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El libro oscuro estaba en mis manos, nunca he sido amante de la lectura pero después de soñar con él tanto tiempo ya no podía ignorarlo más, admito que mi intención nunca fue hacer el juramento, en realidad se dio solo después de escapar de la caja donde pretendían que muriera, con grandes esfuerzos logre llegar a Lissa y escapar de St. Vladimir, llegar a la casa de mis tíos fue aún más complicado, por suerte la compulsión de Liss nos dio esa oportunidad. Recuerdo el dolor que sentí al entrar en mi habitación después de tomar la llave, Liss no entendía porque no nos marchábamos hasta que le explique qué mis tíos habían dejado algo para ayudarme en esta situación. La caja de madera contenía varias cosas: dos carteras con dinero en efectivo y dos identificaciones (la de Liss y la mía) así como, dos tarjetas de débito pero más importante que eso contenían un libro de cuero negro, con garras doradas en las esquinas, no parecía sellado mas no se podía abrir, en el centro dos manos unidas, sin título ni nada más y un sobre sellado dónde venía mi nombre con la letra de mi tía. Tome el libro y deje de escuchar, a mi alrededor cuatro sombras rodeándome mientras todo lo demás se oscurecía, no reconocí las sombras pero era obvio por la silueta que se trataba de mujeres, algo me obligó a estar de rodillas mientras decía palabras que conocía de memoria pero no sabía de dónde pues no lo había escuchado nunca aún así parecían tener sentido, al final esas cuatro sombras entraron en mí y volví a la realidad. Lissa miraba con temor desde una esquina y lo demás... Bueno es fácil adivinar: escapamos sin intención de regresar.
El libro hablaba de cosas que parecían más dignas de un libro de ética que otra cosa,  sin embargo más adelante venían imágenes de mujeres haciendo grandes cosas, una de ellas levantaba el mar, otra en el vuelo creaba tornados, me encanto definitivamente la que parecía tener llamas al rededor mientras hacía estallar un volcán y la que estaba enredada en espinas. Algunas cosas ya las había leído, fue en este libro que aprendí a esconder cosas dentro de objetos pero algo atrajo mi atención... Casi al final (no es que haya leído todo) se encontraban en grande la imagen de una medusa y debajo de ella las iniciales E. L. Mire la siguiente página donde lo que parecía ser una anaconda, otras iniciales M. S. Al voltear la página otra vez una imagen en grande e iniciales ahora era un águila con I. D. La siguiente tenía un dragón y las iniciales L. H. Al final venía lo que parecía ser un mural con una chica que reconocí por su cabello casi negro, arrodillada mirando hacia arriba y con las manos extendidas, a su alrededor había sombrar algunas eran fáciles de distinguir como el tiburón, un halcón, una cobra y lo que parecía ser un ave fénix las iniciales me las esperaba al ver a la chica R. H. preste más atención y distinguí detrás de ella una sombra. Me imaginé que se trataba de las otras chicas que habían heredado esta clase de poder... Lástima que todas estaban muertas pues dudaba que alguien viviera 500 años, aunque al menos podría intentar averiguar sobre sus vidas, mi abuela podría saber sobre ellas, pero primero necesitaba averiguar sus nombres porque con las iniciales no llegaría a ningún lado, por suerte tenía a mi disposición una biblioteca gigante con la historia Moroi y Dhampir y un árbol genealógico de las familias reales, esto me hizo sentir un poco entusiasta, así podría saber un poco de que es lo que busca Alistair y porque tanto deseo por tenerme a mí.
Alguien tocó la puerta con un poco más de la fuerza debida, busque a Lissa por el vínculo pero ella estaba aaah... Un poco ocupada con su novio Ozera... Volvieron a tocar igual de molestos que antes

- ¡voy! - grite molesta pero al abrir fui capturada por la sorpresa - camarada que manera es esta de tocar... - levanto la ceja molesto ¿hice algo?

- ni siquiera te has cambiado - mire mi ropa, un pantalón deportivo que usaba para dormir y una blusa de tirantes con bastantes huecos en el vientre - ¿olvidaste el entrenamiento?- lo mire dudosa hasta que voltee a ver el reloj eran las 10:50 se suponía que los fines de semana entrenábamos a las 10:00, ahora entendía porque estaba molesto

Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora