I'm Yours [SIN EDITAR] -LIBRO3

CAPITULO 4

04. Gatos, recuerdos y ¡Claro!

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(KAETHENISS POV)

Luego de la escuela conduje a mi dulce hogar, para luego convencer a Melissa de que dejase de estudiar un momento y nos fuésemos de shopping.

Tenía que comprarle algo lindo a Carolina, que dentro de poco cumplía dieciocho.

Luego de entrar como a doscientas tiendas de ropa de las cuales compramos bastantes cosas, decidimos ir a tomar un batido.

-¿Cómo es posible que los arándanos sepan tan deliciosos? -Expresé mientras daba otro sorbo a través de la pajilla

-Ahí viene Max. -Me informó mi querida hermana que se estaba bebiendo un batido de fresas y banana. -Y viene con el nuevo.

Sentí como el rubor subía a mis mejillas

¿Qué mierda, Kaetheniss?

Antes de poder reaccionar los teníamos a los dos frente a nuestra mesa

Liam nos veía con una clara confusión en el rostro

-¡¿Gemelas?!

Melissa y yo nos miramos mutuamente mientras al mismo tiempo nos encogíamos de hombros y al unísono expresábamos un "Sí, así es."

-¿Te conté lo que hice con Megan el Sábado? -Le preguntó Max a Liam quien nos veía embobado a ambas, sin saber quién era quién.

-No y no me interesa, es una zorra. -Respondió Liam

Max rodó los ojos y lo arrastró fuera de nuestra vista

-Es guapo. -Dije, sinceramente.

-Meh, no es mi tipo -Expresó mi gemela, con un rostro neutro.

De cierta manera sentí un alivio al escuchar esas palabras
Aunque no sé muy bien el porqué.

Regresamos a casa y escuchamos unos cuantos ruidos, seguido de algo rompiéndose.

Entramos sigilosamente a la mansión sin hacer ruido, nos encaminamos a la cocina y yo tomé un rodillo y comencé a caminar escaleras arriba

-¿Y yo que llevo?

Volteé a verla, miré a mi alrededor y le pasé lo primero que tuve a la mano.

-¡Claro! Tú le pegas con un enorme pedazo de cerámica fina y madera de cerezo mientras yo lo rocío con desodorante ambiental para que huela bien, gran plan, hermanita. -Expresó con sarcasmo

Rodé los ojos y seguí caminando con ella detrás.

Cuando estoy aburrida en casa no sucede nada, cuando estoy más cansada que un oso perezoso sucede de todo

-Está en mi habitación. -Dijo Melissa con miedo

-Ok. -Comencé. -A la una... A las dos... ¡Tres!

"¡Meow!" fue lo primero que escuchamos al entrar

Observamos atónitas al gato de Melissa que yacía al lado de una lámpara rota.