a la hora de que sus hijos escogieran a sus amistades. Al parecer le di una mala imagen cuando golpeé a Nick en el hospital.

Nick... estúpido ser humano. Hoy sería el día en que contraerá matrimonio con Sky. No se qué se le metió en la cabeza para llevar adelante semejante tontería y dejaría de ser alguien deseable y disponible. Admito, todavía tengo sentimientos por él, pero demonios ¿con esa loca de patio? Aprieto fuerte mis manos dentro del guante boxeo y le doy al saco, uno, dos, tres, ya pierdo la cuenta. Cierro los ojos fuerza y me imagino que es la cara de Nick y Sky. Me quedo sin fuerzas y me lanzo al pasto.

Mi padre me había instalado el saco de boxeo en el patio trasero de nuestra casa, creo que ha sido la mejor idea en años, agregando que se había venido a vivir con nosotras. De a poco estábamos logrando formar nuestra familia... nuevamente.

Mi entrecejo se arrugo cuando escuche una voz familiar que provenía de la sala. Rápidamente me pongo en pie, me quito los guantes y entro a la casa.

—Es urgente, debo verla —decía la voz.

Me pongo detrás de la puerta de la cocina para escuchar.

—Ella no esta —le respondió mi madre. Teresa eres una mentirosa.

Pongo la mano sobre el pomo de la puerta y trato de abrirla sin emitir ruido. Mis ojos se abren a tope al ver quien preguntaba por mí. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Era Dominik.

—Dominik —dije abriendo la puerta de par en par— ¿Qué haces aquí?

Él se apresuró y me abrazó.

—Oh Emma no sabes cuanto te extrañé —yo estaba tiesa entre sus brazos, no reaccionaba, también lo extrañaba, pero nunca se comunicó ni nos podíamos comunicar con el— ¿así es como me saludas después de un mes?

—Eres estúpido Dominik —él se separa de mi un tanto sorprendido, en mi garganta se había formado un nudo, pero no lloraría— ¡No sabíamos nada de ti! Llegue a pensar que estabas muerto. Ni un mensaje de texto.

Él suspiro. Seguía parada en la puerta de la cocina. Mi mamá me miraba mientras subía a su habitación, gesticulándome "todo estará bien".

—Emma... creo que eso no es importante ahora —su voz sonaba como suplica— Quien importa ahora es Camelia... ella... ella esta muy mal —me susurra— Mi padre se enteró del amorío que tuvo con James —sacude su cabeza— Sé que no es cierto, pero ella esta sufriendo mucho en esa casa y necesito tu ayuda. Yo sé que también perdió contacto contigo, pero no es porque ella quisiera, es por culpa de ese hombre al que llamamos padre.

Luego recordé la conversación de James en la plaza. Se me encrespó el cabello de la nuca.

—¿Me estas jodiendo? ¿Qué tipo de régimen? Ese señor este loco. Según Sofia la quería enviar a otro país, por sus amistades ¿es cierto?

—Es peor que eso. No la deja salir de su propia habitación, con suerte al baño y comer algo, le tienen todo racionado. Esta muy delgada, a penas la reconocí cuando llegue —sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas— Necesito tu ayuda, es mi hermana y tu mejor amiga, no la quiero perder. Ella es mi pilar en esta vida, me ha ayudado en todos los procesos que he tenido que pasar. Es mi hermanita loca.

¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora