Bicolor.

646 63 26
                                    

Capítulo 29.

Volvimos a entrar a casa, el frío se había comenzado a hacer presente y con el temor de que me sucediera algo, Colb me ayudó a levantarme y entrar a casa. Él no sabía mucho de esta fase como yo la conocía, aún tenía mucho que aprender pero era paciente y le gustaba cuando yo le enseñaba. Para un hombre que me enseñó todo... fue impresionante encontrar algo que no supiera. Se sentía bien, no lo negaré, me sentía como un erudito.

—¿Crees que mi madre este durmiendo? —susurró al estar parado al frente de las escaleras. Las luces estaban apagadas y no había nadie en la sala de estar.

—Con Susan se puede creer muchas cosas —seguí sus pasos hasta las escaleras y subí primero—. La última vez me asustó cuando me hizo creer que no estaba en casa y como tengo la costumbre de andar sin ropa... ya te imaginarás. Fue vergonzoso.

—Agradezco que sólo sea mi madre —me respondió con felicidad cuando llegabamos a nuestro cuarto.

—Aún recuerdo cuando vino tu padre —reí quitándome la ropa—. Su reacción fue memorable.

—Que asco —arrugó el rostro, como si hubiera visto un animal muerto en la calle—. No me hagas recordarlo, por favor —llevó una mano a su frente mientras se sentaba en la cama.

—Lo siento, esa imagen llegó a mi cabeza de la nada —terminé de ponerme el pijama y abrí las mantas en mi lugar de la cama—. Recuerda ir a tomar una ducha antes de acostarte, debes quitar el cloro de tu cuerpo.

—Lo sé, mi amor —se quitó la ropa mientras lo observaba.

—Me encanta ese trasero —susurré.

—¿Ah? —me miró pícaro. Sabía que lo había escuchado y solo se hacía el desentendido.

—Nada —reí—. ¿Sabes lo que extraño?

—Que.

—Llamarte "bicolor" —sonreí—. Reírme de mis malos chistes hacia tu cabello, ver tu rostro como cambiaba de tonalidad, ponerte pésimos apodos y reirte sarcástico.

—Igual yo —me besó castamente.

—¿No quieres hacerlo de nuevo?

—Mm... —apretó sus labios de una manera cómica—. Volverían a recordar cuando era un "traidor".

—¿Y qué? —me encogí de hombros—. Eras mi traidor favorito.

—Ow, ¿lo era? —sus ojos se iluminaron.

—Sin dudarlo —tomé el mechon con las puntas rubias casi inexistentes.

—Lo pensaré —besó mi mano y se separó de mi—. No sería divertido volver a escuchar comentarios poco inteligentes, como "hey Seth, ¿eres tan pobre que no te alcanzó el tinte?" —imitó una voz estúpida mientras entraba al baño con una toalla. Reí.

—Ese comentario es clásico —me acomodé sobre la cama y tomé mi celular para ver que había de nuevo en las redes sociales. Pero siempre era lo mismo.
En eso, una llamada entrante de Allen me sobresaltó y contesté inmediatamente.

—¡Aborta la misión! ¡aborta la misión! —exclamó algo temeroso.

—¿Estás bien?

—Eve se cansó de esperar y fue directo al grano.

—Oh, bien —tragué pesado—. Ponla al teléfono.

—Bien —respondió inseguro y luego de un par de palabras intercambiadas por ambos, Evelyn contestó.

—Hey, ¿estás bien? ¿no ves que asustas a Allen?

—Lo siento —suspiró—. Pero me cansé ¿sabes?. Me cansé de esperar algo que tal vez jamás pasará y solo me hace perder el tiempo.

Breaking Down ✧ SR. » II «जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें